Y llegamos al final del año. Un año que, felizmente, ha sido muy bueno para el cine mundial, incluso más que el 2023, y en el que hemos tenido un poco de todo: memorable cine animado, buenas películas peruanas, intrigantes blockbusters, cine indie de calidad, y más. Por ende, esta vez tengo una lista de 15 películas favoritas en vez de diez, además de diez menciones honrosas, y un grupo de reestrenos que valió la pena experimentar en la pantalla grande.
En pocas palabras: hubo mucho cine de calidad, por lo que resumirlo en una lista me costó más de lo que esperaba. ¡Espero que se animen a ver mucho de lo que les comparto acá, si no lo han hecho ya!
15. Los Frikis
Dirigida y fotografiada con elegancia, con un trabajo de personajes muy sólido y actuaciones aún mejores, este es un drama maduro y bien pensado. Los Frikis trata de la amistad y el sexo; trata de la familia, el sacrificio y la rebelión contra la autoridad, incluso si eso significa dañar el cuerpo o el alma. Es emotiva sin resultar manipuladora y debería resonar en prácticamente cualquier espectador, ya sea que conozca o no la historia de Cuba.
14. Wicked: parte 1
Wicked: parte 1 me sorprendió gratamente. Fui a verla sin saber mucho del musical original, por lo que no tenía expectativas específicas, y sin embargo, el filme me terminó encantando. Hay un momento en particular, de hecho, que involucra tanto a Elphaba como a Galinda, que me extrajo varias lágrimas (e hizo llorar a cántaros a varios miembros del público en mi sala de cine) —un filme que pueda generar ese tipo de reacciones emocionales claramente está haciendo algo muy bien.
13. Sonríe 2
Disfruté bastante de la primera Sonríe, pero esta secuela hizo lo que toda buena segunda parte siempre debería hacer: expandir los conceptos de su predecesora, sin repetir al pie de la letra lo que funcionó antes, y mejorar sus deficiencias. No es una película perfecta, pero en general, se trata de una experiencia notable. Haciendo un excelente uso de su premisa, Sonríe 2 nos presenta a una protagonista tridimensional, y logra desarrollar varios momentos de innegable suspenso, apelando al gore de forma ocasional para que no pierda su impacto, y mezclando lo real con lo alucinado para meter de lleno al espectador en la mente de la protagonista, Skye.
12. Desafiantes
Desafiantes es una experiencia hipnotizante, llena de momentos verdaderamente tensos y que logra cautivarnos gracias a sus protagonistas complicados, vengativos, por momentos antipáticos pero nunca nada menos que interesantes. Tanto Zendaya como Faist y O’Connor están en su mejor momento, y Guadagnino dirige el filme como si no hubiese un mañana, extrayéndole todo el suspenso y energía y color posible a la narrativa.
Por momentos, La zona de interés es una película obtusa, pero que utiliza todos estos recursos para transmitir emociones específicas, o para dejar muy en claro lo alejados de la realidad que estaban los Höss, y lo muy acostumbrados que estaban a la crueldad y el horror. Este es uno de los filmes más impactantes que vi en los últimos meses, y una experiencia atípica a la que deberían darle una oportunidad.
10. Yana-Wara
Yana-Wara es una historia desgarradora sobre una chica que nunca tuvo una verdadera oportunidad para crecer, para ser considerada como un ser humano. Y también es la historia de una sociedad dominada por hombres sexistas, donde de vez en cuando se puede encontrar un rayo de luz que pueda impartir justicia de verdad, aunque sea brevemente. Es una película impecablemente dirigida, protagonizada por actores que se transforman completamente en sus personajes (lógicamente, destacan Luz Diana Mamani y Cecilio Quispe), y que dejará a sus espectadores emocionalmente impactados.
9. La sustancia
La sustancia es de lo mejor que he visto este año, pero no lo será necesariamente para todo el mundo. El body horror está presente desde un inicio, pero va empeorando mientras la historia va avanzando, para explotar (literal y figurativamente) durante un tercer acto algo estirado, que cuenta con por lo menos dos desenlaces de sobra. Y aunque muchos entenderán los temas desarrollados por Fargeat, no a todos les hará gracia la forma tan grotesca en que los presenta. A este crítico, sin embargo, le encantó, y no pudo evitar sonreír como un verdadero enfermo durante los últimos treinta minutos del film.
Vidas pasadas es el tipo de película que tiene que ser considerada bajo sus propios términos, y que nos da el tiempo para reflexionar sobre lo que nos dice mientras lo vemos. El ritmo pausado, los silencios que dicen mucho, y los intercambios de miradas entre personajes son parte de la historia, una virtud y no un defecto. “Muy lenta”, dijo un señor detrás mío en el cine apenas terminó la película. En efecto, no se trata de una película para alguien que espera ver una producción interesada únicamente en La Trama (™), si no más bien de un filme que lo invita a uno a concentrarse e ir más allá de lo superficial.
Un dolor real es una película sutilmente fascinante; un drama que, sin llegar a sentirse melodramático, debería calar en la mayoría de sus espectadores. Desarrollando bien a sus protagonistas y a la relación tan complicada que mantienen, y hasta presentando personajes secundarios interesantes —destacan Will Sharpe como el respetuoso guía turístico, y Jennifer Grey como Marcia—, la película termina sintiéndose como una experiencia honesta que mucho nos dice sobre la experiencia humana a lo largo de varias generaciones.
6. Anora
Hay varias maneras de interpretar esta película. Se puede ver como una historia sobre cómo los poderosos se aprovechan y hasta abusan de la gente necesitada. Se puede percibir como un filme sobre la pérdida de la inocencia. E incluso como una película sobre los outsiders, gente que solo intenta sobrevivir y que por ende debe tomar todas las oportunidades que se le presenten, por muy locas que sean. Y todas estas interpretaciones son válidas — así de buena es Anora.
Duna: parte dos sirve como el perfecto ejemplo de lo que Denis Villeneuve es capaz de hacer con un gran presupuesto, un excelente reparto, y una ambiciosa fuente de inspiración. Se trata de un blockbuster espectacular, de increíbles efectos visuales, secuencias de acción de gran escala, y personajes de nombres complicados.
Godzilla Minus One es todo lo que uno podría esperar de la versión más compleja y madura de una película de monstruos. Sí, incluye los momentos de violencia y destrucción y suspenso inaguantable que uno debería esperar de un filme de Godzilla. Pero a la vez, nos lo presenta a través de una narrativa que mucho tiene que decir sobre el estrés postraumático, el (buen y mal) uso de los soldados en guerra, los arrepentimientos, el futuro que les dejamos a las nuevas generaciones, y el valor de la vida.
Hundreds of Beavers no está interesada en ser convencional, sino más bien en utilizar todo tipo de influencias del cine clásico mudo, slapstick, caricaturas y videojuegos para desarrollar una historia sorprendentemente dulce, donde los castores, conejos y lobos son los malos, y donde un hombre tiene que hacer de todo —y literalmente de todo— para sobrevivir en un mundo absurdamente hostil y casarse con la chica de sus sueños.
La animación es encantadora y maneja su estilo propio, el personaje principal es creíble y está perfectamente actuado por Sarah Snook, y en general, lo que la película nos entrega es una experiencia altamente emotiva, melancólica y agridulce. Memoir of a Snail es un filme sobre el ciclo de la vida y la muerte; sobre oportunidades perdidas, arrepentimientos y relaciones humanas. Es una cinta de animación no apta para niños pequeños, y una de las mejores películas que he podido ver este 2024.
No puedo dejar de recomendar Mi amigo robot. Se trata del tipo de película que les romperá el corazón, pero que también los hará reír y preocuparse por sus protagonistas y admirar la belleza de su animación en 2D. Es una historia que los hará reflexionar sobre sus propias relaciones, y que entretendrá a los más pequeños de la casa, sin aburrirlos con incontables escenas de exposición innecesaria, demostrando lo bien construida que puede llegar a ser una historia únicamente a través de imágenes y efectos de sonido y música. Y es por eso que es la mejor película que vi este 2024.
Menciones honrosas:
Hereje: un inteligente thriller de suspenso con una gran actuación por parte de Hugh Grant.
Flow: una memorable película animada de Letonia.
La música de John Williams: el documental que el gran maestro de la música cinematográfica merecía.
Strange Darling: uno de los thrillers más infravalorados del año.
Group Therapy: un buen documental que hace honor a su nombre.
Guerra civil: interesante thriller de acción que destaca el trabajo de los periodistas y fotógrafos de guerra.
The Wasp: inesperado e imprevisible thriller británico con Naomie Harris y Natalie Dormer.
My Old Ass: Aubrey Plaza y Maisy Stella destacan en este drama con toques fantásticos.
Robot salvaje: la mejor película animada estadounidense del año; bella y emotiva.
El bastardo: Mads Mikkelsen brilla en este drama histórico; intenso e impecablemente realizado.
Mejores reestrenos:
Este año no solo hubo estrenos en las salas de cine. También tuvimos varias películas antiguas en cartelera; reestrenos de clásicos que valió mucho la pena ver en pantalla grande. Y de esos reestrenos, los mejores que tuve la oportunidad de ver fueron los siguientes:
Considero que The Matrix es una película perfecta, seguida de una primera secuela infravalorada, una decepcionante tercera parte, y una última secuela tardía que en su momento me gustó, pero que mientras más pienso sobre ella, más me va decepcionando (tendré que volverla a ver algún día). Pero sin importar qué piensen de las otras películas, no se puede negar que ese clásico jamás envejecerá mal. Lo que tenemos acá es un increíble cóctel de artes marciales, balaceras, filosofía, romance, ciencia ficción, efectos visuales revolucionarios y casting perfecto.
Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)
Sí, los dos primeros filmes de Columbus fueron un éxito (tanto creativo como financiero) y nos introdujeron a este universo de manera entretenida. Pero es Cuarón el que le otorgó textura, verosimilitud y profundidad temática, estableciendo un tono que se mantuvo hasta la octava entrega de la franquicia. Fue todo un deleite ver Harry Potter y el prisionero de Azkaban en el cine después de veinte años (¡qué bestia!), y darme cuenta que, felizmente —y sin considerar las opciones tan particulares de su autora—, la película ha envejecido bastante bien.
El conjuro (2013)
Los efectos de maquillaje son verosímiles, la cinta no se abusa de efectos digitales caricaturescos, y la dirección de Wan logra desarrollar una atmósfera espesa, densa, que logra compensar algunos de los defectos del guion. Creo que nunca me cansaré de ver El conjuro, y agradezco el poder haberla visto por primera (y quizás única) vez en la pantalla grande.
La momia (1999)
La momia no es la mejor cinta del género que jamás se haya hecho, y seguro que se le puede encontrar un sinnúmero de agujeros lógicos y fallas si es que así uno lo desea. Pero no importa. Lo que importa es que logró capturar un rayo en una botella; logró elegir al reparto perfecto para un guion entretenidísimo, y lo hizo en una época en la que se podía innovar en el terreno de efectos visuales y especiales. El resultado es apropiadamente especial, y una película que seguiré viendo una y otra vez… bueno, hasta el fin de mis tiempos.
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