Miguel Valladares Vives (Lima, 1984) es el gerente general de Tondero Films, la productora líder del mercado cinematográfico peruano, e iniciadora de lo que algunos se apresuraron en llamar el «boom del cine peruano», cuando en el 2013 estrenaron la súper exitosa «Asu mare», saga que este año regresa con su tercera entrega, en un contexto distinto al que se veía en la cartelera comercial hace cinco años.
En esta conversación larga y a profundidad, Miguel Valladares se explaya sobre los planes de expansión internacional de su empresa, los nuevos proyectos para la pantalla grande y para plataformas de streaming, su visión del mercado actual del llamado cine comercial, y sus propuestas sobre las condiciones que necesitamos para establecer una verdadera industria de cine en el Perú:
Nuevas películas, series de TV, Netflix, y más
Miguel, ¿en qué proyectos está trabajando Tondero actualmente?
Ahora estamos a punto de rodar una película en septiembre, pero no puedo mencionar mucho sobre eso [N.E.: Se trataría de una comedia titulada «Intercambiadas», ahora conocida como «No soy yo, eres tú», dirigida por Daniel Vega, protagonizada por Patricia Portocarrero y Johanna San Miguel], se estrenaría en abril del 2019. Luego estamos en otro proyecto que dirige Jorge Carmona, que se llama «Invisibles». Ahí somos productores junto a Vanía Masías y Carmona. Lo hemos presentado al concurso de DAFO, para ver si tenemos suerte de conseguir un poco de financiamiento por ahí. Si ganamos y todo va bien, empezaríamos a filmar en marzo del próximo año.
«Invisibles» trata sobre las experiencias de varios chicos alrededor del proyecto de Vanía, «Angeles de arena», todo lo que ella ha ido conociendo a través de chicos que provienen de barrios pobres, y cómo fueron evolucionando a través de la danza. Es en particular la historia de un personaje, un protagonista que refleja la esencia de varios de ellos. La película es una especie de «Karate Kid» más ligado a la danza y a las tradiciones peruanas, el protagonista tiene un maestro guía que también está ligado a la danza, pero a otro tipo, a los danzantes de tijera. Esta persona se vuelve su maestro, y lo que le enseña al chico es que a través de la danza uno puede conocer el poder de lo que uno lleva dentro, su cultura, sus raíces, sus sentimientos, etc. Es una mirada a la danza desde otro lado, a través de este maestro y una coach que viene a ser la figura de Vania. La grabaremos en Lima y en Huancayo.
Luego tenemos dos proyectos de serie de televisión que estamos trabajando en paralelo, con dos equipos distintos. Una de las series ya tiene un comprador internacional, falta poco para cerrar ese trato, la empezaríamos a filmar en marzo o abril del 2019. Ahora estamos desarrollando la ‘biblia’ de todos los capítulos. Esta es una serie que ha atraído mucha atención de estudios internacionales, así que estamos en negociación con ellos. En paralelo estamos trabajando otra serie más histórica, sobre hechos que han ocurrido en el Perú. La produciremos acá pero también será para venderla a plataformas internacionales, tipo Netflix, HBO, Fox.
Por otro lado, vamos a empezar la escritura de «Busco novia», basado en el blog de Renato Cisneros. El guion lo adaptamos junto con él, y lo filmaríamos a inicios del 2019 para estrenarla en el segundo semestre del 2020.
Y por úlitmo, estrenamos «Asu mare 3» el 22 de noviembre, ya lanzaremos el tráiler oficial pronto. Como esta película tiene un movimiento de público muy amplio, requiere un trabajo de comunicación muy grande, por lo que no queremos filmar nada durante esas fechas para concentrarnos en que a la película le vaya bien en su estreno.
¿Cómo se da este giro hacia la producción de series?
Pues, no vamos a dejar de hacer películas, pero estamos enfocándonos en otra visión que son las series de nivel internacional. Desde hace un par de años hemos tenido presencia en mercados internacionales, gracias a que abrimos Tondero Distribución y empezamos a ver temas de ventas internacionales. Desde ahí tenemos mucha cercanía con estudios para poder desarrollar proyectos desde Perú y llevarlos al extranjero. No sabemos si lo vamos a hacer realidad tan pronto, pero es nuestra nueva visión de ahora en adelante.
Tenemos dos proyectos de serie de televisión. Una de las series ya tiene un comprador internacional, es para venderla a plataformas tipo Netflix, HBO. La empezaríamos a filmar en abril del 2019.
Se suele decir que el Perú no tiene la capacidad para desarrollar series de acuerdo a estándares internacionales. ¿Ustedes qué opinan al respecto?
Creo que el tema no va por allí, el Perú sí está preparado para exigencias internacionales en series y películas, lo que no tenemos desarrollada es la parte estatal de apoyo hacia la atracción de producciones internacionales. Como pasa en Colombia, que cuando un estudio va a filmar allá, tienen una devolución del 40% de lo que se invierte en personal técnico colombiano, alquiler de equipos, rental, catering. Además tienen un 20% de devolución en logística, hoteles, pasajes, etc. Perú no tiene eso, entonces no podemos competir con otros mercados que ya están abriendo las puertas para convertir a su país en un hub de producción. También competimos con las leyes que tienen países como Chile, República Dominicana, España y muchos otros.
Perú no tiene absolutamente nada de eso, nosotros competimos ante países que obviamente crean mayor interés a los estudios grandes para poder filmar en sus territorios. Pero pienso que el talento existe, creo que hay todo lo que necesita un estudio para hacer una buena serie aquí. A nivel de locaciones en costa, sierra y selva, hay una riqueza increíble. El problema no viene por allí, yo creo que Tondero y cualquier otra productora está capacitada para hacerlo. De hecho Javier Fuentes-León, Héctor Gálvez, los hermanos Vega, Josué Méndez, Silvana Aguirre y un montón de gente están yendo a trabajar a diferentes plataformas, a Netflix y otras. Lo que no está desarrollada es la estructura legal para que empresas como Tondero o cualquier otra productora podamos ser competentes ante el mundo.
Por eso viene la extensión de Tondero. La estamos lanzando en Colombia, en México y en España, esto se debe a que tenemos varios proyectos de series de televisión que si algún estudio no lo quiere hacer en Perú, pues esta misma idea podemos hacerla en Colombia, México o España. Entonces, estamos abriendo oficinas en cada uno de estos países, con socios locales. Con un ex director de Fox Internacional que es colombiano estamos abriendo Tondero en Colombia, con mi ex jefe en MTV y en Nickelodeon estoy abriendo Tondero en México, y así sucesivamente. Con esto no quiero decir que a partir del próximo año se comienzan a hacer producciones en esos países, sino que es simplemente esta nueva visión que Tondero tiene de ahora en adelante para ver si se logra producir las series que queremos hacer. A mí me encantaría que todas se hagan en el Perú, pero si finalmente la estructura que los otros países presentan es mucho más atractiva, pues tendré que filmar en algún otro país.
¿Tondero se abre a la producción de series, acaso para no depender tanto del éxito económico que obtengan con las películas?
Sí, en parte es por eso, porque hacer una película comercial trae mucho riesgo detrás. La idea de hacer series de televisión de ahora en adelante es poder tener un buen proyecto que pueda ser de interés a nivel mundial, se venden a un estudio o plataforma internacional, así uno como productor ya no corre ese riesgo que se tiene al estrenar una película.
¿Es menos riesgoso hacer una serie que una película?
Sí, es menos riesgoso a nivel financiero porque si el proyecto te lo compran diferentes plataformas, al final es como que si, digamos, te comprarán una película que pensabas estrenar. Entonces ya no la estreno, pero les cobro una comisión por haber hecho la película, como servicios de producción. Eso no es tan riesgoso como cuando haces una película, inviertes todo en ella, la estrenas y digamos que no le va bien, eso es un riesgo bastante alto. Y lo es porque en el Perú ninguna película medianamente comercial recibe ningún tipo de ayuda, excepto desde la empresa privada, que es el único socio estratégico que se ha encontrado ahora para hacer ese tipo de películas. Por eso ahora tenemos más películas comerciales que independientes en cartelera.
«La mayoría de nosotros nos hemos convertido en productores de películas de entretenimiento»
Desde 2013 en que se lanzó “Asu mare” hasta hoy, el cine peruano ha convocado a unos 28 millones de espectadores que fueron a ver películas nacionales, y de esos, el 50% aproximadamente fueron a ver películas de Tondero. ¿Qué puedes decir sobre esto?
Es bien difícil prever que un éxito así ocurra, lo que sí sé es que ha habido un trabajo detrás. Mucha gente me reconoce como el productor de “Asu mare”, pero en realidad, antes de esa película yo tenía diez más atrás, he producido películas sobre todo más de autor, como “Casadentro” de Joanna Lombardi, “Ella” de Francisco Lombardi, “Máncora” de Ricardo de Montreuil, etc. En realidad, debido a mi experiencia produciendo películas es que creo Tondero, con la posibilidad de hacer películas de todo tipo.
Esas películas que produje anteriormente no necesariamente tenían como objetivo al público, sino eran más ligadas al arte, el objetivo era ganar Conacine, Ibermedia, financiarse por otros fondos de ayuda y luego tener un viaje en festivales. Pero entonces apareció una nueva manera de ver el entretenimiento ligado al cine con la empresa privada. Y se desarrolla “Asu mare”, que se financia al 70% con la empresa privada, y que lleva tres millones de personas al cine. ¿Si pensé que sucedería esto? Creo que nadie, ningún productor en el mejor de sus sueños, pensaría en lograr una cosa así. Para mí fue bien abrupto además, Tondero tenía cuatro años, fue una gran sorpresa.
Entonces ahí mismo empezamos a desarrollar en paralelo otras películas como “A los 40”, “Locos de amor”, también con esa misma mirada y resulta que “A los 40” hace 1 millón 700 mil espectadores, “Locos de amor” hace 1 millón 300 mil, entonces se comienza a descubrir estas películas que se armaban con un corte más de entretenimiento. Comienza un ‘boom’ de producciones tanto de Tondero como de otras empresas, porque años más tarde, otros productores comienzan a financiar las películas de esa misma forma, se comienza a abrir un mercado interesante para el financiamiento de cine peruano.
Si haces un cálculo de cuánto aporta el Estado para los concursos de ayuda versus lo que la empresa privada está invirtiendo en el cine, verás que ahora mismo la inversión privada es muchísimo mayor. Pero lamentablemente ambas vías están desasociadas. En otros países como España hay una unión entre ambas partes para poder fomentar el cine. Ya que tenemos de nuestro lado a la empresa privada, ¿cómo logramos que esta no sólo financie un tipo de películas sino otras más? Películas que todo el mundo, incluyéndome, quieren hacer, pero lamentablemente no se puede. Es ahí que en otros países el Estado hace que se deduzcan impuestos a través de la inversión de la empresa privada en el cine, entonces ellos tienen la posibilidad de invertir una cantidad de dinero, de impuestos, a favor de la cultura en el país.
[Actualización 5 sept.] El presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, Francesco Petrozzi ha afirmado que «antes de fin de año vamos a tener con suerte una ley de cine… En el Perú tenemos dos tipos de cine: el cine arte, que funcionó bien con fondos concursables en el Ministerio de Cultura, y el cine comercial. A este debemos darle incentivos para que la industria florezca y cree más puestos de trabajo.»
«No podríamos enorgullecernos de que ya existe un ‘boom’ del cine peruano, cuando realmente no ha pasado».
En nuestro país, lo que ha terminado pasando es que casi todos los productores nos hemos convertido en productores de películas de entretenimiento. Yo he tenido acá guiones de varias películas, de los hermanos Vega, «La bronca», o la nueva de Javier Fuentes-León, la de Adrián Saba, pero, ¿cómo financio ese tipo de películas? Si no son las que le interesan a la empresa privada. Porque ellos lo ven como una inversión de su presupuesto de publicidad, lo único que ven ellos es un retorno de publicidad. Si lograríamos que ese mismo dinero no salga del presupuesto de publicidad, sino de los impuestos, que el Estado les haga una deducción de impuestos a favor de la cultura, ellos podrían invertir en cualquier película más allá de que sea comercial o no. Por lo tanto, el crecimiento sería en paralelo, tendríamos muchas más películas independientes que puedan estar apalancadas por un financiamiento desde la empresa privada también y no sólo esperando que DAFO nos entregue unos cuantos premios al año.
Creo que de las 25 películas estrenadas el año pasado, 5 son independientes y 20 más comerciales. En el Perú hay un desbalance de lo que entendemos por cine. Por eso siempre digo que en el Perú todavía no hay una industria cinematográfica, para que exista se necesita que justamente haya exista balance. No podríamos enorgullecernos de que ya hay un ‘boom’ del cine peruano, cuando realmente no ha pasado.
En Tondero en cierto momento intentaron producir películas que tuvieran un nivel de audiencia importante y que al mismo tiempo sean bien recibidas en festivales y por la prensa especializada. Por lo que nos dices, ¿ahora es muy difícil que sigan haciendo esto?
Sí, es muy difícil. Te lo digo así: lo hemos intentado por varios años pero es insostenible. Hubo años en que sí pudimos hacerlo porque entonces las películas comerciales apalancaban las películas más independientes. Digamos que teníamos 5 películas en el año, 3 eran comerciales y 2 independientes. A las marcas les decíamos: «si quieres estas 3, obligatoriamente tienes que comprar estas otras 2, y el paquete anual te cuesta tanto». Teníamos un poder de negociación interesante. Pero lamentablemente esto se ha ido cayendo año a año, porque hay películas comerciales que no han funcionado como nosotros esperábamos, y las marcas también se dieron cuenta que el retorno que tenían estas películas indies no tenía mayor valor para ellos. Así que después de algunos años de intento, las marcas nos dijeron: «solo queremos las películas comerciales, nada más». En ese punto ya era insostenible. El 2017 ya no pudimos invertir en ninguna película indie, y tampoco este año. Recién ahora estamos evaluando la posibilidad de entrar a una o dos, pero ya vamos un año y medio en los que no estamos produciendo ninguna película de autor. Por eso, este año también nos hemos presentado al concurso de DAFO con un par de proyectos para conseguir algo de financiamiento ahí, sumarlo con algo que nosotros tenemos, y poder hacer también otro tipo de cine [N.E.: Tondero presenta a concurso el proyecto «Astronauta» dirigido por Paul Vega. «Invisibles» de Jorge Carmona se presenta a concurso con la empresa La Luz Producciones].
«Con ‘Asu mare 3’ es probable que sí pasemos el millón, eso espero»
¿Cómo es tu visión del cambio que ha sufrido el público peruano? Desde el estreno del primer «Asu mare» hasta ahora el público en total ha aumentando en número, pero se está distribuyendo de otra manera.
Sí, es así. Lo que pasa es que cuando nosotros comenzamos con «Asu mare» teníamos el mercado solos, era un éxito tras otro. Luego, en años posteriores varias empresas hacen lo mismo, más películas de entretenimiento. Así es que la oferta de ese tipo de películas ha crecido bastante, el público existe y crece también, pero está más disperso entre la cantidad de películas peruanas en cartelera. Ahora hay varias empresas que hacen películas pensando en el público, a algunos les está resultando, y también están atrayendo público.
¿Crees que hay espacio para que crezca el número de estrenos peruanos al año?
Creo que el mercado está un poco saturado, porque ya no hay mucho espacio en el ‘competitive’ para meter tanta película peruana. Actualmente, si tenemos 25 estrenos en 12 meses, estamos hablando que cada 2 semanas se estrena una película. Los cines entonces están más agresivos cuando hay una película peruana en cartelera y luego entra otra peruana. Casi nunca le quitan salas a los grandes blockbusters sino a la película peruana que ya tiene una semana en cartelera. Entonces es una situación bien difícil, todo el tiempo hay que estar luchando contra eso. Por eso nosotros, si bien vamos a seguir produciendo películas, vamos a poner también otro enfoque hacia las series de televisión, pensar en el mercado internacional, ver qué otros caminos abrimos para que Tondero siga manteniéndose como empresa.
Este año menos mal, tanto a «Locos de amor 2» como a «Soltera codiciada» les ha ido relativamente bien para el tipo de película que habíamos producido. «Soltera codiciada» es una película pequeña que pretendíamos que haga unos 500 mil espectadores, y justamente hizo esa cifra. Ambas han cumplido un objetivo mediano.
¿Y cuál es tu cifra para “Asu mare 3” que se estrena pronto?
No tiene cifra, pero obviamente pretendemos que haga la mayor cantidad de taquilla posible. No sabemos porque, como hemos visto, el mercado ha cambiado. No sé qué pasará con esta película. Menos mal que “Asu mare 2” hizo más [taquilla] que la primera, han pasado tres años, no sé qué sucederá ahora en un mercado con una oferta mucho más amplia. Pero ya vi la película, tengo fe que la gente se va a enganchar, son los personajes que les gustan. Es que para el cine un poco más competitivo a nivel comercial siempre es un albur, nunca sabes, piensas que tienes una película súper comercial y cuando estrenas, no va nadie.
Respecto a la taquilla, en el 2017 ninguna película llegó al millón de espectadores, hasta el 2016 sí, “Locos de amor” hizo 1 millón 300 mil. Después, ninguna ha llegado a esos números. De hecho, este año ni con “Locos de amor 2” hemos hecho un millón, con “Asu mare 3” es probable que sí pasemos el millón, eso espero.
Parece que nos hemos acostumbrado, el público y cierto sector de la prensa, a esperar que una película exitosa llegue al millón de espectadores, y si no lo logra, se piensa que es un fracaso.
Sí, y muy mal acostumbrados todos. Por ejemplo, en España donde estuve recién un par de meses, si una película llega a los 500 mil espectadores ya es uno de los éxitos del año. Claro, ellos tienen 100 películas que estrenan al año, por eso, que lleguen al medio millón es un logro. [N.E.: Sobre el tema, revisar la recaudación del 2018 del cine español]. El tema es que en el Perú ya está pasando eso, estamos estrenando tantas películas que ya ninguna llega a cifras tan altas.
«Desde el 2016, ninguna película peruana llegó al millón de espectadores. En España si una película llega a los 500 mil ya es uno de los éxitos del año.
Lamentablemente, también va comenzar a bajar la calidad, y eso preocupa. Lo que termina pasando es que el punto de equilibrio para el productor tiene que ser el menor posible, por lo que el costo de producción también tiene que bajar, y ahí la primera que se perjudica es la realización. Si comparas lo que hicimos con «Guerrero» y «Av. Larco» frente a lo que es «Soltera codiciada» o «Locos de amor 2», hay una diferencia de producción. Antes era una cosa enorme porque pretendíamos romper la taquilla y como no lo logramos, ahora hay que retraerse, y eso significa grabar menos semanas y otros recortes que al final terminas aceptando. Entonces, tenemos una película que sí, está bien hecha pero vas reduciendo el nivel de producción. Tenía la esperanza de seguir creciendo, pero de pronto yo mismo me di contra la pared y caí, nos costó un montón volver a pararnos y empezar de nuevo. Ese cambio sí nos costó, ya habíamos hecho cosas bien grandes. Ahora tocaba retraerse.
Tondero Distribución y las películas indies
¿Qué nos puedes contar del brazo de distribución de Tondero? Vemos varias películas de corte más independiente en su portafolio
Lo que hemos encontrado es que las películas más de autor pueden encontrar una distribución en cines acá, pero no tienen la opción de las ventas internacionales, que es un ancla más poderosa. Con el tiempo, con Tondero cuando hemos estado en ferias y mercados, en LA Screenings, Cannes, San Sebastián, Ventana Sur, comenzamos a conseguir una red de contactos para vender directamente los productos peruanos, tipo «Pacificum» o «La hora final», entre otras. Entonces, las hemos empezado a vender directamente a plataformas internacionales. En el caso de esas dos películas, nosotros las vendimos a Netflix, ya no nos están pagando a través de un agregador regional sino directamente. Recuerdo que cuando vendimos el primer «Asu mare» a través de un agregador, no nos pagaron ni 10,000 dólares. Y lo que hemos conseguido ahora, vendiendo directamente, es mucho más que eso.
De hecho, también hay otras películas peruanas que acabamos de vender a Netflix, pero eso no lo podemos anunciar aún. Entonces, ya hay un camino más interesante para este tipo de películas, que ya no se quedará solo en su pase por cines donde el retorno es casi mínimo. Estamos vendiendo a diferentes plataformas HBO, Fox, Amazon, Google Play, iTunes, etc. También a aerolíneas, hoteles, y más ventanas. La fortaleza más grande que tenemos ahora en Tondero es la venta internacional, siempre es mejor que una misma empresa maneje tanto el estreno en cine de una película como sus ventas internacionales.
Muchas veces estas películas de autor terminan siendo más rentables en el mercado internacional, ¿no es así?
Así es. Si tienes una película comercial que tuvo una buena taquilla, se va vender bien a nivel internacional. Si tienes una película de autor que no tuvo buena taquilla pero que tiene un buen recorrido en festivales, también se puede vender muy bien internacionalmente.
Una película comercial que no ha llevado gente y que tampoco le fue bien en festivales, pues no tiene escapatoria, es una película que no se va vender en ningún lado. Igualmente con una película indie que puede ser buena pero no ha ganado ningún premio y no ha tenido ninguna selección, es probable que no se venda.
Volviendo a la audiencia, quizás los perfiles de público son ahora distintos, los que buscan un cine más independiente ya no van al multicine sino que miran hacia las plataformas tipo Netflix.
Sí, totalmente. Y eso sigue cambiando cada vez más. Ahora la afluencia de cine es de cierto nivel, pero poco a poco, con la penetración de todas estas plataformas nuevas, mucha gente ya está dejando de ir al cine, porque están encontrando películas en venta en iTunes, Apple TV, etc. Ya casi que puedes encontrar la película que está en cartelera, en tu casa. Si esto sigue pasando, vas a tener menos asistencia a salas, así el mercado de multicines va a terminar cayendo.
¿Los ingresos para los productores peruanos por los estrenos son menores ahora?
El ticket promedio de la entrada de cine para el productor en el Perú, es menor que mucho del resto del mundo. Antes era un dólar y ahora ya ni eso, es 0.80, 0.90, mientras que en otros países es 2 ó 3 dólares. Antes entraban 300 mil espectadores y lo que recibía el productor era 300 mil dólares, ahora es menos. Si vas a otro país y estrenas la misma película, de esos 300 mil espectadores, recibes 600 mil o 700 mil dólares.
Todo esto es algo que también nos ha empujado a salir y estrenar películas en Colombia, entrar al mercado mexicano, pues ahí tienes un espacio enorme. Es un poco replicar lo que estamos haciendo en Perú a otros mercados, para crecer.
«No creo que este sistema de producción basado en auspicios con marcas sea sostenible en el tiempo. Y eso todos los productores lo saben.»
¿Cómo es su relación con las salas de cine? ¿Tienen alguna ventaja por ser Tondero?
No, para nada. La gente dice eso pero la verdad es que a nosotros siempre nos ha tocado luchar. Si tenemos una película comercial atractiva, o una secuela, los cines sí nos abren la puerta, efectivamente. Pero si traemos algo nuevo, que no necesariamente tiene detrás un éxito comercial o un casting interesante, también nos ponen un montón de trabas y nos empiezan a bajar la cantidad de salas. Con «Soltera codiciada» nos pasó eso, al principio la vieron como que no era una película para un público masivo y nos dieron una cantidad de salas mucho menor a lo que normalmente nos dan.
Ahora, también es riesgoso para el productor tener muchas salas, si yo sé que mi película no es un monstruo taquillero, pero logro que el cine me dé 100 salas, voy a terminar pagando esos 100 VPF (Virtual Print Fee), y si la película hace solo 8 mil espectadores igual tengo que pagar por las 100 salas. ¿Quién pierde? Yo. Entonces nosotros también tenemos que ser muy inteligentes a la hora de saber cuántas salas pedimos, porque no es solo elegir más salas, sino saber que luego uno va a tener que pagar por esas salas. Trabajamos en equipo con ellos para estimar mejor la cantidad de salas que más nos conviene.
El próximo año ya debería acabarse ese tema del VPF, ¿no?
Sí, el próximo año ya se acaban esos contratos y espero, toco madera, que ahora no se cree otro tipo de pago que haya que hacer.
Los exhibidores son los que tienen la sartén por el mango, son los que tienen un porcentaje mayor de ingreso inclusive que quien crea el proyecto que ellos están exhibiendo, pero también los distribuidores (y nos incluímos ahora ahí también) no es que tengan un riesgo muy grande. Siempre el que termina perdiendo es el productor.
Lo que no parece bien es que los exhibidores nos traten, a las películas peruanas, como a cualquier película de afuera. Porque la nuestra no es solo una competencia en los horarios de la cartelera, sino es una competencia directa… Yo pago la misma cantidad de VPF que ellos. De repente los productores peruanos deberíamos estar exonerados de ese pago, igualmente con el impuesto municipal, de repente eso solo lo deberían pagar películas de afuera. Porque si no, cómo capitalizamos para seguir haciendo más películas.
Qué va pasar si se cae este sistema de producción basado en auspicios con marcas, porque no creo que esto sea sostenible en el tiempo… por eso estamos pensando en que nuestro negocio también vaya por otro lado, creo que no es sostenible y todos los productores lo saben.
¿Piensas que en un momento las marcas se van a agotar y van a decir: ya no nos interesan las películas?
Sí, porque al haber mucha oferta de películas y el número de espectadores total no crece al mismo ritmo, vamos a tener menos taquilla por cada película, por lo que las marcas van a ir disminuyendo su participación en películas. La única manera que esto sea sostenible es que entre a tallar, por ejemplo, el Ministerio de Economía y le dé a la empresa privada algún incentivo para que sigan invirtiendo en cine y las artes en general. Sino, veo poco probable que esto se mantenga en el tiempo.
Entonces, para que se cree una industria, para lograr un cambio más sostenible, ¿eso depende más del Estado?
Si, sabiendo que a la empresa privada ya la tenemos del lado nuestro, hay que ver cómo hacemos para que se mantenga, ese sería un buen camino para crear una industria. Y por otro lado, cómo hacemos para que ahora que se está produciendo tanto, el Perú produzca para afuera. Eso implica crear leyes que fomenten ese tipo de proyectos.
¿Estamos hablando de una Film Comission?
Sí, es la famosa Film Comission, que se da en todos los países. Lo que pasa es que en las Film Comission entran a tallar no solo el Ministerio de Cultura, es responsabilidad también del Ministerio de Economía, Transportes y Comunicaciones, etc. Todos trabajan para posicionar el país y sus locaciones en el mundo. ¿Cómo hacer para traer producción de series y convertir al Perú en un hub de producción internacional? ¿Por qué no estamos produciendo acá «Narcos», «El Chapo» y otras series de televisión y que se exporten afuera? Colombia y Chile tienen Film Comission sólidas, eso ya es una función más del Estado.
Entiendo que el Perú tiene aún otras necesidades más importantes por atender. Pero no podemos descuidarnos, pues si nos dedicamos solo a salvarnos y no a desarrollar, a crecer, jamás vamos a salir de donde estamos. Hay que tener los ojos bien puestos en las necesidades básicas, pero también otra mirada en lo que queremos avanzar. Y ahí es donde estamos atrapados, no miramos qué cosas pueden cambiar para bien en el país si desarrollamos nuestra cinematografía, si nos exponemos al mundo.
¿Tienes algunos ejemplos de cómo se da esto en otros países?
Uno de los factores importantes para que París se convierta en la ciudad del amor y que se posicione tanto en la mente de la gente, es por las películas. Ahora que he estado en Croacia, que era un país casi desconocido, a partir de «Game of Thrones» hay tours para ir a ver dónde se grabó la serie. Fui a Croacia hace poco y ¡parece Disneylandia! Ahí hay un enfoque y una visión que no estamos trabajando.
Lo que ha pasado con nuestra gastronomía es un gran ejemplo de lo que podría pasar en cualquier otro sector del Perú. Todo el mundo habla de la comida peruana porque de alguna manera la hemos expuesto ante el mundo. ¿Y qué más podemos exhibir ante el mundo? Que es un poco la propuesta que suelto. Tenemos un clima excelente donde podemos filmar, tenemos costa, sierra y selva, desiertos, tenemos todo, pero no explotamos nada de eso porque no hacemos que lo sepa el mundo. Ahí estamos retrasados y eso me da pena, no vamos a crecer como industria si nos quedamos ahí.
En los proyectos de ley que se crearon con los gremios de cine, se incluían estas propuestas, aunque solo ligado al Ministerio de Cultura, pero no a los ministerios de Producción, Economía, etc. Ahora en el nuevo proyecto de ley, empieza a verse algo de esto, pero no por completo. No tenemos incentivos hacia los productores extranjeros, invitándoles a filmar en Perú. Porque esta, finalmente, es una competencia por ver qué país ofrece mejores oportunidades para el que viene de afuera, y eso acá no lo estamos viendo. Mientras los otros países están haciendo todo lo posible por que vengan de afuera a filmar, nosotros estamos espantándolos de que filmen aquí. Eso tiene que cambiar.
Entrevista realizada por Laslo Rojas y Luis Ramos, en Magdalena del Mar el 16 de agosto del 2018.
Edición y textos: Laslo Rojas
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