[Crítica] Festival de Tribeca: “Primera” (Chile, 2021)


En octubre de 2019, en Santiago de Chile estalló la pólvora que se había acumulado durante demasiado tiempo. El alza de los pasajes del metro fue la chispa que causó que explotaran las protestas de los ciudadanos, quienes salieron a las calles para exigir un mejor sistema de salud, educación, beneficios laborales, etc.

El enfrentamiento entre los activistas y las fuerzas policiales es el punto de partida del documental «Primera», dirigido por el cineasta chileno radicado en New York Vee Bravo. Se trata del único largometraje de no ficción proveniente de América Latina estrenado este año en el Festival de Tribeca, organizado en New York.

A partir de entrevistas a algunos manifestantes y una detallada cronología de los hechos, Bravo presenta el contexto del conflicto, ahondando en las profundas desigualdades sociales que causaron un sismo sociopolítico en un país cuyo gobierno se jactaba de haber alcanzado un crecimiento económico que lo llevó a ser el más próspero de la región.

Tres activistas cobran protagonismo en este documental. Felipe Riquelme es un soldador y padre de familia que recibió un disparo de la policía que le provocó la pérdida de la visión en un ojo. Por otro lado, está Camila Miranda, quien recibió múltiples impactos de perdigones en el cuerpo; y Angy Tarifeño, una cantante que auxilió a los heridos y se sumó a las protestas en las calles.

El director asume una posición militante y se solidariza con los activistas entrevistados, mostrando las heridas físicas y psicológicas dejadas por la brutal represión policial. Sin embargo, habría ayudado a iluminar el conflicto desde más ángulos, si también hubiese incluido alguna entrevista o declaración de un representante de la policía o el gobierno, más allá de algunas imágenes de archivo del presidente Sebastián Piñera en conferencias de prensa.

De todos modos, se trata de un documental valioso, narrado con urgencia y dinamismo, que ofrece abundante información y testimonios clave sobre las situaciones que llevaron a Chile a este punto de quiebre y que lograron resultados tangibles como la organización de un plebiscito para que la población decida los cambios que impactarán directamente en sus derechos. Más aún, la película sostiene un espejo en el que muchos países de América Latina podemos vernos reflejados y sentirnos identificados.


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