“Bottoms” no tiene ningún interés en “caerte bien”. O aceptas la realidad en la que se lleva a cabo y el sentido del humor que maneja, o mejor cambias de película. Lo que tenemos acá es una mezcla de géneros y estilos que, sin llegar a ser igual de transgresora que la cinta previa de su directora, Emma Seligman —la excelente “Shiva Baby” (2020)—, funciona simplemente gracias a lo distinta que es. Manejando un estilo del humor bien de la Generación Z, y burlándose tanto de los clichés del subgénero de la comedia adolescente gringa, como de varios aspectos de la sociedad actual, “Bottoms” termina siendo una experiencia sorprendente, inteligente, violenta, sangrienta (¡!) e imperfecta. No será para todo el mundo, pero al menos arriesga.
Nuestras protagonistas son PJ (la ídola de X/Twitter, Rachel Sennott) y Josie (Ayo Edeberi, de “Las Tortugas Ninja: Caos Mutante”), dos adolescentes queer que parecen estar estudiando en el colegio más absurdo y alocado que jamás se haya visto en una película. Se trata de una institución donde los jugadores de fútbol son los reyes (tanto así que usan su uniforme de deporte durante clases regulares), todos los alumnos están divididos en grupitos estereotípicos, y ellas son consideradas como las máximas perdedoras —no por ser lesbianas, sino más bien por ser lesbianas y no tener talento alguno.
Las cosas cambian, sin embargo, cuando tienen la idea de formar un Club de la Pelea —o más bien, un Club de Autodefensa. PJ lo hace para poder acercarse a su “crush”, la súper popular Brittany (Kaia Gerber, muy parecida a una joven Rachel Bilson), y aunque Josie también está interesada en interactuar con su propia “crush”, Isabel (Havana Rose Liu), enamorada del jugador de fútbol más popular de la escuela, el estúpido Jeff (Nicholas Galitzine), eventualmente se da cuenta de que le están haciendo mucho bien a muchas chicas con el grupo. No obstante, eventualmente se verán obligadas a decirle la verdad a sus nuevas amigas, incluyendo a la también queer Hazel (Ruby Cruz, de la ahora desaparecida serie de “Willow” de Disney+), y tratar de arreglar una situación que se va haciendo cada vez más complicada.
Por más de que, como se mencionó líneas arriba, “Bottoms” mezcle elementos de varios géneros y estilos cinematográficos, en términos generales, lo que tenemos acá es una sátira. Una sátira de los clichés de las comedias adolescentes —los grupos escolares, los jugadores de fútbol súper populares, las chicas creídas y huecas, los profesores aparentemente ciegos ante todo lo que sus alumnos hacen—, y también de cómo los jóvenes se perciben a sí mismos hoy en día. Es en eso último donde resalta el humor bien de la Generación Z —absurdo a más no poder, y poco interesado en un contexto creíble o en una lógica interna consistente. Ya dependerá de cada uno si es que logra conectar con una propuesta así, o no.
Después de todo, “Bottoms” es el tipo de película que incluye a un profesor (el jugador de fútbol Marshawn Lynch) que deja que sus alumnas se peguen como parte de una actividad extracurricular. Y también a un director exageradamente machista, más interesado en un partido de fútbol interescolar que en el bienestar de sus alumnas. Y por supuesto, un clímax que involucra violencia, sangre y muchos muertos, los cuales no son mencionados posteriormente por absolutamente nadie. Aparentemente, en el mundo de “Bottoms” es totalmente normal que estudiantes mueran durante un partido de fútbol, y supongo que a los padres ni les interesa (o no están). Uno tiene que suspender su incredulidad a niveles nunca antes vistos si es que pretende disfrutar de esta película.
Lo cual está bien —este crítico la pasa realmente bien con este tipo de propuestas satíricas y absurdas (a propósito). Lo que sí me decepcionó un poco de la película es que no es tan graciosa como esperaba (o como la película cree que es). De hecho, me animaría a decir que “Bottoms” es más ingeniosa que verdaderamente hilarante, causando risitas en el espectador, en lugar de carcajadas. No me sorprendería que algunos miembros del público simplemente no se rían con la película —quizás aceptando que satiriza la juventud actual y los estereotipos de películas de similar corte de manera astuta, pero no particularmente graciosa.
En ese sentido, no sorprende que “Bottoms” haya sido dirigida y coescrita por la directora de “Shiva Baby”, una de las comedias negras más incómodas que se hayan visto en los últimos años. Parece que la incomodad es su especialidad, y también la de Rachel Sennott, una excelente joven actriz que seguramente se convertirá en una estrella dentro de muy poco. Su PJ es una protagonista compleja —agresiva y siempre a la defensiva, pero a la vez, vulnerable por momentos. La Josie de Ayo Edeberi contrasta perfectamente con ella; es una chica más insegura, que ni siquiera sabe cómo actuar frente a su “crush”, la Isabel de Havana Rose Liu (hipnotizante y amable). Por su parte, Kaia Gerber logra humanizar —hasta cierto punto— a un personaje completamente arquetípico, y Ruby Cruz destaca como la pirómana Hazel. El Jeff de Nicholas Galitzine es el perfecto idiota, y Marshawn Lynch interpreta a uno de los profesores más excéntricos que haya visto en un buen tiempo.
Entiendo perfectamente por qué “Bottoms” se convirtió rápidamente en una sensación en redes sociales. Después de todo, se trata de una comedia absurda protagonizada por una actriz increíblemente popular con la Generación Z (Rachel Sennott), que maneja un estilo del humor perfecto para dicho público, y que se siente increíblemente diferente a lo que normalmente vemos en cines. Puede que el film no me haya fascinado, pero admiro lo mucho que se arriesga —no solo porque mucha gente todavía no se anima a disfrutar de historias de corte LGBTQ (algo lamentable), sino también porque su mezcla de ironía, violencia, sangre, chistes políticamente incorrectos y estereotipos no serán del agrado de todo el mundo. Si aquello suena como algo que les podría gustar, sin embargo, seguro que la pasarán bien con “Bottoms”.
Nota: Vi este film gracias a un screener cortesía de Amazon MGM Studios y Orion Pictures. “Bottoms” se estrenará en Prime Video el 27 de noviembre de 2023.
Deja una respuesta