¿Cuál es el futuro del cine o de las formas que conocemos para contar historias?

Cada año el International Documentary Film Festival Amsterdam – IDFA parece preguntarse esto y empujar los límites del storytelling. Este año el DocLab, el programa para nuevos medios del festival holandés, cumplió 15 años explorando historias interactivas e inmersivas, convirtiéndose en unas de los espacios de investigación más importantes donde se encuentra lo último en tecnología y nuevos medios al servicio del arte.

El tema de la muestra de este año fue “Liminal Realities”, lo que quiere decir realidades hibridas o ambiguas, situadas entre lo físico y lo virtual. Más de 30 proyectos fueron seleccionados, los cuales exploran las estructuras que controlan nuestras vidas, retratando temas como el cambio climático, colonialismo, neoliberalismo e inteligencia artificial.

En ediciones anteriores del festival ya había podido experimentar con robots documentalistas, cine de no ficción interactivo para la web y realidad virtual, pero esta vez, gracias al estudio holandés Polymorf y su obra multisensorial “Symbiosis”, pude vestir un traje y sentir en mi cuerpo lo que es entrar dentro de una historia y percibir sensaciones provenientes de un mundo virtual.

El proyecto Symbiosis imagina lo que es viajar 200 años en el futuro para sumergirnos en el cuerpo de un ser mutante, un ente simbiótico habitante de un mundo post humano, después de que el cambio climático ha alterado la realidad que conocemos.

Esta experiencia está basada en las ficciones especulativas de la filósofa estadounidense Donna Haraway, la instalación nos permite entrar en una fabulación donde utilizamos todos nuestros sentidos para adentrarnos en el universo de la historia, y así tocar, oler y comer, junto a otros participantes que también visten el traje simbiótico.

En lo personal, uno de los más innovadores en el uso de la tecnología me pareció el proyecto ganador de este año “Museum of Austerity”, en el que, gracias a unos lentes de realidad expandida, se pueden apreciar hologramas 3D en un espacio real. Conforme uno se desplaza en el ambiente de la muestra, aparecen personas de un gran realismo “físico”, de los cuales podemos escuchar sus testimonios conforme uno se detiene a observarlos. La instalación inmersiva preserva memorias colectivas de personas minusválidas que murieron en la última década en el Reino Unido.

Como tip les puedo recomendar chequear online por tiempo limitado algunos documentales interactivos seleccionados para la presente muestra del IDFA DocLab 2021. Y en VR si tienen los cascos Oculus, en Viveport.com. Vale la pena mencionar que ahí actualmente está disponible el corto de realidad virtual “Ayahuasca Kosmic Journey” (2019), dirigido por Jan Kounen. Pagando una tarifa de 15 euros mensuales se pueden experimentar los proyectos que se encuentran en el portal Viveport (pueden probarlo 14 días gratis).

Otro documental disponible y gratis es “Awavena” de Lynette Wallworth, el cual ganó el 2020 el Emmy a mejor documental por el uso de nuevas tecnologías, acerca de la tribu amazónica brasilera Yawanawa. Esta experiencia en VR cuenta la historia de Hushahu, la primera mujer shamana de la comunidad. Así como sucedió con numerosas etnias peruanas y colombianas, los Yawanawa fueron esclavizados durante la explotación cauchera, y casi exterminados.

El proyecto fue financiado en parte por el World Economic Forum y se estrenó en Davos, Suiza, y Sundance. La directora anteriormente dirigió otro corto en VR también sobre temática indígena acerca de los ancianos Martu, aborígenes australianos, intitulado “Collisions” (2016). Lo pueden ver gratis, en 360°, desde la web del MIT.

En general los realizadores que encontramos en el DocLab exploran el cine de no ficción con una mirada que transita entre las artes visuales y el documental, la cual parece ser la tendencia del momento.