Festival Lima Alterna: «El Huatrila» (2023), de Roberto Flores

El Huatrila pelicula

La búsqueda de construir o preservar una identidad a partir de la lealtad a las raíces culturales es uno de los asuntos más interesantes que plantean algunas recientes películas andinas. 

Es el caso de El Huatrila, producción limeña grabada también en La Oroya y Jauja, realizada con pocos recursos y sin grandes pretensiones pero que me llegó a conmover. Dirigida por Roberto Flores Muñoz, esta obra es otro caso de eficiencia en el manejo de la producción, ya que obtiene buenos resultados artísticos con recursos limitados; una característica de muchas películas peruanas que se producen dentro y fuera de Lima.

El filme relata el dilema de Raúl, un adolescente que estudia en uno de los colegios más exclusivos del Perú debido a que Máximo, su padre, es profesor en esa institución educativa. Pese a que ambos son jaujinos, el joven –que está próximo a concluir sus estudios–, debe hablar y recibir su educación en inglés. Cuando Máximo sufre un infarto cerebral, su hijo deberá tomar una decisión clave para su vida.

El-Huatrila

Lo primero que me llamó la atención fue que la narración audiovisual no siguiera un curso lineal, sino que recurriera al cambio de tiempos, alternando entre secuencias a color y otras en blanco y negro. También me gustó el hecho de que la historia girara en torno a una familia monoparental, donde el padre enfermo cuida de su hijo tras la desaparición de la madre; compartiendo una vida en común. Mientras que un asunto presente en la obra es la creciente migración de jóvenes fuera del país ante la falta de perspectivas y futuro.

La cinta transcurre en dos escenarios principales: el interior del colegio, donde Raúl se siente frustrado y rechaza la clase de lengua extranjera, y un viaje a Jauja, en la Sierra central del país, de donde proviene la familia; además de la vivienda familiar. También de esa zona proviene la tunantada de «El Huatrila», una tradición heredada de su abuelo y continuada por su padre.

De hecho, el filme comienza con una festividad dedicada a este personaje en la mencionada ciudad. Es una representación realista, sin el enfoque turístico que, por ejemplo, tienen los danzantes andinos en Tatuajes en la memoria, la reciente película de Luis Llosa. Posteriormente, el personaje aparece únicamente como un recuerdo, en las figuras del abuelo, el padre e incluso del propio Raúl cuando era niño; recuerdos que van marcando el avance de la acción y enfatizando el dilema del protagonista.

De esta manera, la tradición cultural es interiorizada por Raúl, al punto que la acción se abre y se cierra con los miembros de la familia, en épocas distintas, vestidos con el traje del personaje que da título a la obra; dando la impresión de una continuidad entre la herencia del pasado y el retorno en el presente a esa misma tradición cultural. Todo esto ocurre en un contexto de la casi desaparición de la familia, y ante la opción (y presiones) para el joven protagonista de seguir estudios superiores en España.

Lo que más me conmovió fue que Raúl enfrentara este momento de decisión en una soledad que va en aumento a lo largo de la película, sobrellevada episódicamente por breves tiempos muertos y su relativo mutismo. Es en medio de este dilema existencial que la tradición cultural surge como un ancla necesaria, frente a un escenario de incertidumbre y la creciente posibilidad de desarraigo.

Aquí hay un nexo con Kinra, una película de mayor envergadura, pero que comparte con El Huatrila un protagonista que encuentra respuestas –o quizás las busca– únicamente al retornar a la tierra (como en la cinta cuzqueña) o a una actividad cultural (con en la jaujina) que le permita forjar, recuperar o defender una identidad que también parece estar en trance de desaparición. 

Mi única objeción a el filme jaujino es que las actuaciones son algo monótonas, fuera de lo cual es una bonita película, que refuerza nuevos sentidos expresados en el cine peruano reciente. 

Estreno en Perú: Festival Lima Alterna, 11 de octubre de 2024


2 respuestas

  1. Avatar de Roberto Barba Rebaza

    Creo que hay un error, en el comentario. «Kinra» es una película cusqueña, no puneña.. para que lo corrijan.

    1. Avatar de Laslo Rojas Contreras
      Laslo Rojas Contreras

      Es cierto. Ya lo corregimos, gracias.

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