La ópera prima de Antolín Prieto Estrada (Trujillo, 1980) forma parte de la Competencia Ficción del 22 Festival de Cine de Lima. «Los helechos» es un dramedy de adultez, tres parejas que viajan a las afueras de Lima en búsqueda de una tranquilidad que la ciudad parece negarles, y en su lugar se encontrarán con ellos mismos, sus taras y sus conflictos de pareja.
Esta película destaca, entre otras cosas, por ser la primera producción peruana en utilizar la técnica de impro en el cine. Si bien el equipo realizador debuta en el largometraje con «Los helechos», cuentan con experiencia previa. Comenzando por su director, Antolín Prieto ha trabajado como asistente de dirección en las películas «Planta madre», «Chicama» y «Lima 13», ha editado los largos «Hija de la laguna», “De ollas y sueños”, “Tren de juguete”, «Guerrero»; y ha dirigido los cortos “Reunión”, “San Felipe”, “Fin del mundo” y “Cero”.
Del reparto, actores provenientes del teatro impro, Núria Frigola es además realizadora documental, fue productora de «Hija de la laguna». Feffo Neyra y Miki Vargas han tenido pequeñas participaciones en el cine, el primero en la comedia «Así nomás» y el segundo en «Dos besos», y en «La hora final», donde hacía de Abimael Guzmán, nada menos.
A continuación conversamos con el director de «Los helechos» para conocer más sobre su película:
Sinopsis: Dos parejas, Toshiro y Helena, casados y con hijas, y Felipe e Iris, más jóvenes y conviviendo, escapan de la rutina de la ciudad durante un fin de semana hospedándose en una finca regentada por un par de hippies, Sol y Miguel. Entre comidas y conversas aparecen conflictos entre ellos. Los deseos personales y una propuesta inesperada disparan las crisis de cada pareja. La complicidad femenina las disipa temporalmente, pero todos se dan cuenta que tendrán que decidir sobre su futuro pronto.
Antolín, ¿cómo se originó este proyecto de cine impro? Contabas que años atrás viste una obra de impro, y encontraste que ahí había potencial para una historia en cine. Cuéntanos un poco sobre ese inicio.
Sí, efectivamente. Hace unos 4 ó 5 años, yo estaba editando «Hija de la Laguna» y Núria Frigola producía ese documental. Ella actuaba en la obra de impro “Historias mínimas”, y me invitó a una función. Al ver la obra y después al compartir una pizza con el elenco, sentí que había dos cosas: una frescura particular en la actuación, y un grupo de actores con fisonomías y caracteres que estaban absolutamente fuera de lo retratado en el cine peruano. Con esas dos ideas, unos días después le propuse a Núria y a Feffo Neyra, su pareja en ese entonces, también actor, hacer una película con impro. Y así nació «Los helechos».
Algunas personas me han preguntado sobre la película, si es una comedia o un drama. Les he respondí que sí y no, que puede ser ambas cosas. ¿Cómo definirías tú «Los helechos»?
Si hay que ponerle un género sería una comedia dramática o un dramedy. Un poco al estilo de la mumblecore americana. Quiero creer que un poco como la de los hermanos Duplass o Noah Baumbach. Pero lo mejor es que cada uno la vea y saque sus conclusiones.
¿Cómo fue el trabajo con los actores? ¿Cómo fue el aprendizaje, quizá a dos vías, de ellos para conocer el lenguaje cinematográfico, y tuyo para adentrarte en el mundo impro
Hay una máxima en la impro que es la de confiar en tus pares y lo que te propongan. Como ese ejercicio donde te lanzas hacía atrás y te sostienen antes que caigas al suelo. El aprendizaje ha sido un permanente confiar en el otro, compartiendo un salto al vacío.
Por un lado, está el aprendizaje que hicimos en los ensayos, en los que fuimos encontrando una técnica de trabajo y una forma de relacionarse actores y equipo técnico. Y por el otro, el de la propuesta en rodaje, en la que tanto yo tenía que aceptar las propuestas de actuación, como los actores las propuestas de cámara y de algunos otros inputs.
Siendo este el primer largometraje peruano hecho con esta técnica, ¿qué referentes tuviste al crear la película?
Todas las películas tienen un grado de improvisación en actuación, así que no sé si somos los primeros, primeros. Justo eso nos andamos preguntando hace poco con los actores, y parece que sí. Al menos sí lo somos con la técnica de impro que usamos.
Sobre las referencias, creo que un poco se fueron alimentando de todo lo que iba viendo en aquel entonces, pero habían algunos frentes concretos que estudiar. Por un lado busqué películas con actuación impro, encontré «6 Years» de Hannah Fidell (está en Netflix), o las películas mumblecore que te decía antes. Después busqué películas con un sistema de producción barato y corto, que era otra preocupación. Y también las que tuvieran la atmósfera que inspirara a lo que quería contar: los cuentos de Rohmer y «Los exiliados románticos» sirvieron mucho en ese sentido.
Una referencia extracinematográfica que fue básica, es una novela gráfica francesa «Pequeños eclipses». Otra, la canción «Amigo» de Juan Gris, que la escuchábamos mucho en el rodaje y que es parte de la película.
¿Qué diferencias, ventajas y desventajas, encontraste en el desarrollo de esta película impro en comparación con otras películas en las que has participado, y que siguen en líneas generales las técnicas estándar de producción en cine?
Creo que tuvimos mucha libertad, que vino de la frescura y la inmediatez que nos podía dar la impro. El guion era un cuadro de excel con los arcos dramáticos más generales, y salvo mis apuntes y algunas líneas específicas, todo se inventaba en el rodaje. Lo que sí hubo fue una búsqueda en ensayos, para encontrar una técnica que nos parezca cómoda. Fue una búsqueda seria, ensayamos, hicimos un corto y después ya nos propusimos hacer el largo. En ese sentido, no fuimos improvisados.
¿Cómo fue el recorrido de tu película durante su producción? ¿Cómo la financiaste? ¿Con qué apoyos contaste?
Ha sido un proceso bien azaroso. Hemos hecho un poco de todo para tener la película terminada. Con los actores y los jefes de área tenemos un acuerdo tipo cooperativa donde todos somos un poco dueños de la película. Hicimos un crowdfunding también. Para el rodaje principal pedí un préstamo bancario que aún estoy terminando de pagar. Postulamos a fondos estatales pero no tuvimos suerte en eso. La edición la hice en los tiempos que pude, entre chambas. La posproducción de color lo avanzamos a distancia, vía Skype, con la colorista en Argentina, luego ya lo cerramos in situ. Nos la fuimos inventando para acabarla. Hacia el final, nos seleccionaron en dos festivales para la sección Work in Progress: en Cuenca y La Habana. Y así fue que pudimos terminar todo.
¿Estás trabajando en nuevos proyectos luego de «Los helechos»? ¿Qué nos puedes contar al respecto?
Sí, tenemos otro proyecto con el mismo equipo y con esta técnica, se llama “Los viudos”, le estamos buscando financiamiento ahora, postulando al concurso de DAFO. Y pues, siempre hay otros proyectos, en documental, en ficción, ideas, pero de esas prefiero no hablar ahora.
Por último, ¿cómo ves el estado del que podríamos llamar «cine independiente peruano», el «cine no comercial»?
Hay un montón de creatividad y de ganas, se están haciendo muchas películas por la libre. Pero tengo la impresión que, en cuanto a apoyos, ha habido reparos para apostar por cosas que representen riesgos, en producción, en distribución, en todo el camino.
Sí pues, el cine ya es un negocio riesgoso como para agregarle más variables, pero eso es parte de lo que se tiene que hacer para que haya diversidad, nuevas voces, nuevas narrativas. Este año DAFO ha abierto algunos concursos nuevos, esperemos que terminen por atender esos otros cines.
Horarios de proyección:
6 de agosto – 7pm – Sala Roja (CCPUCP)
7 agosto – 10:15pm – Cineplanet Alcazar 6
8 agosto – 5pm – Cineplanet Alcazar 6
Los helechos
2018 – 87 min
Dirección: Antolín Prieto
Guion: Antolín Prieto, Máfer Gutiérrez
Fotografía: Carlos Sánchez Giraldo
Edición: Antolín Prieto
Sonido: David Acevedo
Dirección de arte: Chiara Rizo-Patrón
Producción: Eliana Illescas
Intérpretes:
Núria Frigola Torrent, Miki Vargas Navarro, Máfer Gutiérrez, Nooei Kanashiro, Mariana Palau, Feffo Neyra, Pold Gastello
Disclosure: El autor de esta nota ha participado en el crowdfunding de «Los helechos», y ha realizado los subtítulos en inglés de la película. El director, Antolín Prieto, es colaborador de Cinencuentro.
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