Festival de Lima 2017: «El abuelo», conversamos con su director Gustavo Saavedra


Como parte de su sección «Hecho en el Perú», el 21° Festival de Lima presentará en calidad de estreno «El abuelo», la ópera prima de Gustavo Saavedra, una road movie que nos llevará de la costa limeña a la sierra de La Libertad en Huamachuco, en un viaje de retorno a los orígenes, una película sobre las relaciones paternofiliales que, en palabras de su director, busca mostrar la dinámica comunicacional entre los hombres miembros de una familia, así como la diversidad de razas y culturas de nuestro país.

Gustavo Saavedra Calle es un joven realizador y comunicador audiovisual, que debuta aquí en el largometraje, pero que cuenta con experiencia previa, habiendo trabajado como segundo asistente de dirección en «La teta asustada» de Claudia Llosa y en «Contracorriente» de Javier Fuentes-León, y como coasistente de dirección en «La cosa» de Alvaro Velarde. «El abuelo» fue premiada en el Concurso de Proyectos de Largometrajes del Ministerio de Cultura el 2012, y obtuvo el Fondo Ibermedia en el 2013.

Sinopsis: Crisóstomo es un vendedor jubilado que enviudó hace más de un año. Su cumpleaños se acerca y su hijo Alfonso, junto con sus nietos Santiago y Jose María, lo llevarán de nuevo a su tierra, Huamachuco, la cual no ve hace más de 70 años. El viaje lo harán por carretera en la camioneta familiar y el abuelo les mostrará todos los lugares en los que vivió y la gente que dejó atrás para darles la vida que ahora tienen. Lo que su familia no sabe es que el abuelo tiene en mente mostrarles quién es él realmente, aunque esto signifique perderlos.

A continuación conversamos con el director de «El abuelo»:

Gustavo, ¿desde cuándo vienes trabajando en esta película?
La idea del road movie rondaba por mi cabeza desde los últimos ciclos cuando estudiaba en la PUCP, allá en el 2007, pero esta realmente se concretó en un viaje que hicimos con mi familia en el 2008 cuando llevamos a mi abuelo paterno a su pueblo natal por sus 80 años. Es en este viaje dónde conozco mi origen serrano y es aquí que surge la premisa de «El abuelo». Mi relación con mis abuelos siempre fue buena, en especial con los maternos, pues con ellos viví toda mi infancia y adolescencia. Me siento muy orgulloso de decir que tengo ascendencia huamachucana, ayacuchana, iquiteña y limeña/alemana, porque creo que todo el país es una mezcla riquísima de razas y ya no estamos en tiempos para sentirnos avergonzados de nuestros orígenes.

El resto de la historia fue creada a medida que avanzaba con el guion y terminé alejando a los personajes de mi realidad pues me interesaba contar con personalidades más contrastantes y mostrar la dinámica comunicacional masculina al interior de una familia. Las mujeres tienen mucha mayor facilidad para expresar sus sentimientos, los hombres aún somos más primitivos en esto, y cuando finalmente lo hacemos, luego de haberlos reprimido por tanto, podemos estallar o hundirnos, sólo porque no estamos acostumbrados a verbalizarlos.

¿Por qué decidiste optar por el road movie para tu ópera prima? Siendo este un género poco visto en el cine nacional.
El road movie siempre ha sido un género muy significativo para mí. Soy una persona que no se define por su profesión sino por lo que conoce y vive, y desde muy pequeño mis padres me enseñaron a conocer nuestro país y apreciar lo nuestro. Hemos viajado mucho por el Perú en carretera, y de grande he seguido las mismas costumbres y siempre regreso a la carretera. Inclusive cuando viajo al extranjero, prefiero alquilar un carro y manejar, pues en la carretera conoces más, porque puedes parar donde quieras, puedes ver los contrastes entre lugares y personas. Y claro, nuestro país es riquísimo en todo, en tan sólo unas horas poder pasar del desierto a los Andes, de la puna a la selva, no tienen comparación. La infinidad de paisajes y culturas que tenemos, es algo que debería ser mucho más aprovechado en nuestro cine. Como «El abuelo» es una película del regreso a tus orígenes, por tierra era la mejor manera de hacerlo, para ir viendo la evolución o involución de nuestras vidas.

Protagonistas del filme, Sebastián Rubio, Javier Valdés y Carlos Vega, son hijo, padre y abuelo.

Cuéntanos cómo fue el proceso de producción. Obtuvieron el premio del MinCul del 2012, y el 2013 el de Ibermedia. ¿Por qué les tomó tanto tiempo en terminar la película?
Fue una tarea titánica que estuvo a cargo de mi gran amiga Delia García, la productora de la película. Confié plenamente en ella porque sabía lo complicado de la producción y ya había trabajado con ella en otras producciones fuera de Lima, «Contracorriente» de Javier Fuentes-León. El cine es un negocio muy caro, y a pesar de haber sido uno de los afortunados en ganar el premio del Estado, este nunca es suficiente para hacer todo lo que uno quiere. A pesar de haber ganado en el 2012 y 2013, fue recién en el 2014 que nuestras agendas coincidieron y pudimos filmar la película. Luego pasamos al proceso de edición, el cual tomó casi un año, pues quería darle el tiempo suficiente a mi primera película para llegar a un corte ágil y sentimental. Recién en el 2015 es que, nuestra coproductora de Colombia, Mirlanda Torres, nos presenta para un concurso de posproducción en Colombia del Festiver de Barichará, y es así como conseguimos los fondos necesarios para finalizar la película. El premio consistía en hacer la colorización en México, con Gabo Kerlegand de VFXs Guys, la mezcla de sonido en Colombia con Daniel Vásquez de Clap Studios, y la copia DCP en Colombia también con la gente de Imagineer.

En este interín, con fondos propios grabamos la música original de la película en Buenos Aires con el productor musical Mariano Miguez en Ideo Music. La música fue compuesta por Nicolás Wangeman en el transcurso de dos años, un gran talento peruano que en ese momento vivía en Argentina, por ello grabamos allá. Es recién en el 2016 que podemos finalizar la película y ahora con el premio de distribución de DAFO que acabamos de ganar, estamos seguros que estrenaremos en el 2018.

¿Cómo fue el proceso de casting? ¿Cómo llegaron al actor colombiano Carlos Vega?
El casting lo iniciamos en el 2011. Desde un principio apostamos por la coproducción, por las buenas experiencias que habíamos tenido en el pasado. Junto con Delia García, nos asociamos con nuestra amiga productora colombiana Mirlanda Torres, de «El Colectivo». Al ser una película peruano-colombiana, se exigen diferentes cosas, por lo que un personaje principal era necesario para la coproducción. Luego de hacer un sondeo por nuestra escena nacional, no encontrábamos el perfil exacto del personaje del abuelo, pues queríamos un rostro desconocido, y abrimos la posibilidad de encontrarlo en Colombia. Y es en un video que nos mandan a Carlos Vega, un cuentacuentos colombiano de renombre que ya se encontraba jubilado de la actuación. El perfil cuadraba muy bien con el del personaje y además era un actor formado, con varias películas en su haber, pero siempre como secundario. Hicimos un casting con una escena vía Skype, y quedamos más que convencidos que él era el personaje. Luego lo fuimos a visitar a Bogotá y lo conocimos personalmente, y ahí nos damos con la sorpresa que usaba bastón. En un primer momento esto lo vimos como algo que podría ocasionarnos complicaciones en el rodaje, pero luego lo vimos como un atributo más del personaje, que lo hacía más vulnerable y próximo. Trabajamos arduamente el tema del acento, y en verdad fue muy sencillo pues él tenía experiencia como locutor y conocía el español neutro.

Gustavo Saavedra dirigiendo a Carlos Vega, ‘el abuelo’.

Para el resto de personajes el casting estuvo a cargo de Delia Garcia y mío. Desde un principio buscábamos actores que se parezcan a los personajes pero a la vez que se vean de distintas procedencias, pues lo que queríamos trasmitir es que Perú es una mezcla de razas y a veces al interior de la familia no existen parentescos tan marcados. Pudimos contar con actores de renombre como Javier Valdés, Rómulo Aseretto, Gabriela Velásquez, Grapa Paola, Franklin Dávalos, entre otros.

El personaje más difícil de encontrar fue el de Jose María, el nieto menor y uno de los protagonistas de la película. Este fue interpretado por Sebastián Rubio, que calzó perfectamente en el personaje por su sensibilidad y capacidad de transmitir con el rostro. También contamos con la participación de Koky Salgado, más conocido como la voz de “La Hora del Lonchecito”, pues queríamos una cara conocida para nuestro público objetivo y a la vez que haga constraste con su esposa, la gran Grapa. Además, en el transcurso del viaje, hay personajes que fueron elegidos en los viajes de preproducción en cada lugar donde grabamos, pues queríamos que se sienta en esencia las diversas razas que tenemos en nuestro país.

¿Hubo algunas películas u obras en general que usaste como referencia?
De hecho uno siempre usa referencias para explicar planos o atmósferas, pero en mi caso, peco de no ser un cinéfilo, me interesan más otras artes, la antropología, la semiótica, por lo que mis referencias vienen más de la historia, del mito, del cuento, de la pintura. Es por ello que hay un cuidado en la dirección de arte y la fotografía de la película, siempre buscando un contraste entre lo estético y la contraposición de realidades que podemos observar constantemente en el Perú. Creo que mi referencia principal es la estética kitsch peruana que se encuentra en todo lo que vemos y hacemos, y esos objetos o lugares únicos, endémicos, propios de nuestro país que lo hacen tan especial. El objeto único, extraño, fuera de lugar, es algo presente en toda la película.

Luego de su paso por el Festival de Lima, ¿cómo tienen pensado su estreno comercial?
Con el premio de DAFO aseguramos el estreno para el 2018 y queremos que sea el 14 de junio, antes del fin de semana del Día del Padre. Al ser una película de nuestros orígenes y dedicada a los abuelos, es importante que se haga en este día. Además estamos planificando hacer un viaje por carretera para mostrar la película en todos los lugares que filmamos, a pesar de que ahí no cuenten con salas de cine. Esto lo haremos en conjunto con el colectivo La Combi, llevando una pantalla inflable a todos estos lugares y haciendo funciones gratuitas de la película.

¿Qué opinión tienes respecto a las dificultades que suelen tener las películas que no pertenecen a los géneros de comedia o terror, para hacerse de un espacio en la cartelera comercial?
Efectivamente sabemos que los géneros más taquilleros en nuestro país son la comedia y el terror, pero eso no significa que no veamos otras cosas o que no tengamos oportunidad de hacer otros géneros. Creo que lo más importante en una película, historia, novela u obra, es que te mueva emocionalmente, que evoque algún sentimiento en tu interior y que te genere una reflexión, la cual podrás compartir con los demás luego de verla. «El abuelo» apela al sentimiento y busca dejarte una sonrisa en el rostro, pues creo que ya es tiempo de hacer cine para levantar los ánimos y creo que en eso todos coincidimos.

Habiendo trabajado en producciones nacionales desde hace 10 años, ¿en qué aspectos crees que hemos progresado, y en cuáles aun necesitamos mejorar?
Creo que la democratización de la tecnología y la baja de los costos ha hecho mucho más accesible contar con un acabado más técnico y profesional. Se nota en las imágenes que vemos ahora cómo esto ha evolucionado, con algunas excepciones donde aún prima la falta de experiencia. Creo firmemente que el formato es un aspecto expresivo más del cine, y por más que se filme con una cámara DSLR o una ALEXA, el conocimiento técnico y la creatividad son claves para lograr lo que uno quiere. Existen infinidad de formas de filmar una película con el mínimo de calidad necesario, por lo que ahora nos toca ahondar en las historias, en las actuaciones, en lo que uno quiere decir. Creo que un espectador peruano ya no espera la típica película nacional oscura y lenta, sino algo que lo entretenga y que sienta que está pagando lo mismo por ver una producción de millones de dólares. Solo logrando la conexión emocional y una correcta evolución de los picos dramáticos, podremos tener llevar más gente al cine.

Gustavo Saavedra es director creativo en la agencia de comunicación El Directorio.
Ahora existe mucho más personal técnico para hacer una película. Antes cuando se grababa una, no se podía hacer otra al mismo tiempo porque todos estaban ocupados.
Por último, creo que aún nos falta mucho trabajo para hacer del cine una verdadera industria cultural y eso también depende de los mismos cineastas y en la necesidad de hacer películas pensando en un público objetivo. Creo que se sataniza mucho el hecho de hacer cine comercial afirmando que carece de nivel artístico o de profundidad, pero creo completamente que uno puede hacer cine artístico, profundo y a la vez comercial y debería ser objetivo de todos los cineastas hacerlo. Es importante ser fiel a tus principios y propuestas, pero de qué sirve si nadie las ve o las entiende.

Finalmente, ¿cuál es el tipo de cine que te gusta más, que te apasiona?
Me encanta el cine inglés, en especial aquel que tiene una forma ágil y videoclipera de contar las cosas, de presentar personajes y de hacer cambios en el ritmo de la narrativa, como el de Guy Ritchie, Danny Boyle, entre otros. También me encanta el cine de Almodóvar que siempre juega con el melodrama y la telenovela, pero al tratarla de una forma real y con una estética consistente, permite que sea apreciada y sentida por todos. Me encanta la estética obsesiva compulsiva de Wes Anderson, y como presenta sus escenarios y personajes con una habilidad artística impecable.
En general me gustan las historias íntimas, el cine basado en personajes excéntricos, únicos, memorables. Creo que conectan más conmigo y con la búsqueda de lo universal en lo particular. Pero también disfruto de blockbusters taquilleros llenos de efectos especiales y de comedia. Creo que este género, al ser el más abundante en los últimos años, después de la crisis del 2008, ha evolucionado un montón, y ahora cuenta con mejores guiones y mejores tratamientos en las historias y personajes, haciéndolos no sólo películas de acción, sino también historias universales.

El abuelo (2017)

Ficha técnica
DCP – COLOR – 2018 – 99 min
Idioma original: español
Dirección y guion: Gustavo Saavedra
Fotografía: José Luis Salomón Méndez
Sonido: Edgar Lostanau
Música: Nicolás Wangeman Vega
Producción: Delia García


3 respuestas

  1. […] y La cosa, de Álvaro Velarde. Debutó en el Festival de Cine de Lima 2017 con el largometraje El abuelo, premiado en el Concurso de Proyectos de Largometrajes del Ministerio de Cultura en 2012, y obtuvo […]

  2. […] y La cosa, de Álvaro Velarde. Debutó en el Festival de Cine de Lima 2017 con el largometraje El abuelo, premiado en el Concurso de Proyectos de Largometrajes del Ministerio de Cultura en 2012, y obtuvo […]

  3. […] El abuelo, de Gustavo Saavedra Deliciosa fruta seca, de Ana Caridad Sánchez Wiñaypacha, de Oscar […]

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