“Young Hearts” (2024) es un drama coming-of-age escrito y dirigido por el realizador belga Anthony Schatteman en su debut como director de largometraje. La película cuenta la historia de Elias, un chico de 14 años que se enamora de su nuevo vecino, Alexander, de su misma edad y proveniente de Bruselas. Esta coproducción belga-holandesa es parte de la sección Generation Kplus del 74º Festival Internacional de Cine de Berlín (sección donde compite junto a las peruanas «Raíz» y «Reinas»).
Este es un típico retrato de las alegrías y luchas del amor juvenil, en particular de jóvenes LGTB que enfrentan tanto el estigma social como la confusión personal. La película muestra las emociones y los deseos de los protagonistas, interpretados por los noveles Lou Goossens y Marius De Saeger, con sensibilidad y una buena dosis de ternura. La película también explora los tópicos esperables sobre la familia, la amistad, la identidad y la aceptación, a través de las interacciones de Elias con sus padres, su abuelo y sus amigos.
Uno de los puntos fuertes de la película es que evita los tropos comunes de los dramas de coming-out, como el rechazo inmediato o la violencia, y en cambio se centra en los conflictos internos y el crecimiento emocional de ambos personajes. La película muestra que Elías y Alexander no se definen necesariamente por su sexualidad, sino por sus personalidades, sus sueños y sus sentimientos.
Sin embargo, la película adolece en general de un tono cursi y meloso que socava el realismo y el impacto que podría tener esta historia. La película se basa demasiado en clichés y estereotipos, como el bullying homofóbico, el mejor amigo súper comprensivo, un excéntrico miembro de la familia (en este caso un papá suerte de cantante pop famosito en el pueblo), y por supuesto el necesario clímax dramático. La película también utiliza una paleta de colores suaves y cálidos que crea una atmósfera acogedora y nostálgica, pero al mismo tiempo hace que parezca demasiado pulida y artificial.
De todas formas la película intenta presentar la relación gay entre adolescentes con honestidad y respeto, sin sensacionalismo ni fetichismo. Aquí no se explota la sexualidad de los personajes, sino que se la utiliza para transmitir su vulnerabilidad. “Young Hearts” es una película que ofrece una perspectiva positiva sobre las relaciones gay, e intenta desafiar los estereotipos y prejuicios que aún existen en la sociedad, quizá de una manera demasiado light para los tiempos que corren, pero el tono se podría explicar si se piensa en el público infantil al que está principalmente dirigido, en esta sección de la Berlinale. Este es un film que busca inspirar a los jóvenes LGTB, animándolos a abrazar y celebrar su amor. Quizá sea esto último por lo que merezca algún reconocimiento, más que por sus méritos artísticos y cinematográficos.
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