“Pocos me conocen pero quizás muchos han escuchado de Lakino”, me dice el responsable y creador del Festival de Cine Latinoamericano de Berlín – Lakino. El peruano Martín Capatinta Auca es un hombre multifacético, autodidacta, amante de las artes escénicas y emprendedor, según me queda claro luego de conversar con él. Luego de siete años Martín ha conseguido su objetivo: montar un festival sólo con cine latinoamericano en la capital alemana.
Pero hacer festivales de cine no es fácil. “Meditamos mucho dejar este proyecto de lado. Los cineastas que estuvieron presentes en la 6ª edición fueron testigos de que no es fácil seguir siendo un proyecto 100% independiente. No sabemos si somos el único festival de cortometrajes exclusivamente latinoamericanos pero lo que sí sabemos es que continuaremos”, reflexión publicada en su página web. Luego de una pausa de un año, el festival vuelve; la 7ª edición del festival de cortometrajes se realizará del 18 al 22 de abril y la convocatoria sigue abierta hasta el 10 de febrero próximo. (Lakino fue concebido inicialmente como un festival anual de cortometrajes pero ahora cuenta también con un festival anual de largometrajes).
Conversé con Martín Capatinta en Prenzlauer Berg, un barrio obrero del antiguo Berlín Este, convertido ahora en un “barrio hipster”, bohemio y al que podría llamarse el más alternativo de la nueva ciudad unificada. Este es el centro de operaciones de mi entrevistado, quien me confiesa haber llegado por casualidad a Berlín.
Martín Capatinta: Llegué el 2002 pero no estaba en mis planes venir a Alemania. Estoy aquí gracias a España. En aquella época pedí primero mi visa para ir a España y me la negaron. Todo el mundo quería ir a Madrid por el idioma. Yo hablo español e inglés pero Inglaterra no estaba tampoco en mis planes, Nueva York sí pero era muy cara. En esos trámites y esperas entablé amistad con unos alemanes que me invitaron a venir a su país. Así llegué y fui primero al sur de Alemania haciendo teatro y danza.
Has estudiado cine en una escuela “auto organizada” ¿Cómo es eso?
Sí, en Film Arche que tiene todos los departamentos que tiene una escuela de cine. Yo quería hacer dirección pero me inscribí finalmente a edición, por temas de cupos. El aprendizaje se transmite entre alumnos, es decir de clases más avanzadas a alumnos nuevos y así sucesivamente. Ahora es una gran institución, ya tiene su propio departamento de documentales. Lo bueno de ahí es que siempre se invita a profesionales del medio, así un fin de semana puede haber un taller con el director alemán Wim Wenders, que vive también en este barrio.
¿Cómo nace la idea del Festival Lakino?
Esta escuela tenía un convenio con el Programa de Juventud de la Comunidad Europea y había posibilidades de seguir cursos, siempre todo relacionado con festivales de cine.
Entonces ahí estaba en mi cabeza dando vueltas la idea de hacer algo. Un día soñé que estaba haciendo un festival de cine y al día siguiente me levanté con esa intención.
Vi que todo el mundo trabajaba en el cine Babylon (distrito Mitte). Llamé por teléfono, hice una cita, les comenté mi idea y pregunté si había fechas libres. “Sí tenemos, agosto 27 y 28”, me dijeron. Pagué y luego le dije a mis amigos: “Creo que tengo un problema porque tengo que hacer un festival en ocho meses”. Así llegó el primer Lakino 2010.
¿Y por qué el nombre Lakino?
Lakino puede significar muchas cosas. Es muy gracioso como concebimos el nombre, para el primer festival no había tiempo para pensar en nombres así que pregunté vía Facebook a mis amigos: ¿Cómo llamarías a un festival latino en Berlin? Y así surgió, de una especie de brainstorming digital. Este nombre era el que más se adecuaba al proyecto, era corto y de fácil pronunciación (cine en alemán es ‘kino’).
¿Y qué ha pasado desde aquella primera edición?
Cada año estoy reinventando el proyecto porque esta creciendo la plataforma. Empezamos con cortos que es la fuerza que nos permitió consolidar el festival. El 2013 sumé al festival de cortometrajes uno de largometrajes, ambos organizados por Lakino (en concepto Latin American Media & Arts Berlin). El primero en abril y el segundo en octubre. La estructura básica de los programas también se ha retocado, al principio era ficción y documental, (con premios para animación, ficción, experimental y otro para documental). Documental estaba aparte pero vi que la gente buscaba más ficción. Ahora tienes los cuatro géneros juntos, en bloques de 6 a 8 cortos, dependiendo de la duración. En largometrajes solo tengo ficción y documental porque máximo puedo programar 20 películas y porque hay que pagar la proyección de las películas.
¿Qué es lo más importante de las convocatorias?
Que los cortos sean estrenos en Berlín. No necesariamente en Alemania. Lakino recibe cerca de mil cortos, en el programa oficial entran 60 cortos y en total con programas paralelos llegamos a 100 ó 120. Y la selección es muy simple, una buena historia y que esté bien contada, a nivel narrativo y después tecnológico. Ya sea documental, ya sea de animación. El corto ganador del último festival fue hecho con un iPhone. Ahora la tecnología es accesoria.
La inscripción a Lakino es gratuita, no puedo pedirle a un cortometrajista que este pagando para entrar en un festival. Y el festival de largos no tiene convocatoria, es una revisión mía, con otros dos amigos, gente involucrada en festivales. Es una curaduría.
¿Hay algún tema específico por edición?
No. En paralelo a los programas de competencia se abordan diversos temas. El público sabe que la programación de los festivales no es fácil. Trato de dar una paleta de lo que se exhibe a nivel social, a nivel de género, a nivel de memoria en Latinoamérica. También hay una sección solo para niños. El público de cine no sólo es latinoamericano: el 60% es alemán, 15% es de otros países europeos y/o de otros continentes, y un 25% es latinoamericano o relacionado con Latinoamérica. Esto es importante para la programación y para la comunicación porque tenemos que saber a quiénes nos estamos dirigiendo.
¿De dónde proviene la financiación?
Todo es privado, si quieres ponerle un nombre sería Fundación Martín Capatinta. Soy una empresa.
¿Pero con las proyecciones se cubre el presupuesto?
Al final el cine es caro, es un 60-40. Un 40% para el organizador, y de esto quizás un 30% se va sólo en publicidad.
En el caso de directores invitados, en cortometrajes llegan entre 25 y 30, y en el de largometrajes 2 a 3. El festival de cortos está en la lista de fondos para películas (Film Commission) en diversos países latinoamericanos. Si el corto está en competencia oficial, el fondo del país de origen de la cinta afronta los gastos; es el caso por ejemplo de Chile, Argentina, Colombia, Brasil.
¿No es el caso de Perú?
Lo que pasa es que Perú no tiene aún esa infraestructura. Veo que esta creciendo, que poco a poco están mandando más a los chicos afuera, a talleres.
¿Qué te parece la producción de cine peruano en este momento?
Me gustó mucho ver que está saliendo gente como Juan Daniel Molero, director de “Videofilia» o Adrián Saba de “El limpiador” que es una historia muy peruana pero muy universal también. Incluso destacó en San Sebastián, el primer festival para Adrián Saba con 23 años. En el Lakino 2013 “El limpiador” obtuvo Mención Especial a Mejor Fotografía.
Pero Lakino va mas allá del cine.
Sí. Lo mío es la cultura latinoamericana no sólo el cine, me gusta la música, así como me gusta el arte. Es como la “Casa de las Culturas del Mundo de Berlín” (HKB) que tiene un departamento de arte, cine, literatura, música y cada departamento desarrolla proyectos. En este caso Lakino empezó como nombre y agregó los departamentos de música y de arte. Armamos una exposición cada cuatro años, Expo Arte, en el 2014 fue sobre el Muro de Berlín y motivo para la reflexión sobre los muros que hay en Latinoamérica. También paralelamente al festival de cine nació el club de música Lakino, donde va mas público latino. Pero se pensaba que Lakino era sólo fiestas y música, entonces para no mezclar cambié el nombre de Lakino Música por “De Puta Madre Club Berlín”. La primera banda que traje fue “Los Babasónicos”, traje también rock pesado: “Molotov”, cumbia sicodélica: “Bomba Estéreo” y de música experimental a Juana Molina de Argentina. Este año traeremos entre otros a Los Auténticos Decadentes, a Javiera Mena, Los Planetas y vuelven: Bomba Estéreo y de Perú, Los Mirlos. Además habrá una Expo Arte en noviembre que se viene trabajando ya desde hace 4 años.
Entrevista y fotos hechas en enero del 2018 en Berlin.
Bonus: Reportaje de la TV alemana Deutsche Welle, en español:
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