Radicado en Perú desde hace más de dos décadas, el director y fundador de Docuperú, el puertorriqueño José Balado Díaz, realizó el 2021 su primer largometraje documental: Bruma. Esta película se presentó recientemente fuera de competencia en el 3° Lima Alterna Festival Internacional de Cine, y formará parte de la Muestra Nacional de la 8a Semana del Cine de la Universidad de Lima, que empieza el 29 de octubre.
Conversamos a continuación con José acerca de su ópera prima, la cual narra tres historias ambientadas en la costa norte del Perú. Como una crónica visual documental, la película revela aspectos íntimos de personas que se desempeñan en el ciclo de la pesca.
“Bruma” revaloriza la pesca artesanal y realiza una crónica de todos sus procesos, desde altamar hasta llegar a tierra firme. José, ¿qué te motivó a abordar estas realidades?
Como ópera prima, una de las cosas que me interesó fue una idea que tenía hace tiempo, que es esta situación de amor y odio con Puerto Rico. Creo que en mi primera película, para sacar los demonios de ciertas relaciones con la colonia en Puerto Rico, fue importante para mí usar el mar como una metáfora de ciertas cosas que me interesaba abordar. Estas realidades del mar y de la pesca son familiares para mí y mi primera película no la quería comenzar en la sierra o en una cuestión más urbana, sino hasta cierto punto desarrollar una historia que se conectara conmigo y con un punto de vista que me interesaba desarrollar y trabajar en este primer documental.
La película abre con dos definiciones de “bruma”: una literal y la otra metafórica. ¿Por qué elegiste esa palabra como título para el documental?
Precisamente me interesan mucho esas dos definiciones. La primera literal porque la bruma es algo que dependiendo de la situación atmosférica puede cambiar, puede variar, puede convertirse en neblina o puede disiparse, como la vida, dependiendo de la temperatura, dependiendo de tantas situaciones tan delicadas, las cosas pueden cambiar. Y la segunda es eso confuso a lo que nos lleva la vida y en este documental me interesa obligar a observar, obligar a buscar la poesía del hombre, de la mujer común y de las situaciones comunes. Entonces, la bruma para mí es como abrir cosas dudosas que están y que hay que mirar de otra manera para entenderlas.
“Bruma” está dividida en tres capítulos que muestran distintas etapas del ciclo de pesca: “Alma adentro”, “Olas y arenas” y “La memoria del olvido”. Cuéntanos por qué elegiste esa estructura.
Para mí el ciclo de la pesca es una metáfora del ciclo de la propia vida. La primera parte, “Alma adentro”, tiene que ver más con la inmensidad de la vida. Por más que tengamos destrezas, por más que seamos pescadores o trabajadores o trabajadoras de toda una vida, de 20 ó 30 años, hay cosas que no están en nuestras manos. Entonces la metáfora de ese mar inmenso representa que nuestro destino no está en nuestras manos, sino está en cosas mayores, para mí eso se ejemplificaba en “Alma adentro”. El segundo es otra parte de la vida, dependemos de los demás y de las demás, no importa que te conozca o no te conozca, como la fiesta de Paucartambo, no hay un ensayo, no hay un libreto, pero la gente sabe lo que tiene que hacer, la gente sabe lo que le corresponde. Y en esa orilla se conjuga toda una sociedad, todos de diferentes niveles: económicos, psicológicos, personales, geográficos. Todo el mundo va a buscar su sustento de diferentes formas, dependiendo del otro y de la otra, aunque sean inhóspitas las condiciones en las que nos encontramos. Y el tercero, “La memoria del olvido”, para mí es un gran bolero, un homenaje a mi papá y a mi mamá, donde en la vida no importa que las cosas no las tengas controladas, no importa que dependas de otras personas. El tercer momento es lo que te corresponde a ti hacer en la vida: puedes ser cineasta, puede ser doctor, puede ser fileteadora, pero haces las cosas con humildad, con cariño y con mucho amor para darle sustento a tu familia. Entonces para mí esas tres etapas del ciclo de la pesca eran etapas que de una u otra manera ejemplificaban el ciclo de la propia vida. Y como información interna, “Alma adentro” y “Olas y arenas” son los nombres de dos boleros de una compositora puertorriqueña que a mí me encanta que se llama Sylvia Rexach que trabaja boleros bien cantineros de los años 40, 50 y 60. Y es un homenaje interno también a Puerto Rico.
¿Cómo fue el proceso para encontrar a los distintos personajes que aparecen en los tres capítulos?
Ya habíamos viajado con la Caravana Documental de Docuperú, hemos trabajado bastante en la costa peruana y ya conocíamos El Ñuro, Santa Rosa y San José. Entonces estos personajes no eran extraños para mí, estas geografías no eran extrañas y las acciones tampoco eran extrañas. Entonces era natural esa costa norte, como metáfora y como elemento de producción también.
¿Cómo trabajaste junto al director de fotografía Nicolás Landa el tratamiento visual y composición de los encuadres?
Bueno, cada escena fue discutida y trabajada a partir de referencias visuales de colores, de fotografías. Por ejemplo, para el primer momento usamos como fuerte referente a Theo Angelopoulos, porque soy un gran fanático de él. Y en términos de composición de los diferentes niveles del mar, el horizonte y el cielo, usamos al pintor estadounidense Mark Rothko como una referencia muy fuerte para crear los niveles pictóricos. La segunda parte fue un juego más del lenguaje y de la estructura gramatical, de cómo crear sensaciones y ahí trabajamos muchas referencias, como Vértov, trabajamos varias cosas de edición y en términos fotográficos para dar ese tono del caos y el colectivo. En el tercer momento trabajamos el golden hour, fue filmado tres días a la misma hora al final de la tarde y como referencia de este bolero y de este tratamiento poético de amor, usamos visualmente a Klimt y el cuadro “El beso”, como una estructura de colores y de formas.
La película tiene algunos puntos en común con “Odisea amazónica” de Álvaro y Diego Sarmiento. ¿Cuáles fueron tus referentes o fuentes de inspiración?
El primer nivel para mí es Angelopoulos y Víctor Erice, es el cine que a mí me obligó a contemplar. El segundo nivel es el cine que me obligó a crear sintaxis, el cine que me ayudó a crear estructuras para impulsar sensaciones. Y el tercero es un cine humano, como Yasujirô Ozu. Para mí los tres niveles fueron bebidos directamente y pictóricamente de ficciones y de cuadros también.
Luego de muchos años de experiencia como docente, gestor cultural y director de DocuPerú, ¿cuál es tu apreciación sobre la evolución del cine documental hecho en el Perú en las últimas dos décadas?
Llevo ya 23 años en el Perú y he visto un avance increíble no solo en producción, que es la cantidad, sino en la calidad también, entrando a valores de producción internacional, de mercados, de festivales, de fondos en los que se compite internacionalmente. Yo creo que nos falta mucho, pero se está llegando y ha habido un avance cuantitativo y cualitativo en el área documental, para mí mucho más aguerrido, mucho más experimental, mucho más atrevido que la ficción en las últimas décadas.
¿Cuáles son tus siguientes proyectos en cine? ¿Tienes planeado dirigir más documentales?
Sí, ya estoy trabajando en mi segundo documental, que se llama “Una Laura, un Pedro y un José”. Es una crónica con archivos de Laura Meneses, la peruana que se casó con Pedro Albizu Campos, el líder de izquierda y de la gesta liberadora puertorriqueña. Ella es poco conocida en Perú y en Puerto Rico. Fue una mujer increíble que fue la primera latinoamericana en graduarse en Harvard, con un post doctorado en biología. Una ‘capa’, pero fue poco conocida en la vida política y la vida profesional. Me interesa a través de los archivos de Laura Meneses, de Pedro Albizu Campos y mis archivos personales jugar un poco para discutir esta cuestión colonial, la situación de Puerto Rico que hasta cierto punto nos atraviesa en América Latina. Es el segundo proyecto que ya está ‘pitcheándose’ y enviándose a fondos nacionales e internacionales. Y tengo la idea de un tercer proyecto que será después, que es trabajar con las memorias, los olvidos y recuerdos de las memorias. Hay varios proyectos que me interesa desarrollar y vamos poquito a poco con Docuperú entrando también en el campo del largometraje.
Entrevista realizada por Juan Carlos Ugarelli, el 14 de octubre de 2022, vía e-mail.
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