Pedro Almodóvar (Castilla-La Mancha, España, 1949) ha labrado una impresionante filmografía compuesta de más de 20 largometrajes y casi una veintena de cortometrajes. Es uno de los cineastas españoles más reconocidos a nivel nacional e internacional, habiendo recibido un premio Oscar (por el guion de Hable con ella), cinco premios Goya (el más reciente fue por la dirección de Dolor y gloria) y el León de Oro a la mejor película en el Festival de Venecia por La habitación de al lado.
Después de dirigir dos cortometrajes en inglés (La voz humana y Extraña forma de vida), Almodóvar presentó su primer largometraje en ese idioma: The Room Next Door (La habitación de al lado, 2024), que ya está disponible en la cartelera peruana. Se trata de una adaptación de la novela What Are You Going Through de la estadounidense Sigrid Nunez. Tilda Swinton y Julianne Moore protagonizan este relato sobre dos amigas que se reencuentran luego de muchos años, cuando una de ellas está hospitalizada luego de recibir el diagnóstico de una enfermedad terminal.
El 27 de noviembre pasado, Cinencuentro participó de un encuentro virtual entre Pedro Almodóvar y la prensa internacional a propósito del estreno internacional de La habitación de al lado. A continuación compartimos algunas declaraciones del cineasta manchego.
Sobre su decisión de filmar esta historia en inglés y ambientarla en Estados Unidos
Pedro Almodóvar: Hay algo esencial en la película que es la eutanasia. En España, el problema [del personaje] de Tilda no existiría porque tenemos una ley de eutanasia. Aquí es legal. Es uno de los cuatro países de Europa en los que un ciudadano no tiene que ir a Suiza para ser asistido en una muerte decidida. Entonces ese elemento ya hace imposible el tema en España.
Mi película no es un análisis de la sociedad estadounidense, pero sí hay un elemento en la boca [del personaje] de John Turturro, que ahora además ha tomado mucha mayor vigencia después de las elecciones, que es el peligro que significa para un país que la ultraderecha vaya de la mano con el neoliberalismo más salvaje. Y esa escena con Turturro la filmamos hace seis meses, pero ahora mismo creo que es un peligro real en la Norteamérica que estamos viviendo.
Las referencias a otras películas y otros artistas en La habitación de al lado
Pedro Almodóvar: Al incluir una película de otro director dentro mi película, hago un homenaje implícito, pero sobre todo lo que me interesa es apropiarme de esa secuencia. A mí me fascinó y me emocionó muchísimo The Dead como última película de John Huston y sobre todo el final de Huston y James Joyce. Yo quería robar esa emoción y ponerla dentro de mi guion de un modo activo. Entonces, la nieve cayendo en tres ocasiones distintas se convierte en una especie de ritornello dramático, pero de un enorme interés narrativo. Primero, al inicio, es una especie de milagro, de epifanía, como lo recibe Tilda Swinton y a la vez habla del cambio climático, porque es curioso, pero cuando estábamos rodando en mayo, nevó dos veces. La segunda vez es cuando las dos protagonistas dedican toda una noche a ver películas. Entonces, es el cine como la mejor compañía, además de la mejor amiga. Y allí vuelven a ver The Dead y Tilda acompaña en una especie de dueto al actor que encarna el personaje del marido de Angelica Huston y dice de nuevo ese final maravilloso: “La nieve cae en el patio trasero, etc., cae sobre los vivos y los muertos”. Y la última vez, la tercera, cuando empieza a nevar, para Julianne, eso significa la presencia de Martha. Entonces es la propia Julianne la que está totalmente impregnada, casi convertida en una especie de nueva Martha, hay una transferencia entre un personaje y otro. Ella hace su propia versión de Los muertos de James Joyce, mezclándolo con su propia biografía, entonces habla de “la piscina donde nunca nos bañamos, el bosque donde te caíste”, etc. Para mí, la película podría llamarse «La nieve», porque me parece una presencia importantísima. La segunda vez que aparece, cuando están viéndola en casa, abren la ventana y está amaneciendo. Y Julianne, de un modo maravilloso, dice: “It’s dawn and you are alive” (“Ha amanecido y estás viva”). Es una frase que me gusta mucho.
Hay una segunda referencia muy breve que es en el momento en que Tilda se está pintando los labios. Tilda y yo somos muy fans de Michael Powell, así que hay una referencia a un primer plano en Black Narcissus, me refiero a la película con Deborah Kerr en los Himalayas, cuando uno de los personajes empieza a pintarse los labios con una fuerte determinación. Es un primerísimo primer plano y Tilda intentó hacerlo de una manera casi inmóvil. Mientras que en Black Narcissus este acto era una especie de libertad, en el caso de Tilda, representa una gran determinación contra la muerte. Por lo tanto, Michael Powell también estuvo presente en la película.
La presencia de la muerte en su filmografía
Pedro Almodóvar: Si hay algo definitivo, es la muerte y el placer de los sentidos, que es lo contrario a la muerte. A nivel narrativo, incluir una muerte dinamiza toda la historia, hace que los personajes reaccionen porque es algo extremo. Yo vengo de La Mancha, donde hay una enorme cultura alrededor de la muerte. Por ejemplo, Volver corresponde a los recuerdos que yo tengo de la infancia, de cómo las vecinas en los patios manchegos hablaban de la muerte, de los aparecidos y de cómo cuidaban las tumbas, etc. Me parece un modo muy humano de relacionarse con la muerte, pero que desafortunadamente yo no lo tengo. También porque es una cultura más femenina que masculina. Las madres las depositan como herencia en las hijas. Sin embargo, a mí me fascina toda la liturgia alrededor de la muerte en este sentido. Y a un nivel también personal, yo tengo un problema con la mortalidad porque no he madurado, como el personaje de Julianne, no acabo de aceptarla ni de entenderla.
Paralelos entre Dolor y gloria y La habitación de al lado
Pedro Almodóvar: Dolor y gloria y La habitación de al lado son dos películas que tienen en común la presencia del dolor, únicamente que en esta última, muestro menos el dolor. Digamos que es un dolor que está fuera de campo, pero que se supone, porque Tilda está todo el tiempo poniéndose parches de morfina. Tiene que ver, en efecto, con el paso del tiempo en tu propia vida y con todo lo que conlleva el paso del tiempo, la limitación en cuanto a los años que te quedan por vivir, y también el deterioro que el propio paso del tiempo incluye. En el caso de Dolor y gloria, por ejemplo, lo hago porque no sabía si iba a poder terminar la película, después de haber tenido una operación de espalda que me mantuvo inmóvil durante varios meses. Entonces el dolor en mis últimas películas está más presente. Trataré de que lo esté menos, pero es algo que no puedo evitar. Y tiene que ver también digamos con la influencia de mi propia vida en las historias que escribo. Tiene que ver con la edad. Pero justamente como en La habitación de al lado hablaba de la muerte, quería hacer una película luminosa y alegre.
En este caso, cuando hablo de mortalidad, no en España, sino en Estados Unidos, hablo de eutanasia. Creo que es uno de los derechos humanos que tiene todo el mundo, porque creo que uno tiene que ser dueño de su vida, pero también tiene que ser dueño de su muerte. Es un debate que está casi en todas partes, porque no hay muchos países con ley de eutanasia. Pero me pareció muy importante hablar de esto, abordar la muerte en este sentido.
Hablando de dolor y enfermedad, lo que no quiero es mostrar al personaje como víctima. Así que, por ejemplo, en Dolor y gloria, cuando Antonio está pensando en su dolencia, intenté que fuera divertido, así que lo que hice fue un montaje con dibujos animados, para hacerlo más ligero, porque lo que no quiero es hablar del dolor y de la enfermedad en plan de víctima, aunque sean víctimas, pero quiero hacer otro tipo de narración más llena de vida.
Adaptar una novela a un guion cinematográfico
Pedro Almodóvar: Con todo mi respeto a la autora Sigrid Nunez, yo nunca soy respetuoso con los textos originales. Lo que más me atrajo de su novela fue el capítulo en que habla de una amiga que va a visitar a otra que está muy enferma y en otro capítulo la amiga le propone vivir en la habitación de al lado. Eso era lo que más me interesó y desarrollé. Entonces una vez que los personajes y la historia están definidos, lo que hago es que sea la propia historia la que me lleve. Nunca vuelvo a leer la novela sino que continúo con lo que el propio guion me exige. Digamos que esta es la vez que he sido más fiel, pero por naturaleza soy infiel a las novelas que después he adaptado.
Lo que más me interesa de un libro es la energía que me da para ponerme a escribir y la inspiración que me provoca. Entonces, con Alice Munro [N.E.: Almodóvar adaptó tres relatos de su libro Escapada en el film Julieta], traté de ser lo más fiel posible, pero al ser la familia española, tenía que cambiar mucho. Lo que me interesa es el estado de excitación que me provoca una novela y también que me da una idea para desarrollar. Naturalmente, nunca me atrevería a hacer Dublineses, por ejemplo, aunque fuera una adaptación. Nunca me atrevería con una obra grande a la cual tendría que respetar. De hecho, Luis Buñuel decía que era más fácil adaptar para el cine una mala novela con una situación interesante, que adaptar una gran novela. Y yo creo que tiene razón.
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