Hermosa y conmovedora historia de una pareja de marginados en una China rural decadente. El director Li Ruijun, por un lado, nos dispone de un cálido retrato sobre dos personas reconociéndose y queriéndose a propósito de su identidad social, mientras, por otro lado, hace un panorama a una sociedad que muestra su indiferencia en diferentes niveles frente a los más vulnerables. Return to Dust (2022) inicia con un arreglo matrimonial. Si algo es universal en este tipo de “contratos” es que su origen se debe a una conveniencia económica, social o de linaje. Lo cierto es que en este caso lo conveniente no radica en la unión de familias, sino en la separación de miembros a sus familias correspondientes. Ma (Renlin Wu) y Guiying (Hai-Qing) son los despreciados de su estirpe. El unirlos en matrimonio resulta para sendas familias un alivio producto del divorcio hacia esos miembros considerados como indeseables. Ya con esto somos testigos de un gesto que transgrede contra las tradiciones rurales chinas, en donde los rituales maritales son motor de integración y trascendencia de dos familias. La realidad es que aquí todo es al revés. Con este antecedente, Ruijun comienza a acumular una serie de actitudes que van acercándonos a un estilo de vida que se encuentra en el preludio de su desaparición.
Lo que sigue es la rutina de la pareja como esposos. Esta despliega una forma de vida en constante contradicción. Return to Dust nos descubre un relato en donde dos no queridos por su comunidad encuentran el afecto que nunca tuvieron gracias a esa convivencia. Retornando a la tradición de los matrimonios por conveniencia, tantas películas nos expusieron dramas de personas siendo infelices producto de las decisiones de sus mayores. Acá más bien resulta algo benefactor. De pronto, el “exilio” forzado de sus familias correspondientes fue para Ma y Guiying lo mejor que pudo pasarles, y no por el hecho de que ya no tendrían que lidiar con esos malos parientes, sino porque se encontraron con sus iguales que, además de haber sufrido de la forma que sufrieron, expiden humanidad y demás conductas propias de aquellos que viven desprendidos de esos factores de conveniencia, muchos de ellos procedentes de esa modernidad ajena al imaginario rural. Es a propósito de esto es que surge esa realidad contradictoria que experimenta este inocente y casto matrimonio. Si bien se han liberado de sus antiguos verdugos y viven felices el uno con el otro, han reconocido a nuevos martirizadores.
Return to Dust se entiende como un retorno a las peripecias o castigos que vivían estas dos personas en su vida de solteros. O más que retorno, es como si ellos nunca hubieran abandonado ese terreno desértico de benefactores y plagado de hostilidades que no hacen más que reforzarles esa imagen de mártires. Sucede también que es otro nivel de dolor el que padecen Ma y Guiying. Ya no se trata de un hermano o tía humillándolos, sino familias ajenas o capataces de la comunidad quienes, literalmente, chupan de su sangre, se alimentan de ellos, aunque siempre con consentimiento a causa de la solidaridad innata que domina en estos dos desprotegidos. Li Ruijun, sin necesidad de alcanzar esa depravación que ocasionalmente descubría el neorrealismo italiano, nos cuenta una historia dolorosa, pero que resiste producto de una fortaleza interna. ¿De dónde radica esa? Importante prestar atención a esos instantes de sabiduría de Ma. Es un conocimiento acumulado y ganado por la ritualidad rural, un razonamiento incomprensible por la ritualidad moderna, aquella que lucra de la tierra sin conocer su forma de producción o que pretende detener la pobreza sin siquiera interesarse en comprender el origen de esta. Return to Dust es un buen ejemplo sobre cómo la urbanidad ha desplazado a toda una tradición y con ello ha emprendido su aniquilación.
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