A pesar de comenzar enfocándose en un personaje en particular, “The Persian Version” se termina sintiendo como una suerte de antología sobre las diferentes generaciones de una familia iraní en los Estados Unidos. Es una película de estructura curiosa, la cual podría molestar a ciertos espectadores debido a sus distintas particularidades —rupturas de la cuarta pared, números musicales, escenas en donde, al más puro estilo de “La peor persona del mundo”, todos los personajes (a excepción de la protagonista) se congelan en pantalla. Es bastante para absorber, pero para mi (grata) sorpresa, termina funcionando. Y más importante: “The Persian Version” nos muestra una realidad algo ajena a la nuestra, que merece ser vista por un público amplio, incluyendo a aquellos y aquellas que por primera vez se sienten representados por una producción estadounidense.
Layla Mohammadi interpreta a Leila, una directora y guionista de cine que vive y trabaja en Nueva York. Al iniciar la película, la vemos en una fiesta de Halloween, vestida con un burkini (una mezcla de burka y bikini; sí, controvertido). Es ahí donde se junta con un chico disfrazado de Hedwig (de “Hedwig and the Angry Inch”, no la lechuza de Harry Potter), y terminan teniendo sexo. Esto, como se deben imaginar, tiene ciertas repercusiones más adelante. Pero lo importante en “The Persian Version” es que nos vamos enterando del pasado y presente de Leila de manera gradual —cómo estuvo casada con Elena (Mia Foo, con quien por cierto tuve el placer de trabajar hace unos años), y cómo su madre (Niousha Noor) la considera como una decepción. Después de todo, es la única mujer de nueve hermanos, todos, según ella, más exitosos y respetuosos hacia sus tradiciones que Leila.
Es así que “The Persian Version” se va desarrollando como una historia de contrastes. Las transiciones iraníes que contrastan con la modernidad americana; la supuesta rebelión de Leila que contrasta con las actitudes de sus padres; el matrimonio lésbico de Leila que va en contra de todo lo que sus padres le enseñaron. No resulta difícil identificarse con la protagonista; una mujer exitosa e inteligente que, sin embargo, a ojos de su madre, no hace nada bien, y que ha sido tratada de forma machista durante buena parte de su vida. Es interesante, porque hasta cierto punto se siente como un conflicto adolescente en el marco de la historia de una mujer adulta; alguien a quien claramente le va muy bien profesionalmente, pero que cuenta con múltiples problemas personales.
Pero es hacia la mitad de la película, que “The Persian Version” decide tomar un camino distinto. Resulta que la abuela Babajoon (Bella Warda) le da a entender a Leila que sus padres vivieron una controversia años atrás —una controversia sobre la que ella nunca supo nada. Y es debido a eso que la cinta decide contarnos, de manera detallada, la historia de la vida de la madre de Leila, Shirin. La vemos de joven en Irán (interpretada por Kamand Shafieisabet) cuando, a los trece años (¡!) es obligada a casarse con Ali Reza Jamshidpour (Kamand Daneshmand). La vemos mudándose a los Estados Unidos con su familia. Y las vemos, también, convirtiéndose en una mujer exitosa, básicamente aprendiendo sobre bienes raíces por sí sola, luego de que su marido termina teniendo algunas emergencias médicas.
Es un desvío en la trama que no me esperaba y que, como se mencionó líneas arriba, le otorga una estructura algo extraña a “The Persian Version”. Por un lado, agradezco que hayan decidido desarrollar mejor a la madre de Leila, presentándola como alguien que ha tenido que batallar toda suerte de adversidades —tanto profesionales como personales—, como para entender de dónde viene, y por qué trata de determinada manera a su hija. Pero por otro lado, se trata de un cambio de perspectiva algo súbito, que le termina quitando importancia al personaje de Leila y, más importante, acaba por hacer que muchos de sus conflictos simplemente no se resuelvan para el final de la película.
Es así que “The Persian Version” se termina sintiendo como una experiencia notable y muy entretenida, pero… incompleta. Se supone que la sección dedicada a Shirin debería ayudar a desarrollar la historia de Leila, otorgándole más respuestas, pero realmente no creo que ese sea el caso. Ambas historias son interesantísimas, y ciertamente crean ciertos paralelos entre el pasado y el presente; entre lo tradicional y lo más occidentalizado. Pero a la vez, todo esto funciona más a nivel temático que narrativo; más a nivel emocional, incluso, y viéndose en retrospectiva, que en el momento.
Las actuaciones, eso sí, son todas de buen nivel. Layla Mohammadi interpreta a Leila con mucho carisma, convirtiéndola en un personaje fácil de entender, con el que no resulta difícil empatizar. Hubiese sido muy sencillo convertirla en una caricatura andante, quejona y desesperante, pero felizmente ese no es el caso —por más de que, hacia el final, “The Persian Version” no sepa muy bien qué hacer con ella. Por su parte, Niousha Noor está muy bien como Shirin —resulta fascinante ver cómo su máscara se va cayendo poco a poco mientras avanza la película, para finalmente demostrar una vulnerabilidad que ni siquiera se sabía que existía al inicio de la historia. Y el resto del reparto, desde la británica Mia Foo (divertida y con un buen acento norteamericano), hasta Bella Warda (interpretando a una abuela querendona y graciosa), resalta en sus respectivos roles.
No me arrepiento de haber cerrado el Festival de Sundance 2023 con “The Persian Version”. Lo que tenemos acá es una historia generacional, sobre cómo los diferentes mujeres de una familia iraní se van tratando y intentando entender, derrumbando las barreras que sus diferentes circunstancias han creado a lo largo de los años. Esta es una película sobre diferencias culturales, sobre el tradicionalismo familiar, y hasta sobre la complejidad del amor queer. La película tiene un poco de todo —sí, hasta números musicales—, y aunque no lo hace todo bien, admiro su ambición y lo bien actuada y dirigida que está. “The Persian Version” es una experiencia entretenida y peculiar; un filme que espero pueda ser visto por un público más amplio más adelante en el año.
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