El abandono y el saqueo que desde siglos sufren los pueblos originarios que habitan el Gran Chaco, región geográfica del norte de Argentina, constituye el tema principal de este documental que intenta darle visibilidad a una realidad que ha tenido escasa presencia en el cine argentino que conocemos. Para abordar una problemática social e histórica, tan compleja como extensa, los directores Ignacio Ragone, Juan Fernández Gebauer y Ulises de la Orden apuestan por un tratamiento que oscila entre lo testimonial y didáctico.
La película presenta a un grupo de hombres de distintas comunidades originarias que dan testimonio de la historia de lucha y resistencia de sus pueblos, desde la llegada de los invasores europeos hasta nuestros días. Ellos sirven de guías a los realizadores para visitar sus comunidades, conocer sus prácticas y creencias, y descubrir sitios donde ocurrieron tragedias que la historia oficial mantuvo ocultas por años.
Historiadores como Juan Chico y Laureano Segovia, el maestro Valentín Suárez, que recorre pueblos y caminos sensibilizando con la memoria de sus ancestros, el líder qom y defensor de los derechos humanos Félix Díaz, que luego de una represión policial ocurrida en 2010, lideró un plantón y una huelga de hambre en la capital argentina, entre otras voces, se sumarán a lo largo de los 80 minutos del documental, combinándose con vigorosas animaciones de tinte trágico y luctuoso para darle al asunto una mayor profundidad y perspectiva histórica Este recurso permite ilustrarnos, por ejemplo, de las principales masacres y abusos perpetrados en el Chaco por colonizadores españoles, criollos y autoridades del gobierno central a lo largo de la historia.
En esta mirada polifónica, que se mantiene abierta a la mayor cantidad de ángulos posibles, destacan las voces veteranas de Pedro Balquinta y Melitón Domínguez que fueron testigos directos y sobrevivientes de matanzas y persecuciones. Del mismo modo, la cámara privilegia a los afectados que se expresan en qom, wichí y pilagá, entre otras lenguas autóctonas además del castellano, sin intervenciones de expertos ni intermediarios. Incluso hay un momento en que un dirigente hace una crítica a la participación de partidos políticos y ONGs en la solución de sus conflictos. «Antes el abogado, el criollo, era como nuestro patrón, pero ahora no. El abogado tiene que hacer lo que nosotros queremos”, dice.
“Chaco” es un documental eficaz en su propósito de generar conciencia informada sobre la situación indígena de su país.
Esta crítica forma parte de nuestra cobertura especial del 2° Festival de Cine Latinoamericano en Lenguas Originarias, que se realiza del 11 al 15 de marzo del 2021.
Deja una respuesta