Considerando lo mal dirigidas y editadas que pueden llegar a estar las escenas de acción de un blockbuster estadounidense promedio, que podamos disfrutar de películas como “John Wick 3: Parabellum” debería considerarse como una bendición. Después de todo, aquí tenemos una serie de películas (porque no, la tercera entrega no será la última) en donde la acción es presentada de manera clara, sin abusar de los cortes rápidos o las cámaras en mano, haciendo que el espectador sienta cada puñetazo, patadón y disparo. Las coreografías son creíbles y brutales, y más importante, cada acción específica tiene una consecuencia (usualmente, la horrible muerte de un personaje secundario o extra).
Y sí, se podría considerar que ese es el tema principal de “John Wick 3: Parabellum”: las consecuencias. No es algo complicado de descifrar; se menciona explícita y frecuentemente en el diálogo, como para que ningún miembro del público se sienta perdido. Pero es algo que, también, está insertado en el mismísimo ADN de la película, la cual nos muestra las repercusiones de todo lo que John Wick (un inmortal Keanu Reeves) hizo en las dos películas anteriores. En aquellas cintas, sus asesinatos parecían no tener mayores consecuencias; cada enemigo se sentía como un villano de videojuego, el cual tenía que ser destruido para pasar al siguiente. Pero en esta tercera entrega nos enteramos que, efectivamente, cada una de esas muertes ha sido contabilizada por la “High Table” (los titiriteros de este universo, por llamarlos de alguna manera), y que ahora están buscando una compensación.
Consecuencias de toda la muerte que ha causado Wick, pero también de todo lo que le hicieron al principio de esta historia; es decir, cuando mataron a su perro, destruyeron su carro, y acabaron con la vida pacífica que estaba teniendo luego de la muerte de su esposa. Al igual que en las primeras dos entregas, Wick es una máquina de matar, enfocada en acabar con todo el que se le cruce en el camino, e impida que pueda vivir en paz, recordando a su esposa. Desgraciadamente para él, pero felizmente para el público, la paz no parece estar muy cerca que digamos, especialmente ahora que una cuarta película ha sido anunciada oficialmente. Wick parece estar destinado a hacer lo mismo por toda la eternidad: correr, y verse involucrado en peleas y balaceras espectacularmente peligrosas.
“John Wick 3: Parabellum” comienza con John Wick escapando del Hotel Continental. Como asesinó a Santino D’Antonio (el villano del segundo filme) dentro de dicho terreno neutral, el “High Table” lo ha declarado como “excomunicado”, y le ha puesto un precio a su cabeza: 14 millones de dólares. Así que como se deben imaginar, John es perseguido por toda suerte de matones, asesinos y hasta ninjas, quienes quieren matarlo para poder cobrar el dinero. Mala idea.
De estos personajes, el más importante es Zero (Mark Dacascos), un fanático (¡!) de John, pero no es el único que se ve involucrado en el asunto. Una Adjudicadora (Asia Kate Dillon) está persiguiendo a todos los que han ayudado a John en el camino, informándoles que tienen solo siete horas para arreglar este asunto, o serán removidos de sus puestos de poder. En este grupo podemos incluir al administrador del Hotel Continental, Winston (el gran Ian McShane); al Bowery King (Laurence Fishburne), y a La Directora (Anjelica Huston). Considerando la gran cantidad de gente que está detrás, tanto de John como de sus aliados, nuestro protagonista tendrá que hacer hasta lo imposible por arreglar sus problemas. Esto lo llevará a que viaje a Casablanca, en donde recibirá la ayuda de Sofía (Halle Berry), la administradora del Hotel Continental de dicha ciudad.
En retrospectiva, la primera película de “John Wick” es sorprendentemente sencilla. Todo lo que teníamos era a Keanu, un cachorrito muerto, y una historia de venganza. Para la segunda entrega, el desarrollo de este oscuro mundo alternativo de asesinos y gente poderosa en terno fue expandido, y en “John Wick 3: Parabellum”, tenemos incluso más detalles que son revelados. El mundo de la película es palpable: el “High Table” tiene gente en todas partes, y todos están detrás de John. Y el viaje a Casablanca, aunque algo gratuito a nivel narrativo, sirve para expandir el mundo de John, y para hacer que la sensación de peligro se sienta incluso más inmediata.
Pero estoy seguro que la mayoría de gente va a ver una cinta como “John Wick 3: Parabellum” por la acción, y en ese sentido no decepciona. Sí, estoy seguro que, para algunos, podría sentirse como “más de lo mismo” (especialmente si han visto sus dos predecesoras hace poco), pero cuando “lo mismo” está tan bien hecho, a este servidor no le molesta demasiado. Las secuencias de acción son largas, intensas y brutales, llenas de balazos directo a la cabeza, cuchillazos, peleadas con espadas (¡la mejor incluye a “Mad Dog” de “The Raid: Redemption”!), y mucha sangre. Desde la primera pelea entre John Wick y Esteban El Tipo de Tres Metros en la Biblioteca Pública de Nueva York, hasta el enfrentamiento final, “John Wick 3: Parabellum” es un cóctel de adrenalina y testosterona. ¿Mis momentos favoritos? Todos los que involucran a los perros de Halle Berry, y la manera en que los usa con diferentes señales y llamados. Esos perros son lo máximo.
Dudo mucho que vayamos a ver una mejor película de acción que “John Wick 3: Parabellum” este año. Podría argumentarse que es demasiado larga (se le podría quitar unos veinte minutos de relleno), y sí, a pesar de algunas revelaciones sobre su pasado, John sigue siendo un enigma andante, pero como película de acción (de artes marciales, peleas con espadas y cuchillos, y balaceras), “John Wick 3: Parabellum” es un éxito rotundo. Filmada con elegancia, mostrándonos impresionantes contrastes entre lo bello (el ballet, los vidrios en la sala especial del Continental, las pantallas de colores) y lo brutal (toda la muerte y sangre que se ve en pantalla), “John Wick 3: Parabellum” es una orgía de violencia para adultos, y la construcción de un mundo intrigante y complejo. Estaré esperando la cuarta entrega con impaciencia —necesito ver cómo lograrán superar a esta excelente tercera parte.
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