Ya hemos visto esta misma historia cientos de veces, tanto en el cine, como en la televisión y hasta la literatura: una artista talentosa pero tímida, poco a poco va ganando confianza en sí misma, y eventualmente se convierte en una estrella. No obstante, es la primera vez que la vemos con la talentosa Elle Fanning en el rol protagónico. “Alcanzando tu sueño” (ópera prima de Max Minghella, hijo del director británico Anthony Minghella) es un filme algo previsible pero estilizado, el cual se ve beneficiado por una gran actuación de parte de Fanning, planos hermosos que hacen un gran uso de luz natural y color, y cierta emotividad que logra trascender los momentos iniciales algo gélidos y lejanos.
Fanning interpreta a Violet, una humilde y tímida chica de 17 años que vive con su madre, Marla (Agnieszka Grochowska) en un rancho en la Isla de Wight. A pesar de soñar con ser cantante e ir todas las noches a un bar a ser escuchada por un par de borrachos, tiene que conformarse con ir al colegio, trabajar en un restaurante, y soportar a una madre que no cree demasiado en ella. Todo esto cambia, sin embargo, con la llegada de un programa de televisión estilo reality llamado Teen Spirit (o “Alcanzando tu sueño”, en la versión traducida al español). Inicialmente dudosa, Violet le pide a un ex cantante de ópera alcohólico pero de buen corazón llamado Vlad (Zlatko Buric) que la ayude a participar, lo cual resultará en una serie de eventos que, poco a poco, la convertirán en una mini celebridad.
Incluso habiendo leído una breve sinopsis, no resulta difícil adivinar la manera en que la trama de “Alcanzando tu sueño” se desarrolla. Minghella claramente no le tiene miedo a los clichés; la madre que inicialmente no apoya a Violet eventualmente cambia de opinión, la chica y su “manager” se pelean en cierto punto para luego reconciliarse, y ella incluso llega a entablar una relación —bastante superficial— con un chico, quien resulta ser todo un patán. A nivel narrativo, los beats le resultarán familiares a todo espectador que haya visto antes cualquier historia inspiradora sobre una artista. Minghella trata de insertar un par de pistas falsas, las cuales lamentablemente no funcionan, porque uno sabe que si Violet falla en su segundo intento, o es descalificada antes de llegar a la final, la película se terminaría y punto.
No obstante, en vez de que los clichés terminen por arruinar la película, Minghella los presenta de manera suficientemente honesta, haciendo énfasis en la conexión que el espectador entabla con Violet. Además, el tono en general de “Alcanzando tu sueño” difiere bastante de lo que uno esperaría de una historia de este tipo. Sí, tiene varios momentos de humor —la mayoría protagonizados por Vlad—, pero en general, “Alcanzando tu sueño” es una película seria, la cual enfatiza el día a día monótono y gris de Violet, para que el color y el ritmo frenético de la vida de artista luego resalten más. Si Violet es tímida, es porque ha tenido una vida complicada; su padre la abandonó de pequeña, su madre no la termina de entender, y siendo extremadamente religiosa, hasta la obliga a cantar en el coro de la iglesia local.
Felizmente, “Alcanzando tu sueño” nunca se convierte en una experiencia deprimente ni mucho menos. El uso que Minghella y su directora de fotografía, Autumn Durald, le dan a la cámara, es excepcional. Utilizan mucha luz natural durante las escenas que se llevan a cabo en la Isla, haciendo énfasis en la belleza de la naturaleza que rodea a los personajes —las puestas de sol, el rancho, los animales— y aprovechan al máximo los claroscuros y las luces de neón durante las escenas musicales —ya sea en las pruebas, los conciertos, y hasta las discotecas— para otorgarle una cualidad medio underground a la cinta. Aquellos que se molestaron con la dirección de fotografía de Bradford Young en “Solo: una historia de Star Wars”, probablemente se fastidien con lo que Minghella y Durald han hecho acá; una sala con mala proyección resultará en una experiencia casi imposible de disfrutar. Sin embargo, bajo las condiciones correctas, “Alcanzando tu sueño” es una película que luce absolutamente hermosa, especialmente durante las escenas más oníricas, sin sonido directo, que enfatizan la cámara lenta y la excelente banda sonora.
Y hablando de la música; el soundtrack de “Alcanzando tu sueño” es espectacular, y más importante, utiliza muy bien la excelente voz de Elle Fanning tanto para efectos de la trama, como para que uno se quede con las canciones en la cabeza por un buen tiempo. Mezclando baladas con temas más pop, y por alguna razón, canciones electrónicas de los años 90 —incluyendo una nueva versión de Halcyon On and On, de Orbital, la cual muchos recordarán de la película de “Mortal Kombat” de 1994—, el filme logra desarrollar una identidad musical muy propia, la cual combina perfectamente con las imágenes y los personajes que Minghella nos presenta. Lo más importante, en todo caso, es que Violet no se siente como una cantante pop más del montón; tiene un estilo propio, y una honestidad que la convierten en una gran protagonista.
Evidentemente, el trabajo de Elle Fanning ayuda bastante. Sí, podría argumentarse que comienza la película demasiado fría, pero poco a poco, mientras el espectador va siendo testigo de su historia y de su resiliencia, va entablando una relación emocional muy cercana en ella, lo cual hace que el último tercio del filme sea particularmente tenso y emocionante. Elle Fanning no solo canta muy bien —también va desarrollando gradualmente una presencia en el escenario para el personaje, y hasta incluye ciertos momentos que demuestran que, a pesar de todo, sigue siendo una adolescente común y corriente. Como su madre, Agnieszka Grochowska está correcta; el Vlad de Zlatko Buric es suficientemente adorable, y la Jules de Rebecca Hall, a pesar de una caracterización algo cínica, logra evitar la mayoría de clichés de “villana” que se suelen ver en este tipo de películas.
“Alcanzando tu sueño” no sorprenderá a nadie con su historia; toma el mismo camino que varias otras cintas de similar corte, y aunque el final es sorprendentemente abrupto, no dejará insatisfecho a ningún espectador. Donde la película brilla, más bien, es en su hermoso tratamiento visual, su memorable banda sonora, y en el trabajo de Elle Fanning, quien demuestra tener todo lo necesario para convertirse en una estrella de Hollywood. A pesar de haber pasado sin pena ni gloria por las carteleras norteamericanas y británicas, “Alcanzando tu sueño” me sorprendió gratamente; se trata de un drama musical honesto y muy entretenido, el cual debería divertir tanto a melómanos —o al menos a los fanáticos del pop actual y el electropop noventero— como a aquellos que estén buscando una historia familiar narrada de manera novedosa. Espero que encuentre su público en la cartelera limeña, al menos por más de una semana.
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