1946, el año en cuestión, es hito y leitmotiv de este proyecto que recorre ámbitos cinematográficos, académicos, personales, religiosos y activistas. ¿Qué acontecimiento de 1946 causó un cambio en la cultura? ¿A qué mala traducción refiere el título de la película? Si bien la respuesta surge desde la primera escena, son el desarrollo y hallazgo de la investigación los que sacuden por los fundamentos de su tangible evidencia. 1946 es el año en el que, al menos en una traducción al habla inglesa, la palabra homosexual aparece por primera vez en pasajes de la Biblia, en la práctica inserta de tal forma que el pecado sea inherente a la mencionada orientación sexual, alimentando así su estigma, teniendo en cuenta la fuerza de las creencias cristianas en occidente. Este es el punto de partida de una tesis de interés organizada en inferencias lógicas y líneas temporales.
Una pesquisa que examina al detalle antiguas versiones de las páginas más impresas del mundo, cartas, microfilms, etcétera. El espinoso asunto apunta a un período de reformas de posguerra en el que viejos hombres blancos se hicieron cargo de la “Revised Standard Version» bíblica y de una cuestionable materialización de prejuicios de naturaleza homofóbica al englobar textualmente perversión sexual, pedofilia, inclusive tráfico sexual, bajo el término paraguas de la homosexualidad. ¿Equivocación, sesgo o deliberada reinterpretación? Si bien sabemos que el devenir de las cosas ha resultado en el sistemático empleo de versículos anacrónicos como una forma más de discriminación y ataque hacia la población LGBTQ+, la película propone, historiografía y filología mediantes, una misión para desarticular una teología trasnochada, más aun considerando una lucha acaso poco difundida: la del reconocimiento de las personas LGBTQ+ cristianas.
Es así que los personajes principales de 1946: The Mistranslation That Shifted Culture son líderes de esta cruzada. El documental acompaña la publicación de los resultados del estudio, dándolos a conocer tanto en libros y conferencias universitarias como en servicios eclesiásticos -curiosa es nuestra observación de movimientos cristianos disidentes del conservadurismo anglosajón, congregaciones inclusivas y reverendos vanguardistas-, una línea del filme que destaca el trabajo académico/activista de Kathy Baldock y Ed Oxford, mismo que encuentra raíces en la voz discrepante de un seminarista que en su momento cuestionó a los editores de la Revised Standard Version (RSV), otro punto de inflexión de la película, igualmente protagonizada por su propia realizadora.
La directora Sharon «Rocky» Roggio, manifiestamente lesbiana y cristiana, aparece delante de cámaras en una particular disputa de argumentos con su padre, un pastor «temeroso de Dios» consumidor de citas bíblicas condenatorias. El relato personal de Roggio, lidiando desde niña con la compatibilización de su fe, su homosexualidad y el «llevarse bien» con el progenitor, progresa de modo sorpresivo a la par de la translucidez de la elaboración «sobre la marcha» del documental. Son similarmente emotivas las historias de Baldock y Oxford las que les condujeron a este moderno apostolado con el buscan contribuir a desmantelar lo que uno los miembros del comité de la RSV llamó «un arma sagrada». Si bien 1946: The Mistranslation That Shifted Culture decae, desde nuestro punto de vista, por una reiteración algo sensiblera de cierta necesidad de fe, es encomiable en su deseo de una Biblia que evolucione a la par de los tiempos.
Dato: 1946: The Mistranslation That Shifted a Culture ganó el Premio del Público en esta 13 edición del DOC NYC.
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