[Crítica] «Alpaqueros», de Mercedes Lamborelle


Al margen de su modesto registro, Alpaqueros (2020) es de interés por el contenido que urge atención y reconocimiento a una comunidad artesanal. La directora peruana radicada en Suiza, Mercedes Lamborelle ya antes había realizado un cortometraje titulado Mode Alpaga (Moda alpaca, 2014) en donde parece contemplar con ligera ironía el paralelismo que se define entre las pasarelas de tejidos de alpaca y la ardua labor de las tejedoras artesanales que dependen de la materia prima en cuestión para sobrevivir. Su largometraje sigue prestando atención a esta divergencia. El documental inicia con el descubrimiento de la rutina de los criadores de alpacas. Lo que sería una presentación a una costumbre heredada e idílica se va convirtiendo en la revelación de un oficio que depende de una serie de circunstancias, desde las ecológicas hasta las financieras, para preservarse. Es a partir de los testimonios, que emulan a primera impresión una labor romántica, que se va aflorando un estado de emergencia que pondría en peligro el destino de una usanza y el de una comunidad que ha asumido esa práctica como su único medio de subsistencia.

Son múltiples los retos que implica el negocio de los alpaqueros, sin embargo, se percibe un acto de resistencia en estas personas asociadas a la crianza y la producción artesanal del tejido de la alpaca. El hecho es que ello no desmiente una situación de una superación frustrada. Todo es un acto de producir para vivir; por tanto, la ganancia se convierte en un mito para estos pequeños productores. Pero lo curioso es que a las afueras de estos poblados puneños existe una industria del tejido de la alpaca que luce estar en vía de la expansión mundial y, por tanto, a convertirse en un mercado de remuneración ascendente.

Es a propósito de esta realidad que Alpaqueros se convierte en un reporte que toma riendas de un documental de denuncia sin asumir un discurso en ofensiva o que exige reforzar el antagonismo hacia los que indirectamente son responsables de las deficiencias de los más débiles. Mercedes Lamborelle ni persuade ni sugiere; simplemente se dispone a registrar las proyecciones e intereses de ambas partes. La crítica a las industrias que exprimen la labor de los criadores de alpacas surge de la palabra misma de sus representantes.


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