No tengo miedo de decir que “Las Dos Torres” es la entrega más floja de la trilogía de “El Señor de los Anillos”. Lo bueno, en todo caso, es que el estándar establecido por las otras dos películas es tan alto, que esto quiere decir que la segunda cinta igual es extraordinaria. Simplemente no es tan extraordinaria como “La Comunidad del Anillo” o “El Retorno del Rey”. Se trata del capítulo intermedio, y por ende tiene que actualizarnos sobre lo que sucede con los personajes que conocimos en la primera película, avanzar con el conflicto entre héroes y villanos, y establecer personajes nuevos, conflictos nuevos, y situaciones que serán resueltas en la entrega final. No es una tarea fácil, y aunque cuenta con más defectos que sus contrapartes, igual hace un excelente trabajo manejando todos estos aspectos.
“Las Dos Torres” comienza con una suerte de flashback, en donde vemos lo que de verdad sucedió con Gandalf El Gris (Ian McKellen) luego de que se cayó al abismo junto al demoníaco Balrog en el interior de las Minas de Moria. Luego de ese breve prólogo, regresamos a donde nuestros hobbits principales, Frodo Baggins (Elijah Wood) y Samwise Gamgee (Sean Astin), quienes se encuentran perdidos, tratando de llegar a Mordor, hogar del malévolo Sauron. Es en esos peligrosos caminos que se terminan aliando con Gollum (Andy Serkis), una criatura frágil, desagradable y psicológicamente atormentada, que años atrás fue corrompida por el Anillo Único, y que ahora guía a nuestros héroes a la Reja Negra de Mordor.
Mientras tanto, el humano Aragorn (Viggo Mortensen), el elfo Legolas (Orlando Bloom) y el enano Gimli (John Rhys-Davies) están tras el rastro de un grupo de uruk-hai, quienes en la película pasada secuestraron a los hobbits Merry (Dominic Monaghan) y Pippin (Billy Boyd). Es así que el trío termina adentrándose en la tierra de Rohan, señores de los caballos, donde se encuentran con un rey llamado Théoden (Bernard Hill), corrompido y manipulado por Saruman (Christopher Lee), y su sobrina llamada Eowyn (Miranda Otto), que está siendo acosada por un consejero manipulador llamado Grima (Brad Dourif). Nuestros héroes, por supuesto, tendrán que ayudar a toda esta gente, mientras el maléfico Saruman envía su enorme ejército de uruk-hai para invadir el país de Rohan.
Finalmente, regresamos donde Merry y Pippin, quienes son rescatados por Treebeard (voz de John Rhys-Davies). Este último es un ent, un árbol que habla, camina y tiene pensamientos, y que se convertirá, junto a sus compañeros, en una figura importante a la hora de derrotar a Saruman y acabar con sus fábricas de uruk-hai en Isengard. Es así que tenemos estas tres líneas narrativas en paralelo, en las que seguimos a nuestros héroes, antes juntos, tratando de combatir las fuerzas de Saruman y Sauron, y encontrándose con nuevos amigos y enemigos. Frodo, Sam y Gollum, por ejemplo, terminan siendo capturados por el capitán Faramir de Gondor (David Wenham), hermano menor del finado Boromir quien, al igual que este último, considera que el Anillo Único es un arma poderosa que debe ser usada por los humanos.
Es así que nos vamos dando cuenta que “Las Dos Torres” es una experiencia distinta a la de la primera película. Nuestros héroes se han separado luego de la muerte de algunos de sus compañeros, y cuentan ahora con objetivos distintos, todos relacionados, por supuesto, a la batalla contra las fuerzas del mal. De las tres líneas narrativas principales, la más interesante, para vuestro servidor, es la de Aragorn, Legolas y Gimli. No solo nos permite ver lugares nuevos de la Tierra Media y conocer a personajes interesantes, sino que también tangibiliza algunos de los conceptos que han sido mencionados desde “La Comunidad del Anillo”. Nos permite ver exactamente por qué es que nuestros héroes están peleando; a quienes están defendiendo, qué tipo de personas pueblan las diferentes zonas de la Tierra Media, y qué tan difícil resulta enfrentarse a las fuerzas de Saruman.
Todo esto llega a su clímax, por supuesto, en la Batalla de Helm’s Deep. Incluso más que la primera película, “Las Dos Torres” realiza varios cambios en relación a su fuente de inspiración, la mayoría estructurales, y el más significativo siendo poner a la Batalla de Helm’s Deep como el enfrentamiento climático de la historia. Esto resulta en una de las secuencias de guerra más impresionante de la historia del cine, en la que vemos tanto a nuestros héroes, como las fuerzas de Rohan y un grupo de soldados élficos (otro cambio importante en relación a la novela; estos personajes simplemente no aparecen en en libro), pelear contra el ejército de uruk-hai de Isengard.
Es un verdadero tour de force; una secuencia extensa pero consistentemente emocionante, en donde Jackson demuestra ser un maestro a la hora de escenificar y coreografiar violencia. Ya casi se ha deshecho de los planos cercanos y cámaras nerviosas de la primera película; todo es mostrado con claridad, justificando la fuerte presencia de luz en una escena nocturna, con imágenes impactantes y que, sin ser completamente realistas, están al servicio de la narrativa. Desde el comienzo, tenso y prologado, en donde los uruks llegan y se posicionan frente al castillo, hasta el asedio por parte del enemigo, Legolas y Gimli contando los monstruos a los que van matando, y el último esfuerzo por parte de Aragorn y Théoden por acabar la batalla de manera gloriosa y valiente… todo está dirigido com aplomo y seguridad, por un Jackson consciente de lo que debe hacer y cómo. Secuencias de esta potencia y poder visual no se ven con mucha frecuencia en el cine comercial contemporáneo.
Por supuesto, el clímax violento de la historia no es lo único que tiene “Las Dos Torres” para ofrecer. La percepción que uno tiene de la Tierra Media, por ejemplo, es expandida con la introducción de Rohan —y los problemas tanto políticos como personales y hasta románticos que nuestros protagonistas encuentran en los salones de Théoden. Y siguiendo con los cambios respecto al libro, Jackson inserta un emocionante enfrentamiento entre humanos y jinetes de wargs, una escena que simplemente no existe en la obra de Tolkien. En la película, no obstante, sirve para inyectarle tensión adicional a la narrativa, darle una preocupación adicional a nuestros héroes, poner en peligro a Aragorn, y en general, mejorar el ritmo de la historia. Ninguna de estas películas es para los puristas —varios fanáticos seguramente les dirán lo mismo—, pero me animaría a decir que “Las Dos Torres” es la película que más cambios (para bien) ha sufrido respecto a su fuente de inspiración original.
Respecto a las dos líneas narrativa restantes, desgraciadamente lo que resulta más tedioso es ver a Merry y Pippin junto con Treebeard. Este último es un personaje divertido, y de hecho, no me puedo quejar de la secuencia en la que finalmente logra involucrarse, junto con sus compañeros, en un asedio a Isengard. Pero todo lo que viene antes es lento y aburrido. Entiendo que esto es adrede —los ents son seres pacientes y calmados, que experimentan el tiempo de forma distinta a los humanos—, pero debo admitir que, al menos cuando veo esta película solo en casa, suelo saltearme las escenas en las que los hobbits esperan a que los árboles parlantes tomen algún tipo de decisión respecto a la guerra. Nuevamente; es una decisión creativa coherente con el libro y hecha a propósito, pero esto no quiere decir que funcione para vuestro servidor.
Lo cual, por supuesto, nos deja con la historia de Sam y Frodo. Es aquí donde sí encontramos algo interesante, especialmente en los que se refiere a Gollum. Traído a la vida con expertise por el gran Andy Serkis, se trata de un personaje complejo, conflictivo, que cuenta con una personalidad doble. Primero está el inocente Sméagol, que solo quiere ayudar a sus amigos hobbits y llevarlos a donde quieren ir. Y luego está Gollum, la criatura corrompida por el Anillo Único, que se quiere deshacer de sus nuevos maestros para quedarse con la joya de Sauron. Esto resulta en escenas hipnotizantes que ponen en evidencia los considerables talentos de Serkis, uno de los pioneros de la actuación virtual, y quién más adelante interpretaría a King Kong para el mismísimo Jackson, y al líder de los simios, César, en la trilogía de “El planeta de los simios”. Su Gollum, no obstante, es quien lo comenzó todo, y es todo un deleite verlo en pantalla.
Aparte de él también resulta fascinante ver la evolución de la relación entre Frodo y Sam. Habiendo comenzado como mejores amigos, somos testigos de como el Anillo va corrompiendo a Frodo, haciendo que se comporte casi como un drogadicto —siendo su droga, por supuesto, el Anillo mismo—, y alejándose de Samwise. Es una relación que se va haciendo cada vez más unilateral, con Sam tratando de jalar a Frodo a la luz, y Frodo siendo tentado por el Anillo para adentrarse en la oscuridad. Gollum, además, no ayuda —Frodo siente pena por él, e irónicamente, se va comportando cada vez más como él, incluso llamando al Anillo como su “tesoro”. Ver a estos personajes interactuando con el ya mencionado Faramir, nos dice mucho sobre la fortaleza de Frodo, la debilidad de los hombres, y el poder del Anillo —y nos permite, eventualmente, considerar a Faramir como alguien mejor que su hermano mayor. Más sobre él veremos, pues, en “El Retorno del Rey”.
Ahora bien, es esta película la que va demostrando la afinidad que Jackson tiene por la tecnología digital. Mientras que “La Comunidad del Anillo” se siente tangible, combinando muy bien escenarios reales con maquetas y creaciones digitales, es aquí donde se comienza a abusar un poquito de lo generado por computadora. Se ve en la inclusión de los Espectros Voladores del Anillo, Gollum, Treebeard y algunos planos de la Batalla Final. Nada en “Las Dos Torres” luce horrible, pero sí se nota una mayor dependencia de la pantalla verde y el chroma key, con algunos planos luciendo un poco más falsos que otros. No es nada grave, y “Las Dos Torres” sigue siendo todo un logro técnico y creativo, pero hay algo de la practicidad y naturalidad de la primera cinta que se ha perdido acá.
Nuevamente: al menos para vuestro servidor, “Las Dos Torres” es la más flojita de las tres películas de “El Señor de los Anillos”. Pero como se dijo líneas arriba, la calidad de las otras dos entregas es tan alta, que eso no convierte a esta segunda parte en algo difícil de recomendar. Sí, cuenta con algunos planos exageradamente sintéticos; y sí, no me fascinan las escenas con Treebeard y los dos hobbits. Pero en general, y con varios cambios estructurales respecto a la novela, “Las Dos Torres” de Peter Jackson logra cementar lo que se vio en la cinta anterior, y desarrollar mucho de lo que será presentado con mayor detalle en la película climática. La Batalla de Helm’s Deep es espectacular, Gollum es una de las creaciones digitales más importantes de la historia del cine, y en general, la experiencia de ver “Las Dos Torres” no podría ser más entretenida. Es un capítulo intermedio, y por ende no funciona de forma tan individual como los otros dos, pero igual se trata de un blockbuster expertamente realizado, y que ha envejecido muy poco. Sigo siendo fan.
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