La amenaza de recortes a los estímulos económicos estatales para el cine trasciende fronteras y despierta solidaridad: “Lo que hace que una sociedad sea feliz es la cultura. Es el alimento espiritual. Y muchas de las cosas interesantes que se hacen hoy en día es con dinero público. Si se tiene que responder a una lógica del mercado, se va a hacer siempre lo más evidente, lo que tiene éxito a priori, lo más tonto. Entonces, para mí, quitar las ayudas al cine es una muerte espiritual”, expresó el director y productor español Albert Serra, en una conversación exclusiva con Cinencuentro, en el Museo del Cine, en Ámsterdam, durante la apertura de una exhibición de su obra.
(Imagen de portada: Albert Serra en el Eye Filmmuseum, Amsterdam, 7 de junio de 2024. Foto: Corinne de Korver)
Albert Serra (Cataluña, 1975) es reconocido por sus películas que cuestionan y desafían el statu quo. Su obra se inspira a menudo en los mitos y la literatura europeos. En Honor de cavelleria (2006) por ejemplo, retrata la figura literaria de Don Quijote de una manera peculiar y contemporánea. En Historia de mi muerte (2013), Serra escenifica un encuentro entre los dos iconos Casanova y Drácula. Estas figuras históricas se utilizan para explorar temas contemporáneos como las ideas de libertad, las turbias estructuras de poder y la ambivalencia moral. Serra desafía lo que considera el espíritu hipócrita de la época. Se usan elementos como la provocación o el absurdo con el propósito de hacer que la sociedad se mire críticamente a sí misma.
The Eye Filmmuseum, en Ámsterdam, presenta la primera exposición sobre la obra del cineasta catalán en los Países Bajos, del 8 de junio al 29 de septiembre. Para esta muestra todo el espacio expositivo del museo se ha transformado en un escenario inmersivo. El decorado se basa en Liberté (su reconocida película de 2019), en un inicio una obra de teatro emblemática sobre librepensadores libertinos que Serra creó en 2018 para la Volksbühne de Berlín y tradujo al cine al año siguiente. El cineasta involucra a los participantes en un cautivador juego de observar y ser observado, en busca de la desnudez del significado de la «libertad absoluta».
A continuación, nuestra conversación con el cineasta:
Señor Serra, cuéntenos cómo es su cine, para quienes no lo conocen aún.
Es un cine que se preocupa por el lenguaje cinematográfico, por lo que puede ofrecer el cine todavía hoy en día (de nuevo), qué tipo de imágenes, de formas cinematográficas pueden interesar a la gente, o hacer que vayan al cine y paguen por una experiencia que no pueden encontrar en ningún otro sitio. Es decir, un poco como vemos aquí, esta experiencia de museo, de interacción con un tipo de imágenes y una determinada manera. Si no es esto y aquí, el mismo tipo de experiencia no se puede tener. Entonces esta es mi obsesión, y cada película para mí es un nuevo desafío estético, formal.
¿Cómo era el cine de sus inicios?
Era un poquito minimalista, era el principio del digital, usé las primeras cámaras digitales, las handycam. Empezar a rodar de una manera mucho más barata, como si lo hicieras en casa y lo podías editar tú mismo, con las primeras computadoras personales. La primera película que hice fue precisamente para ser más original, una adaptación del Quijote, Honor de cavalleria, imagínate hacerla con cámaras digitales. Parecía casi como una cosa estúpida utilizar cámaras digitales para hacer una adaptación del Quijote. Siempre me interesaron temas históricos y ahora también algunos temas más contemporáneos. Cada película también es resultado de coincidencias. Tengo un equipo, unos coproductores internacionales, tengo siempre varias ideas, varios proyectos.
Su última película Pacifiction (2022), ¿es muy diferente, no?
Sí, Pacifiction, que estuvo en el Festival de Cannes (seleccionada para la Palma de Oro) es del 2022 y la otra (Honor de cavalleria), es del 2006. Han pasado 16 años explorando las posibilidades del cine digital, la evolución de las cámaras digitales, la edición. Cómo puedes ir captando o trabajando con los actores, cada vez de una manera más sutil, cada vez más compleja. Lo que no se hace normalmente en la industria, que preparan un guion y la gente repite el guion.
¿Cómo son los procesos de casting para sus películas?
Bueno, me gusta ahora mezclar, siempre hay gente que está, amigos míos. Ahora me gusta utilizar actores no profesionales con “estrellas”, digamos. Para mí, lo que vale es el conjunto. No es tanto un actor sino el conjunto del ambiente, del equilibrio entre todo el casting de una película. Y que tenga un sentido, que tenga una coherencia tener esos actores puestos juntos.
¿Busca personajes concretos en los castings?
Digamos que el personaje no tiene una definición tan concreta. Yo cojo el actor e intento ver qué tipo de cosas hace bien ese actor, o qué cosas son las mejores que sabe hacer, entonces hago que su personaje se adapte a eso. No a la inversa, no es el actor el que se tiene que adaptar al personaje, sino a la inversa.
Sus películas están disponibles en plataformas.
Sí, pero no son producidas por plataformas o dentro de su lógica. Son producidas para el cine, para tener una experiencia diferente, en pantalla grande. Mis películas proponen, o intentan proponer algo diferente, que dé sentido al hecho de hacer el sacrificio de ir a una sala y de pagar una entrada. Con lo que cuesta una entrada de cine tienes toda la mensualidad de Netflix. Entonces si tú pagas una entrada, es porque vas a tener una experiencia diferente. Para mí el cine, el único sentido que tiene, es que sea cine de autor, un cine diferente. Y la gente en el futuro va a pagar para ir al cine como si fuera al teatro, para ver algo una vez o de vez en cuando, pero que sea algo diferente.
Latinoamérica afronta situaciones que ponen precisamente en riesgo el cine autor, es el caso de Perú, Argentina, ¿cómo ve esto?
Me parece mal porque pienso que, precisamente, lo que hace que una sociedad sea feliz es la cultura. Es el alimento espiritual. Y muchas de las cosas interesantes que se hacen hoy en día es con dinero público. Si se tiene que responder a una lógica del mercado, se va a hacer siempre lo más evidente, lo que tiene éxito a priori, lo más tonto. Entonces para mí que esté sucediendo eso allá, es una tragedia. Por ejemplo, si tú propones una cosa estética que es difícil, a lo mejor la gente enseguida no lo entiende. Se puede tardar años en entender lo que estabas proponiendo y que era una cosa que realmente era bonita, algo interesante, y para poder hacerlo muchas veces se necesita dinero público, sobre todo en cine que es un arte caro. Entonces para mí, quitar las ayudas al cine es una muerte espiritual.
La belleza que tenemos en Europa son precisamente las ayudas públicas a las producciones culturales, y esto se debe mantener. Es un signo de civilización máximo, y que la sociedad entienda que tienen precisamente que apoyar actividades culturales y creaciones culturales difíciles, que incluso desafíen el statu quo y que sean autocríticas.
Liberté, la exposición
En el Eye, Serra ha hecho de Liberté una interesante travesía entre película, decorado teatral y exposición, donde se pueden ver fragmentos de su película, en múltiples pantallas. Un nuevo punto de inflexión en la reinterpretación que Serra hace de su film. Observamos una reunión de aristócratas franceses que, huyendo de los confines de la corte conservadora de Luis XVIII, se reúnen con aliados prusianos en un descampado del bosque. Allí intercambian visiones libertinas de la libertad, que recuerdan a las del Marqués de Sade.
El decorado, diseñado especialmente para esta exhibición, mezcla característicos atributos rococó de la película de Serra con elementos contemporáneos para crear un sugerente paisaje del bosque. Se evoca un mundo lleno de ambivalencia psicológica y moral. Porque sólo así, en la impenetrable zona gris entre el bien y el mal se pueden comprender, según Serra, las «contradicciones y la hipocresía de nuestro tiempo».
Cine, charlas y eventos
La obra de Albert Serra se complementará con conferencias, clases magistrales y proyecciones de películas. Además de sus largometrajes, se proyectará una selección de sus cortometrajes y series, algunos de los cuales se exhibirán en pantalla grande por primera vez en los Países Bajos. Albert Serra estará presente en Eye varias veces durante el período de la exposición para hablar sobre su obra y su exposición. Artur Tort, director de fotografía habitual de Serra y ganador de un premio César por su trabajo de cámara en el filme Pacifiction (2022), también ofrecerá una visión de sus métodos de trabajo durante una clase magistral.
Albert Serra ha realizado una docena de largometrajes, cortometrajes, videoinstalaciones y producciones teatrales. Estudió filología hispánica y estudios literarios en la Universidad de Barcelona. En 2001 fundó la productora Andergraun Films. Su ópera prima Honor de cavalleria (2006) fue seleccionada por Cahiers du Cinéma como una de las diez mejores películas de 2007. Por Història de la meva mort (2013), recibió el Leopardo de Oro en el Festival Internacional de Locarno de 2013. Por La mort de Louis XIV (2016), Serra recibió el Premio Jean Vigo 2016. Asimismo, Liberté recibió Un Certain Regard – Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes 2019.
Entrevista realizada por María N. Domínguez, el 7 de junio de 2024, en Ámsterdam.
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