«Frontera azul»: Entrevista con el director Tito Köster

Alaska, Namibia, Indonesia, Tahití y el norte del Perú son los escenarios donde transcurre «Frontera azul», la nueva película dirigida por Jorge Carmona y Tito Köster.
Este filme de ficción, con algunos elementos del cine documental, tiene al mar y al mundo del surf como eje que une las cinco historias desarrolladas en locaciones alrededor del mundo. Se estrenó comercialmente en Lima el pasado 7 de febrero, y previamente se vió en el Festival de Lima del 2018.

A continuación conversamos con uno de sus directores, Tito Köster:

La enfermedad, la pérdida, la muerte, son temas que recorren todas las historias, abordadas con buena carga de misticismo. ¿Por qué eligieron esos tópicos y cómo trabajaron para unirlos entre sí a través del mar, otro escenario recurrente en la película?
Los seres humanos tenemos una serie de momentos que enfrentamos en la vida como una constante: vida, muerte, enfermedad, salud, y estas situaciones están ligadas a emociones básicas como el amor y el miedo. Bajo la premisa de que todos estamos en el mismo viaje y que realmente no estamos separados cómo aparentemente lo vemos.
Estas situaciones y emociones nos hacen conectarnos y regresar a nuestra fuente u origen. Somos agua, estamos hechos de ella, nuestra sangre, nuestro sudor, nuestras lágrimas. Todos nadamos en el mismo mar, pertenecemos al mismo océano.
De allí que buscamos una conexión. Queríamos contar historias simples pero muy humanas para reflejar todo esto.

Cuéntanos sobre el origen del proyecto. ¿Cómo eligieron las distintas locaciones alrededor del mundo para la película?
El proyecto surge de un encuentro casual con Jonathan Gubbins y luego se une Jorge Carmona. A Jorge lo conozco hace muchos años y nos une una amistad muy sincera, además hemos sido colaboradores desde nuestros inicios en la realización publicitaria. Y también compartimos una visión espiritual similar.
La premisa era hacer una película que tenga como locaciones los lugares donde están las mejores olas del mundo, esto porque Jonathan es un surfer de calidad mundial.
Pero ya con Miguel Ángel Moulet, nuestro guionista, queríamos hacer una película que tenga surf, pero que sea como la vida misma.
Miguel Ángel nos trajo los primeros borradores e hicimos clic. Teníamos la misma visión que él. Así que solo fuimos adaptando un poco los guiones en cada locación.

¿Cómo fue el trabajo de realización en cada uno de estos países? Considerando las diferencias de idioma y de cultura.
El trabajo cinematográfico tiene un proceso. En cada país contactamos con una productora local que nos dio los servicios. En el cine se habla un mismo idioma, sin importar la nacionalidad. Conocer a gente con una cultura distinta, pero que vive situaciones similares, nos dio más empuje para realizar las historias.
Además nosotros éramos cuatro locos que viajábamos con nuestros equipos, con muchas ganas, curiosidad y una mirada de niños.
Los equipos de producción con los que hemos trabajado han sido muy profesionales y además con mucha sensibilidad. A través del humor hemos hecho grandes amistades.

La película esta narrada en un dialecto de Alaska, ¿por qué eligieron esa lengua, de las varias que tiene la película?
Sí, la voz en off está narrada en Yupik, lengua nativa de Alaska. El personaje de Aga se vuelve la voz de la conciencia de todos los personajes. Al estar en otro plano puede viajar en la mente de los personajes.
Esta historia se hizo al final, porque buscamos el origen del agua. Y buscamos algo más puro y simple. Es algo hermoso.

La película es una ficción con elementos del cine documental. ¿Cómo fue el trabajo con los actores?
La película es una ficción, con una sensibilidad necesaria para expresar sentimientos y emociones a través de la belleza de las imágenes. Trabajamos con algunos actores y otros personajes que no lo son. Esto te da una dinámica interesante y también una frescura natural.

En la película destaca mucho la fotografía, tanto en tomas aéreas como submarinas. Cuéntanos cómo trabajaron ese aspecto del filme.
El trabajo de cinematografía ha estado a cargo de Jorge Carmona, como director de fotografía. Además de contar con el talento de Pedro Fortes y Daniel Gárate, ambos son masters. También hemos seleccionado los lugares y las horas de luz para tener esa calidad.

Jonathan Gubbins es uno de los productores. Él anteriormente participó en la película «Stoked», también sobre surf.
Sí, Jorge, Jonathan y Rafael Acuña son los productores. Ellos han manejado diferentes variables para que esta película sea una realidad. El trabajo ha sido en equipo. Felizmente todos ha fluido muy bien.

¿Tuvieron alguna referencia sobre determinadas cintas o directores durante el proceso creativo?
En realidad no hemos usado referencias específicas, salvo la escena de la quema de la cabaña. Pero, a la vez, es inevitable que no tengamos algunas influencias de directores como Lynch, Tarkovsky, Kurosawa y Malick.

La película se estrenó en el Festival de Lima el año pasado. ¿Tienen pensado enviarla a festivales internacionales?
Es una película para que la vea todo el mundo. La película tuvo su presentación en el Festival de Lima, y ahora está en cartelera comercial. Con mucha emoción, porque han sido siete años de proceso, y hay un profundo agradecimiento a la naturaleza, al mar y también a las personas que siempre creyeron en nosotros y nos han apoyado siempre.
Esperamos que el cine siga creciendo en el Perú y también se haga un cine para crear conciencia de lo que somos, del maravilloso planeta en que vivimos.

Entrevista realizada por Laslo Rojas y Juan Carlos Ugarelli, el 12 de febrero del 2019.