Las películas que dependen demasiado de alguna técnica en particular suelen olvidar algunos de los elementos más importantes de cualquier producción, como una narrativa sólida o personajes con los que uno pueda empatizar. Por ejemplo, muchos de los exponentes del ahora pasado de moda, y mal llamado «found footage», la mayoría películas pertenecientes al género del terror, o filmes como “Unfriended”, que se enamoran tanto de lo novedosa que es su propuesta audiovisual, que se olvidan de construir una buena atmósfera de terror, o personajes que se sientan creíbles.
Felizmente ese no es el caso de “Buscando” (Searching, 2018), un notable thriller protagonizado por el infravalorado John Cho, más conocido por interpretar al Chico “MILF” en las películas de “American Pie”, a Harold de la trilogía marihuanera de “Harold y Kumar”, y por supuesto, a Hikaru Sulu en las nuevas películas de “Star Trek”. A medio camino entre el comentario social sobre la utilización de la tecnología en la vida diaria, y el thriller de misterio con un alto componente emotivo, “Buscando” utiliza su intrigante formato a la perfección —toda la historia es narrada a través de pantallas de computadora, videollamadas, cámaras de TV, y videos o streamings—, desarrollando una narrativa llena de giros inesperados que, difícilmente, hubiera podido ser contada de otra manera.
Cho interpreta a David Kim, un ejemplar padre de familia que acaba de perder a su esposa, Pamela (Sara Sohn) luego de una larga batalla contra el cáncer. A pesar de que quiere mucho a su hija adolescente, Margot (Michelle La), no parece estar preparado para hablar sobre la reciente tragedia con ella, lo cual la obliga a lidiar con su propio dolor de otras maneras. Esto se ve reflejado en la repentina desaparición de la chica, quien luego de ir a estudiar a la casa de unas amigas del colegio, deja de comunicarse con su padre.
Con la ayuda de una detective llamada Rosemary Vick (Debra Messing), David se empecina en hacer todo lo posible por encontrar a su hija y descubrir exactamente qué pasó con ella. ¿Decidió escapar de su casa? ¿Fue secuestrada? ¿Está viva? ¿Está muerta? A través de su investigación, ambos personajes irán descubriendo más y más sorpresas en relación a Margot, lo cual llevará a David a darse cuenta que, de repente, no conocía a su hija tanto como él creía.
El director Aneesh Chaganty trabajó muchos años dirigiendo comerciales para Google y, en general, trabajando para la gigantesca compañía digital, y eso se nota. “Buscando” es de las pocas películas de grandes estudios que realmente parecen entender cómo es que funciona la tecnología en el día a día. Toda aplicación que se utiliza en la película funciona tal y como lo haría en la vida real, y ninguna es utilizada de manera inverosímil o técnicamente incorrecta. A pesar de que todas las gráficas fueron diseñadas y animadas desde cero, cada ventana, cada programa y cada web luce tal y como debería lucir, y ninguna marca es reemplazada por equivalentes libres de derechos. Puede que suene a “product placement”, pero la utilización de todos estos aplicativos tiene sentido dentro del contexto del filme, lo cual le permite obtener cierta naturalidad y verosimilitud que pocas veces uno ve en blockbusters desarrollados por gente que poco o nada sabe sobre esta tecnologías.
Lo mejor, sin embargo, es que la tecnología y, en general, el formato de la película es utilizado al servicio de la historia, y no viceversa. Durante la mayor parte de su duración, “Buscando” respeta el formato que es introducido desde la primera escena, y a pesar de que, en ciertos momentos, el guión se sale un poco del contexto de laptops y smartphones para llevarnos al mundo exterior —la utilización de cierto servicio de streaming, por ejemplo, se siente forzada, así como la presencia de videos de noticieros—, uno nunca siente que los personajes están grabando en momentos innecesarios, o haciendo videollamadas cuando simplemente podrían mandar mensajes de texto. Y hablando de los mensajes de texto —estos son utilizados, también, con mucha efectividad, tanto para avanzar la trama, como para desarrollar la relación entre David y Margot.
Podría pensar en cómo se contaría la historia de “Buscando” bajo un formato tradicional, pero las pantallas y las conversaciones de texto y las videollamadas y lo streamings están tan bien integrados en la película, que esto terminaría siendo un ejercicio de futilidad. No quiero llegar a mencionar spoilers, por lo que lo único que diré es que la utilización de la tecnología, así como sus consecuencias en la vida de una adolescente emocionalmente vulnerable y solitaria, son vitales para el desarrollo de la trama de “Buscando”. Es ahí donde radica la genialidad de la cinta.
Lo bueno, también, es que “Buscando” funciona como un genial thriller, lleno de momentos de tensión y suspenso sin igual. Consideren las escenas en las que David parece estar a punto de encontrar una nueva pista sobre el paradero de su hija, los momentos en los que descubre un nuevo secreto sobre su vida virtual, e incluso las diversas pistas falsas que el guión incluye para que uno no descubra el giro final. Lo mejor, tanto de dichas distracciones como de la revelación final, es que tienen sentido, especialmente si uno comienza a pensar en retrospectiva, dándose cuenta de las innumerables pistas y referencias ocultas que la película había ido insertando en cada escena. Fuera de sus cualidades técnicas y temáticas, “Buscando” es un thriller muy bien construido que jamás insulta la inteligencia de sus espectadores.
John Cho transmite con realismo el dolor que siente en relación a la desaparición de su hija. Comienza la película como un padre amable, trabajador y preocupado, pero que también está procesando su propio sufrimiento; quiere hablar con Margot sobre su madre, pero simplemente no puede. Esto se ve reflejado, también, en la manera en que reacciona a su nueva tragedia; la culpa y la desesperación que siente. Por su parte, la novel Michelle La también está muy bien como Margot, desarrollándola como una adolescente moderna —siempre conectada, dispuesta a revelarle detalles de su vida a completos extraños en la Internet—, que está buscando la manera de desfogar su dolor con quien sea. Son dos interpretaciones principales que le otorgan mucha emotividad a la historia.
“Buscando” logra hacer lo impensable: utiliza un formato audiovisual que podría llegar agotar, de manera innegablemente efectiva para desarrollar una trama intrigante y emotiva. Debra Messing da una actuación eficiente pero por momentos algo tosca, y sí, el formato es traicionado durante algunos momentos durante el tercer acto —estas son las pocas escenas que se sienten fuera de lugar—, pero aparte de estas deficiencias, “Buscando” logra convencer gracias a sus potentes actuaciones centrales, a un guión muy bien construido e inteligente, y a una gran sensación de verosimilitud —para Latinoamérica, por ejemplo, todas las gráficas y textos y animaciones han sido traducidas al castellano. “Buscando” es una intrigante cinta de misterio que lo hace sentir a uno como parte de las vidas de estos personajes, y por ende, termina enganchándolo desde el primer minuto.
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