Festival de Tribeca: Three Headed Beast – God’s Time – Wes Schlagenhauf Is Dying


Este año tengo el placer de cubrir el Festival de Cine de Tribeca, y como es lógico, estaré escribiendo sobre todas las películas que vaya a ver.

Al igual que cuando cubrí el Festival de Sundance 2022, reseñaré entre dos y tres películas por texto, e intentaré no incluir spoilers. Después de todo, la idea es animarlos a ver un poco de cine independiente, potencialmente diferente y novedoso, el cual espero también llegue a estar disponible de manera comercial fuera del festival.

Sin mayor preámbulo, entonces, comencemos el Festival de Cine Tribeca 2022 con tres películas de ficción bastante distintas entre sí, pero todas recomendables.

Three Headed Beast

Escrita y dirigida por Fernando Andrés y Tyler Rugh

Protagonizada porJacob Schatz, Dani Hurtado y Cody Shook

Three Headed Beast” es el tipo de película cuyos riesgos —tanto de forma como de fondo— terminan pagando dividendos. Lo que tenemos acá es una intrigante exploración de una relación abierta, en donde una pareja bisexual conformada por Peter (Jacob Schatz) y Nina (Dani Hurtado) comienza a tener problemas de comunicación. Esto resulta en sentimientos encontrados por parte de ambos —los dos parecen estar contentos con la relación que mantienen, y con las otras personas con las que se relacionan. Sin embargo, cuando Peter se enamora del joven Alex (Cody Shook), Nina empieza a tener problemas expresando sus emociones.

Lo mejor de “Three Headed Beast”, entonces, es que no parece estar ni a favor ni en contra de las relaciones abiertas o del poliamor. Más bien, lo que la película parece estar diciéndole a su público es que hay diferentes tipos de relaciones, y que cada tipo de relación funciona para diferentes tipos de pareja. Lo importante, independientemente de la clase se relación que se esté manejando, es que haya comunicación, y es ahí donde Peter y Nina comienzan a fallar. Esto se ve evidenciado en la primera escena que ambos comparten con Alex, en donde se llevan a cabo revelaciones sobre ambas relaciones, que seguramente deberían haberse transmitido desde mucho antes.

Lo intrigante a nivel de forma en “Three Headed Beast”, es que la primera mitad de la película no contiene diálogo. Y no es que sea presentada como cine mudo o que los personajes sean incapaces de hablar —simplemente nadie decide hablar, prefiriendo la comunicación a través de gestos, acciones, o hasta mensajes de texto. Esto resulta en una historia que se va desarrollando de manera muy visual, aprovechando las expresiones de sus talentosos protagonistas, su lenguaje corporal, y por supuesto, las numerosas —pero nunca gratuitas ni demasiado explícitas— escenas de sexo. Es una intrigante mezcla de estilización y cotidianidad que, sin llegar a resultar en una obra maestra, logra otorgarle una identidad muy propia a “Three Headed Beast”. Es cine narrativamente convencional, que sin embargo logra experimentar un poco con el lenguaje cinematográfico, y desarrollar una historia suficientemente emocional.

God’s Time

Escrita y dirigida por Daniel Antebi

Protagonizada por Ben Groh, Dion Costelloe y Liz Caribel Sierra

“God’s Time” es una película que hace mucho con poco; una producción independiente de limitado presupuesto que, sin embargo, logra manejar un tono que oscila entre lo excéntrico y lo dramático, y que logra narrar una historia sorprendentemente emotiva con estilo y tensión. Lo que tenemos es un filme que maneja temas relacionados a la adicción, la amistad y las mentiras, y que lo hace a través de personajes que se sienten reales, y que sin embargo atraviesan algunas situaciones algo… extremas.

Adicionalmente, se siente como una película, a falta de una mejor palabra, “pandémica”. La historia se lleva a cabo en el año 2020, e incluye a varios personajes utilizando mascarillas en espacios cerrados. No creo que estas características hagan que “God’s Time” envejezca mal. De hecho, lo más probable es que ayude a que se sienta como la representación de una época muy particular en nuestras vidas… y en las de nuestros protagonistas, Dev (Ben Groh), Luca (Dion Costelloe) y Regina (Liz Caribel Sierra). Los tres acuden a reuniones para adictos a las drogas, donde son obligados a compartir sus sentimientos y sensaciones. Pero es en una de estas juntas que Dev comienza a sospechar que Regina planea asesinar a su ex novio con un pistola, lo cual lo lleva a perseguirla, junto a su mejor amigo Luca, a través de varias locaciones reales en Nueva York.

“God’s Time” comienza de manera enérgica y estilizada, con Dev rompiendo la cuarta pared constantemente, y el director-guionista Daniel Antebi utilizando una excelente banda sonora, así como sobreimpresiones coloridas en pantalla, para atrapar al espectador inmediatamente. Me hubiese gustado que “God’s Time” utilice estos recursos con más frecuencia —manteniendo el nivel de energía con más consistencia—, pero no es que el filme se torne aburrido ni mucho menos. De hecho, su corta duración —80 minutos, con créditos y todo— le permite manejar un ritmo frenético, el cual solo se detiene durante los momentos más emotivos —incluyendo un par de monólogos finales inesperadamente potentes. Entre la estética llamativa, las tres sólidas actuaciones centrales (Groh es carisma pura, Costelloe es más sutil pero verosímil, y Caribel Sierra es todo un descubrimiento), y los temas ya mencionados, “God’s Time” logra destacar muy positivamente en este Festival de Tribeca.

Wes Schlagenhauf Is Dying

Dirigida por Parker Seaman

Escrita por Devin Das y Parker Seaman

Protagonizada por Devin Das, Parker Seaman y Wes Schlagenhauf

Se podría decir que hacer una comedia que se lleve a cabo durante la pandemia por el covid-19 (que, dicho sea de paso, todavía no ha terminado) es arriesgado. Después de todo, muchas personas han muerto debido al virus, y las vidas de la mayoría de la población del planeta se han visto muy afectadas por dicha situación durante los últimos dos años. Pero el equipo de producción detrás de “Wes Schlagenhauf Is Dying” parece saber todo esto —de hecho, lo mencionan varias veces a lo largo de la película, y es precisamente ese estilo autorreferencial, lo que ayuda a que la película funcione.

Devin (Devin Das) y Parker (Parker Seaman) son un dúo de directores publicitarios que quieren hacer algo más. Están hartos de grabar comerciales para marcas que no les interesan, y peor aún en plena pandemia. Así que cuando se enteran de que su mejor amigo actor, Wes (Wes Schlagenhauf), a quien no ven hace tres años, está enfermo de covid, se les ocurre una gran idea: grabarán un documental en torno a Wes y al roadtrip que realizarán para verlo. Puede que sea una mala idea, y puede que se torne aún peor cuando se involucra una marca (necesitan financiamiento, después de todo), pero tanto Devin como Parker creen que esto es lo que necesitan hacer para revitalizar sus carreras y su amistad. Al menos al inicio.

“Wes Schlagenhauf Is Dying” no es una comedia llena de chistes y gags constantes, lo cual tiene sentido, considerando su premisa central. Lo que hace la película es mezclar algunos diálogos graciosos y varias referencias al mundo publicitario y audiovisual (estén atentos a las menciones de libros como “Save the Cat”, las referencias a las infames agencias y sus directores creativos, o un par de cameos virtuales del director Mark Duplass), para desarrollar una historia sobre la amistad. Ayuda que los tres actores principales sean amigos en la vida real —me gustó la inclusión de clips de videos caseros reales a lo largo de la película, y también durante los créditos finales. Es esa cercanía —y la caracterización realista de tres tipos jóvenes, creativos y a veces increíblemente egoístas— lo que convierte a “Wes Schlagenhauf Is Dying” en entretenimiento ligero, pero curiosamente relevante (y felizmente, no muy problemático).


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