[Netflix] «Un detective suelto en Hollywood: Axel F» (2024)


Tendría todo el sentido del mundo que se acerquen a Un detective suelto en Hollywood: Axel F con algo de sospecha. Después de todo, se trata de una nueva «legacy sequel» —ya saben, aquellas secuelas que han salido años (o hasta décadas) después del estreno de la películas originales, desarrolladas únicamente para aprovecharse de la nostalgia que cierto tipo de público siente por sus “años mozos”. De aquel tipo de secuela, los mejores exponentes son los que mezclan dicha nostalgia con buenos guiones, mejores actuaciones, y algo relevante para decir; filmes como la genial Top Gun Maverick, o hasta la cumplidora Star Wars: Episodio VII – El despertar de la Fuerza.

Felizmente, puedo afirmar que Un detective suelto en Hollywood: Axel F pertenece a dicho grupo. Claramente superior a su predecesor inmediato —cuya mejor escena, curiosamente, cuenta con un “cameo” inesperado por parte de George Lucas— y similar en tono y estilo a las dos primeras entregas, esta nueva entrega utiliza la nostalgia que ciertos espectadores podrían sentir por uno de los más populares personajes de Eddie Murphy, para desarrollar una narrativa que mucho nos dice sobre el paso del tiempo, las relaciones entre padres e hijas, y la obsesión por una juventud que se esfuma rápidamente. Felizmente, lo hace todo con un tono apropiadamente jocoso, que aprovecha al máximo el carisma natural y ritmo cómico del inmortal Murphy.

Al comenzar el film, el buen Axel sigue en lo mismo de siempre: viviendo en Detroit, trabajando como detective de policía sin importarle mucho las reglas. Las cosas cambian, sin embargo, cuando su jefe, Jeffrey Friedman (Paul Reiser) le informa que se va a jubilar, y le recomienda que reconecte con su hija, la abogada de Beverly Hills Jane (Taylour Paige). Y el asunto se torna más grave, incluso, cuando esta última decide hacerle caso al viejo amigo de Axel, Billy Rosewood (Judge Reinhold), y comienza a representar a un chico que ha sido acusado de un crimen que no cometió.

Es así que un grupo de mafiosos intenta matar a Jane (y felizmente fallan en el intento), lo cual motiva a Axel a viajar una vez más a Beverly Hills. Ahí se reecuentra con su viejo amigo, el capitán John Taggart (John Ashton), pero también se encuentra con una hija que no está muy interesada en reconectar. No obstante, con su ayuda, y la de un joven policía llamado Bobby Abbott (Joseph Gordon-Levitt), Axel intentará resolver el caso: averiguar quién quiere matar a su hija y por qué, y quién esta detrás del falso crimen del que se le ha acusado al joven anteriormente mencionado. En el camino, se encontrarán con el Capitán Cade Grant (Kevin Bacon), quien se supone es honesto y honrado, pero de quien Axel sospecha tremendamente.

A nivel narrativo, Un detective suelto en Hollywood: Axel F no es nada del otro mundo. De hecho, si han visto cualquier película de acción o policías, o incluso cualquiera de las entregas anteriores, sabrán qué esperar de esta nueva película. El chiste no está ahí. Está, más bien, en el retorno a un mundo y personajes que no veíamos desde los años 90, y que han evolucionado (y en algunos casos, estancado) desde aquella época. En el caso del mismísimo Foley, tenemos a un hombre que no sabe muy bien cómo expresarse con sus seres queridos, y que se obsesiona con el trabajo para olvidar sus problemas personales. Tanto así, de hecho, que se niega a salir de las calles, razón por la que su hija le quita el habla… hasta que se meten en los problemas mencionados líneas arriba.

Se trata de una historia que, sin hacer nada particularmente novedoso, funciona como legacy sequel, y además, como un filme que se puede entender y disfrutar sin ser fanático de la franquicia. No obstante, hay suficiente acá como para apelar a aquellos que sienten nostalgia por los otros tres filmes, y por las películas ochenteras de acción en general: planos de establecimiento con tinte naranja, una banda sonora electrónica (que incluye la clásica tonada “Axel F”, de Harold Faltermeyer) y la aparición de actores como Judge Reinhold o Paul Reiser. ¡Nada más ochentero que ver a Reinhold y Reiser en una nueva película! En general, Un detective suelto en Hollywood… se lleva a cabo como la versión moderna de una producción ochentera, que sin tenerle miedo al progreso —o retroceso— de sus personajes, maneja un tono y estilo similares a los de sus predecesores.

No obstante, quien resalta más —lógicamente— es el Axel de Eddie Murphy. El famoso cómico —quien parece incapaz de envejecer— regresa a su personaje más reconocido sin mayores problemas, desarrollándolo como una versión ligeramente más suave del hombre que vimos en las tres cintas anteriores, pero que igual conserva el carisma, ritmo cómico y aversión a las reglas que todos recordamos. Verlo interactuar con su hija, además, resulta intrigante. Es lógico que un personaje como este no haya sido un buen padre, pero es satisfactorio ver cómo intenta esforzarse para reconectar con Jane y mejorar como ser humano.

Es así que Un detective suelto en Hollywood… termina sintiéndose como una mezcla entre humor constante, divertidas secuencias de acción, y un buen acercamiento al personaje de Axel. La película acepta el hecho de que su protagonista es más viejo y está más cansado, pero igual no le quita la energía y carisma que lo convirtieron en un ícono ochentero. En todo caso, lo que sí podría haber mejorado es el rol de sus compañeros; la Jane de Taylour Paige se siente más como un arquetipo —la hija dura y resentida— que como una figura tridimensional, y el Bobby de Joseph Gordon Levitt no logra destacar demasiado. Disfruté del retorno de Reinhold, Reiser y Ashton, pero me hubiese gustado que les den más qué hacer; al menos el antagonista de Kevin Bacon es suficientemente odioso (pero poco original).

Considerando que no todas las legacy sequels funcionan, que la trilogía de Un detective suelto en Hollywood siempre fue un producto inherentemente ochentero, y que además se trata de una película original de Netflix, esta cinta pudo haber sido muchísimo peor. Sé que no es el mejor de los halagos, pero es lo mejor que podríamos haber esperado de un producto como este. Lo mejor, en todo caso, es que Eddie Murphy queda bien parado, y que apropiadamente, el legado de la franquicia no ha sido manchado. De hecho, Un detective suelto en Hollywood… es una mucho mejor conclusión para la saga que la infame tercera parte, lo cual ya de por sí justifica la existencia de esta nueva entrega. Si recuerdan a Axel Foley con cariño, la pasarán bien con esta película; y si recién están conociendo al personaje, no tendrían por qué sentirse perdidos o frustrados.

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