[Crítica] «Revolución» (Arequipa, 2023), de Nazareth Vega

Adolescencia interrumpida

El paso a la adultez es una situación que, con sus altos y bajos, resulta identificable tanto para las personas adultas como para las más jóvenes. En este sentido, es importante recordar la gran presencia que tienen este tipo de historias en el medio cinematográfico, en donde han recibido el nombre de coming-of-age, con representantes que van desde clásicos de culto como The Graduate (1967) hasta películas modernas como Lady Bird (2017) o Frances Ha (2012). Es así como, desde Arequipa, la directora Nazareth Vega decidió agregar su propio grano de arena al género por medio de la película independiente Revolución.

La trama principal del largometraje sigue la historia de tres amigos en su último año de secundaria mientras enfrentan problemas internos y externos, esto en una etapa de incertidumbre y autodescubrimiento. Como opera prima financiada con un presupuesto modesto, es de destacar la dedicación por parte del equipo de jóvenes que formó parte del proyecto, habiendo grabado antes, durante y después de la pandemia. Sin embargo, esto también da pie a ciertos errores de continuidad y deficiencias narrativas, siendo que la película, en su afán por desarrollar tres conflictos simultáneamente, no termina por enfocarse lo suficiente en cada uno ellos, dando paso así a resoluciones pobremente construidas

En lo que respecta a la ejecución, la película no termina de encontrar una personalidad propia al estar cargada de escenas que desentonan entre sí ya sea por su propuesta visual, narrativa o sonora. Un claro ejemplo de esto es la forma como estas se encuentran editadas, teniendo momentos de bastante tensión dramática que son antecedidos o precedidos por secuencias atmosféricamente menos cargadas y hasta de puro disfrute. Es claro que la vida tiene momentos de goce y sufrimiento, sin embargo, la manera como esta película muestra estos dos lados termina distrayendo de lo que se quiere narrar,

Por su parte, el cast de personajes es bastante arquetípico y sus problemas no terminan por matizarse del todo. No obstante, el mayor problema de ellos reside en sus comportamientos, los cuales, debido a actuaciones bastante inconsistentes, no terminan de ser creíbles o formar lazos fuertes con el público, provocando que momentos de índole emocional resulten acartonados y difíciles de empatizar. Por otro lado, algo que sí se debe aplaudir de la película la manera en que desarrolla el arco de su personaje principal, Daniel Raeli, cuya historia es la que más trasfondo presenta, aunque se ve afectada tanto por la corta duración de la cinta como por el tiempo que está dedica a los conflictos de sus amigos que, incluso si son importantes en el contexto social actual, terminan sobrando por la poca exploración que se les dedica.

Finalmente, es claro que el apartado técnico de la cinta no es necesariamente impresionante o consistente debido a sus limitaciones, sin embargo, está lo suficientemente bien realizado como para destacar en ocasiones. Dicho esto, es necesario mencionar el trabajo de fotografía y cómo logra capturar las zonas rurales con grandeza y hasta espiritualidad; por su parte, las tomas más cercanas a los personajes están bien capturadas y, aunque sufren de problemas de excesiva opacidad o sobreexposición en ocasiones, resultan ágiles para narrar la historia. Por último, hacer mención de la banda sonora cuya presencia termina siendo intrusiva y forzada en ocasiones, habiendo un exceso de secuencias musicales a lo largo del filme a pesar de tan solo durar 70 minutos, teniendo una mejor utilidad al momento de crear atmósfera en momentos mucho más dramáticos, siendo un ejemplo de esto las secuencias introspectivas semi oníricas de cada personaje.

Para finalizar, se podría decir que la película no es necesariamente un hito dentro del cine nacional al no estar lo suficientemente pulida en su apartado narrativo y técnico, aunque el esfuerzo, el alma y la dedicación puesta en su realización puede abrir las puertas a que otros grupos independientes en el Perú encuentren inspiración para llevar a la pantalla sus propias propuestas. Solo el tiempo lo dirá.