En el Hot Docs Festival que se desarrolla en Toronto, Canadá hasta el 7 de mayo, se proyectan dos documentales provenientes o de temática argentina y, por consiguiente relacionados a Latinoamérica, de la que se pueden obtener interesantes reflexiones.
El equipo (EE UU, 2023)
El director mexicano Bernardo Ruiz toma como punto de partida la vida y obra de Clyde Snow, un antropólogo forense estadounidense, para repasar casi cuarenta años de sucesos nefastos ocurridos en Latinoamérica. Snow, ya conocido por haber trabajado en la identificación de los restos de Josef Mengele (médico de Auschwitz) y de las víctimas de John Wayne Gacy (asesino serial), es elegido en 1983 para realizar la exhumación de los desaparecidos por la dictadura de Jorge Rafael Videla. En la búsqueda de un equipo profesional que lo ayude en la misión, descubre que solo puede confiar en estudiantes universitarios de medicina y antropología ya que los forenses profesionales habían colaborado con el régimen militar.
Es así como como forma un grupo de aprendices que pronto se convertirán en colegas y que más tarde formarán el Equipo Argentino de Antropología Forense. Varios miembros fundadores como Mercedes ‘Mimi’ Doretti, Patricia ‘Pato’ Bernardi y Luis Fondebrieder aportan sus testimonios y vivencias, primero guiados por Clyde Snow y posteriormente por su cuenta, acerca de las condenables atrocidades que han presenciado como investigadores en busca de la verdad y justicia, ya no solo en Argentina, donde su labor fue una parte fundamental para la sentencia en el Juicio a las Juntas, sino también en la masacre de El Mozote en El Salvador y, más recientemente, en la desaparición de los cuarenta y tres estudiantes de Ayotzinapa en México.
El equipo es un documental crudo y doloroso, pero imprescindible para tomar conciencia de las heridas abiertas que tenemos como sociedad en Latinoamérica, además de un ejercicio de introspección a la complicada actualidad de los colectivos que trabajan en la búsqueda de justicia, muchas veces perseguidos y estigmatizados por personas que prefieren mantener la verdad oculta.
El castillo (Argentina, 2023)
Un documental casi performativo es lo que nos trae el director argentino Martín Benchimol. En este, acompañamos a Justina, una señora que heredó de su empleadora, una mansión en una zona rural de Argentina con la única condición de que jamás la vendiera. Allí vive ella acompañada de su hija Alexia, una joven soñadora que vislumbra su futuro muy lejos del campo en el que, como nos permite ver este largometraje, la vida es bastante dura y las carencias no son pocas.
Aunque es evidente que hay algún guion o, por lo menos, una pauta que se sigue, Benchimol decide poner la cámara, con un uso bastante prolijo, y dejar que las anécdotas ocurran en el mencionado ‘castillo’ y en las tierras que forman parte de la propiedad, en la que también se crían animales. Aquello nos brinda momentos muy entretenidos que funcionan durante el visionado por la identificación que se puede tener en la cotidianeidad de la relación madre-hija. También son muy efectivos los momentos en los que reciben visita de la familia de su difunta empleadora y se evidencian los contrastes, especialmente conductuales, entre las personas del campo, más reservadas y distantes; y las personas de la ciudad con un nivel socioeconómico más acomodado, más entrometidos y apabullantes.
Pero especialmente relevante es la discusión, que se propone a través de un tono melancólico, sobre cómo los hijos dejan el nido vacío en busca de mejores oportunidades y que es lo que sucede con los padres, quienes aún tienen mucha vida por delante, así como la configuración social centralizada de las grandes ciudades, en desmedro de las zonas rurales, que cada vez quedan más despobladas. El castillo es un documental con el que es muy sencillo empatizar por su sabor agridulce, en medio del registro nostálgico pero esperanzador, tal como la misma Latinoamérica.
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