La cineasta venezolana Patricia Ortega (Maracaibo, 1977) presenta en la sección World Cinema Dramatic Competition del Festival de Sundance 2023 la producción española “Mamacruz”, protagonizada por la veterana Kiti Mánver. Esta comedia dramática se centra en Cruz, una abuela devota que lleva una vida rutinaria y que, a partir de la accidental y fugaz exposición a un video pornográfico en su tablet, se enfrenta a dilemas que la llevan a cuestionar su propia sexualidad y la relación con su cuerpo.
A continuación, compartimos la conversación que tuvimos con Patricia sobre el proceso de creación de este largometraje, desde la escritura del guion hasta el rodaje y el planteamiento visual, llegando a su estreno mundial en el festival indie en Utah, EE. UU.
Patricia, en “Mamacruz” narras la historia de una abuela conservadora y religiosa que redescubre el significado y el valor de su sexualidad. ¿Qué te inspiró a escribir este relato?
Todo comenzó cuando encontré una foto de mi mamá desnuda. Ella es una mujer muy convencional y este hallazgo me hizo entender que yo la conozco como madre, pero que no la conozco como mujer. Este descubrimiento fue la inspiración que me llevó a escribir esta historia.
Tanto en tu ópera prima “Yo, imposible” como en “Mamacruz”, las protagonistas son costureras que se enfrentan a un dilema relacionado con su sexualidad. ¿Qué semejanzas y qué diferencias encuentras entre los personajes de ambas películas?
La diferencia vital entre “Yo, imposible” y “Mamacruz” es el punto de vista. “Yo, imposible” habla desde el dolor y “Mamacruz” habla desde el goce. También está la notable diferencia de edades entre ambos personajes, “Yo, Iimposible” es un coming-of-age convencional y “Mamacruz” es un coming-of-age de la tercera edad.
La religión católica ocupa un papel importante en la historia, la protagonista Cruz -un nombre decidor- va a misa, reza y cose prendas para figuras de Cristo y la Virgen María. La película tiene como núcleo el marcado contraste entre esa religiosidad tradicional y el feminismo de nuestros tiempos. ¿Por qué decidiste ambientar la historia en un entorno de fervor religioso?
Porque seguimos viviendo en un contexto muy marcado por la religión, la moral y las creencias binarias. Aunque no seas practicante ni creyente, convives en una sociedad marcada por esta visión. También porque ese fervor religioso está presente en la cultura popular, los pueblos se apropian de la religión, la transforman y la adaptan a sus identidades, rituales y necesidades. De la misma forma que Mamacruz reinventa a su virgencita.
El erotismo forma parte de la religión como expresión cultural, está presente en esculturas, en versículos de la Biblia, en los cuerpos que tallan los imagineros. Quise hacer visible esa fusión natural entre religión y erotismo, porque soy de las que piensa que una cosa no niega a la otra.
¿Cómo fue el proceso creativo junto a la protagonista Kiti Mánver para construir el personaje de Cruz e ir mostrando su paulatina liberación? Considerando su trabajo en escenas de mucha presencia del cuerpo y la figura de una mujer mayor, ¿cómo se gestaron esas secuencias en particular?
Desde el inicio Kiti y yo trabajamos el cuerpo como sujeto y no como objeto. La desnudez en este caso, no es una desnudez para ser consumida ni apreciada por terceros, es una desnudez liberadora, una desnudez personal. La meta era construir un espacio íntimo y sugerente, en el que el cuerpo está liberado de toda mirada, por eso es natural y honesto. También quería que nos fuésemos olvidando de la edad de la protagonista y empezáramos a ver en ese cuerpo, nuestro propio cuerpo, por eso, en el trabajo actoral, nos basamos más en la psicología del personaje que en lo físico, en sus motivaciones y necesidades.
¿Cómo trabajaste junto al director de fotografía Fran Fernández Pardo la filmación de escenas donde se evidencia el deseo de Cruz? Por ejemplo, destaca el uso de primeros planos y luces cálidas.
Desde el guion esbocé un mood board que me permitió comunicarle a todo el equipo qué tipo de atmósferas quería para la película, las composiciones, los referentes, las ideas y las imágenes más importantes. Fran y yo fuimos construyendo desde el punto de vista de la iluminación el arco dramático de nuestro personaje, por eso, en la película empezamos con un ambiente monocromático y frío, de planos generales y terminamos con una atmósfera cálida, con planos muy cercanos. Esto lo esbozamos muy bien antes de filmar, lo planificamos y estuvimos siempre atentos de ir expresando con la puesta en escena, la transformación psicológica que vive nuestro personaje.
Naciste en Venezuela y has filmado esta película en España. ¿Por qué crees que en la sociedad latinoamericana y la española continúa siendo un tabú el tema del deseo y la satisfacción sexual en mujeres de la tercera edad? ¿Por qué es un tema que rara vez es tratado en las ficciones?
Creo que es un tema tabú en muchas partes del mundo, incluso en los países que se autodenominan como más abiertos con respecto a este tema. El cuerpo es el espacio más censurado, mucho más cuando hablamos de nuestros instintos y fantasías. Hay un dogma que cae encima de nuestros cuerpos y es ese que asegura que la belleza y lo erótico sólo habita en la juventud, pareciera que sólo estos cuerpos pueden representar al deseo o a Eros. Cuando se trata de cuerpos no normativos o cuerpos de la tercera edad, entonces la sexualidad empieza a ser polémica, porque no es una sexualidad para ser consumida, sino es una sexualidad liberadora. Entonces, creo que cuando el deseo y la sexualidad no son mercancías, cuando no responden a los patrones establecidos, empiezan a ser incómodos, polémicos y subversivos.
En la ficción la sexualidad en la tercera edad se trata o como una caricatura humorística o como un drama oscuro, como si tener sexo en esta época de la vida fuese extraordinario. En mi caso, quise simplemente normalizar la sexualidad a cualquier edad, es que nuestras abuelas follan, sí, tienen deseos, se masturban, son mujeres que sienten y eso no debería ser algo que nos asombrara o nos causara incomodidad.
¿Cómo estás recibiendo hasta ahora la selección en el Festival de Sundance? ¿Qué sensaciones y expectativas te genera esta participación tuya y de tu equipo?
La selección en Sundance ha sido una gran sorpresa y alegría. Yo aún no lo puedo creer, apenas en marzo de 2022 estábamos haciendo el casting de la película y ya en noviembre de ese mismo año fue seleccionada en Sundance, ¡es surrealista! Como expectativa está la necesidad de expandir el mercado para “Mamacruz”, poder conectar con distribuidoras y plataformas de todo el mundo. También aprovechar esta plataforma para impulsar nuestro nuevo proyecto de largometraje.
Por último, si tienes futuros proyectos que ya estés trabajando, ¿nos podrías comentar algo al respecto?
Estoy trabajando en un nuevo proyecto de largometraje LGBTI que se titula “Nueve lunas”, es también una dramedia al igual que “Mamacruz”.
Entrevista realizada por Juan Carlos Ugarelli y Laslo Rojas, el 14 de enero de 2023, vía e-mail.
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