La coproducción internacional «Ainbo: La guerrera del Amazonas», dirigida por el peruano José Zelada y el holandés Richard Claus, es un ambicioso proyecto de animación liderado por la casa productora nacional Tunche Films, propiedad de los hermanos José, César y Sergio Zelada, contando con el respaldo y soporte de Cinema Management Group. Esta empresa estadounidense especializada en la distribución internacional de películas de animación les ayudó a recabar el financiamiento suficiente para cubrir los costos de producción, los cuales bordearon los 7 millones de dólares.
Los hermanos Zelada venían trabajando arduamente en este prometedor film desde hace varios años, el cual vio finalmente la luz este 2021, al estrenarse comercialmente en algunos mercados internacionales de Europa y Asia; participando además en junio en el prestigioso Annecy International Animation Film Festival, en Francia.
Fue a propósito de su proyección en Annecy que logramos ver la película (aquí pueden leer una crítica que publicamos semanas atrás), y pudimos conversar con sus creadores. En particular, nos comunicamos con César Zelada, uno de los productores del film. A continuación podrán leer una entrevista con César, y al final incluimos además unos videos con sendas entrevistas a los directores Richard Claus y José Zelada.
Sinopsis de «Ainbo: Spirit of the Amazon»: Una niña crece en la más profunda selva de la Amazonia, en Candamo, protegida por el espíritu madre de la Amazonia, Tortuga Motelo Mama. Un día descubre que su lugar de nacimiento está amenazado y se da cuenta de que hay otros humanos en el mundo además de su pueblo. Mientras lucha por salvar el paraíso de la codicia, la explotación de niños, la explotación forestal y la minería ilegal, Ainbo empieza a tener dificultades para revertir la destrucción y la inminente maldad de Yacuruna, la oscuridad que vive en la Amazonia. Guiada por el espíritu madre, Ainbo tiene la determinación de salvar su tierra y su gente antes de que sea demasiado tarde.
César, para empezar nos interesa conocer sobre la idea inicial del proyecto y el interés por producir una película animada tan ambiciosa, sabiendo lo complicado de hacerlo desde el Perú.
Efectivamente, no te equivocas al decir que es muy ambicioso producir una película de esta magnitud en Perú. Desde que tuvimos esta idea inicial en Tunche Films, mis hermanos y yo sabíamos lo difícil que esto era, pero al mismo tiempo estábamos convencidos de nuestra capacidad y del talento que existe en Perú, fue entonces que el reto se volvió, más que nada, financiero. Felizmente la película se autofinanció en gran parte con las preventas que hizo CMG (Cinema Management Group) y esa barrera quedó superada.
Respecto al flujo de trabajo, quisiéramos saber cómo organizaron los equipos desde distintos países. ¿Cuántas personas trabajaron aproximadamente en «Ainbo»?
Es un trabajo netamente de producción, felizmente hoy existe software que puede manejar todo el proceso de producción sin importar cuantos países o estudios se involucren en el proyecto. En «Ainbo» hubo estudios de China y Holanda, y la interconexión entre los tres no fue un problema, ya que este software nos permitió trabajar como si fuésemos un solo estudio. Quizás lo único complicado fue la diferencia de horarios, pero supimos acomodarnos a eso. Estimo que en total fuimos cerca de 150 personas.
Para conocimiento de nuestros lectores, ¿podrías contarnos en qué consiste el trabajo del director en una película de animación como «Ainbo»? ¿Y cómo distribuyeron esas labores entre José Zelada y el codirector Richard Claus?
El trabajo principal del director está en la narración de la historia, en desarrollar la identidad de los personajes. Pero no solo eso , tiene una interacción completa con los artistas de diseño, de color y luz, del mood musical y las voces. Cada uno de esos ítems son aprobados por el director, ya que todo eso es clave para contar una película.
En el caso de Richard, él supervisaba las animaciones que se hacían en Holanda, y cuando se le ocurría alguna idea que podría mejorar la historia, me lo comentaba y lo aplicábamos.
Sobre el personaje principal, ¿cuáles fueron las referencias o inspiraciones con las que se trabajaron?
Ainbo fue inspirada en mi madre, una mujer fuerte que nació y creció en la selva amazónica, en Contamana, Ucayali. Desde chicos ella siempre nos contó historias de cuando era niña, las que solía matizar con animales fantásticos y espíritus protectores del Amazonas. Según cuenta mi abuela, mi madre nació en un caserío apartado en la selva junto a jaguares que dormían cerca. Decía mi abuela que mi madre adquirió parte de su espíritu salvaje y aventurero por esos jaguares.
Nosotros también crecimos en la selva y aprendimos a querer mucho la Amazonía y las costumbres locales. Disfrutamos de muchas experiencias místicas en la selva y crecimos así, pero nunca habíamos usado elementos amazónicos en películas pues esta es la primera que realizamos, en proyectos publicitarios sí los usamos mucho. «Ainbo» es un tributo a nuestros orígenes.
¿Qué películas o directores les sirvieron de inspiración durante la realización de “Ainbo”?
Soy admirador de Pixar, DreamWorks, BlueSky. Son estudios que no solo destacan por un gran nivel visual, sino también por contar buenas historias.
Respecto al casting de voces, un elemento crucial en un film de animación, ¿cómo realizaron este proceso? ¿Cómo seleccionaron finalmente a los actores que escuchamos en el film?
Básicamente fue un casting que se hizo en Los Angeles y en Nueva York, buscando mucha actuación y voces en inglés por ser el idioma original de la película, pero que tengan alguna raíz latina.
El aspecto cultural es muy importante en su película: el Amazonas, sus lugares, iconografías, animales, idioma, etc. ¿Incorporaron todos estos elementos por una motivación reivindicativa?
Estos elementos culturales fueron incorporados al arte de la película para poder llevar al mundo un poco de nuestra cultura amazónica. Qué mejor oportunidad de hacerlo que con una película que ya tenía muchas preventas internacionales, además la historia se sitúa en la Amazonía peruana.
En «Ainbo», el villano Yacuruna representa al hombre blanco ambicioso que depreda la naturaleza. ¿Querían ser así de directos y explícitos, pensando en una audiencia infantil?
Si bien es cierto que «Ainbo» es una película dirigida principalmente a niños, creímos que era una buena oportunidad poder crear conciencias desde pequeños.
Prácticamente todas las películas animadas peruanas se enfocan al público infantil, desestimando al más adulto. ¿Creen que con “Ainbo” ambos públicos se sentirán satisfechos?
El publico infantil es el principal de «Ainbo», sin embargo creo que tiene elementos suficientes para poder atraer a un publico mayor. «Ainbo» nos muestra una Amazonía de manera mágica que creo que atrae espectadores de manera mas amplia.
Es poco frecuente que una película peruana obtenga una coproducción de los Países Bajos. ¿Qué crees que se ganó y se aprendió en este proceso?
El tema de la coproducción holandesa se realizó por la necesidad de tener un seguro de cumplimiento, que era un requisito para poder usar los fondos de las preventas, algo a lo cual nosotros no calificábamos por ser primera película. La coproducción con Holanda trajo consigo también conseguir un fondo del gobierno holandés, aunque después de sumas y restas realmente no fue de gran ayuda, por que los costos de producción holandeses son mucho más elevados.
¿En qué países ya ha sido estrenada «Ainbo», y cuándo la podremos ver en Perú?
«Ainbo» se vendió en más de la mitad de países en el mundo, sin embargo el estreno se vio frustrado con la pandemia y sobre todo en Perú, donde no sabemos cuando tendremos salas abiertas. Ya se estrenó en algunos países de Europa y próximamente en varios países de América Latina.
¿Cuál fue el presupuesto total de la película? Leemos que hasta el momento han tenido una recaudación mundial de 1.5 millones de dólares aproximadamente.
El presupuesto fue alrededor de los 7 millones de dólares. Definitivamente la pandemia ha afectado la recaudación de la película, pero aún falta estrenar en la mayoría de países, y esperamos que también se venda en plataformas de streaming.
También quisiéramos saber sobre sus próximos proyectos. En particular, sobre «Kayara», ¿qué nos pueden adelantar al respecto?
«Kayara» ya tiene algunas preventas internacionales, sin embargo estamos esperando levantar más financiamiento para arrancar con la producción. Trabajar una película de este nivel en plena pandemia es también un gran reto que tenemos que superar, y definitivamente después de hacer «Ainbo» hay una experiencia ganada que debería agregar mayor calidad a esta nueva producción.
Finalmente, ¿cómo ves el estado actual del cine de animación en el Perú? ¿Crees que se está entrando en una nueva etapa con los nuevos proyectos que se vienen anunciando?
El Perú ha sido uno de los países en la región que más crecimiento ha tenido en la industria de animación en los últimos años. Actualmente hay muchos proyectos encaminados, de los cuales estoy seguro que mas de uno podrá ver la luz. Definitivamente no es fácil sacar adelante un largometraje de animación, pero por otro lado ya estamos en la mira de productores internacionales, que están dispuestos a apostar por estudios nacionales.
¿Puede ser que se ha complejizado o desacelerado la producción, al emprender proyectos mucho más ambiciosos?
No creo que haya habido una desaceleración, actualmente se está haciendo mucho servicio de animación en Perú para proyectos de series animadas. Por el contrario, creo que la pandemia ha dinamizado más esta industria, ya que durante los primeros meses de cuarentena, cuando estaban prohibidas las filmaciones, fuimos los estudios de animación los únicos capaces de generar contenido audiovisual.
Entrevista realizada por Alberto Venero Torres y Laslo Rojas, vía email, el 13 de julio de 2021.
Bonus tracks: Entrevista con José Zelada, publicada en abril del 2021:
Entrevista con Richard Claus, durante el Festival Annecy, en junio 2021:
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