Festival de Berlín: «Fwends» (2025), de Sophie Somerville

Una mirada real sobre la soledad de ser un joven adulto en una gran ciudad

Hay libertad: en el dinero, en las oportunidades, en la independencia. Pero todo ello está envuelto en una capa de soledad genuina. Fwends (2025) captura esa nueva adultez, o al menos, una visión de la adultez con la que esta generación puede identificarse. ¿Cómo se afronta un guion experimental sin perder el hilo narrativo? La película logra hacerlo de forma entretenida y ligera, bebiendo de elementos de sitcoms que han definido la manera en que consumimos medios tradicionales. Esto le da una sensación de contemporaneidad que, a menudo, se pierde dentro de los circuitos más experimentales —como en la sección Forum del 75° Festival Internacional de Cine de Berlín, donde se estrenó en competición.

La historia sigue el reencuentro de dos amigas en Melbourne, Australia. Em llega inesperadamente a visitar a Jessie, su amiga de toda la vida, tras un incidente laboral. Ambas están perdidas, tratando de conectar entre sí en una ciudad que, como tantas otras, ofrece un sinfín de posibilidades, pero también un profundo sentimiento de alienación.

Hay algo maravilloso en la capacidad de abordar temas profundos de manera lúdica y ligera, tal como ocurre en la vida real. Las capas de la realidad pueden ser abrumadoras mientras navegamos el día a día como jóvenes en el mundo. Sin embargo, el humor se convierte en una herramienta de resistencia, y las protagonistas de esta historia lo manejan con una naturalidad tan genuina que parece que estuviéramos a su lado.

Dirigida por Sophie Somerville, en su debut cinematográfico, la película nos transporta a esa línea delgada entre la juventud y la adultez: responsabilidades crecientes, consecuencias que antes parecían lejanas, pero también mascarillas de arcoíris y chistes infantiles. De manera sutil pero orgánica, nos plantea una pregunta esencial: ¿crecer como mujeres implica siempre enfrentarse a un golpe de machismo? ¿O, más allá del género, madurar significa inevitablemente lidiar con la violencia implícita de esta era poscapitalista—con ansiedad generalizada, crisis climática y amenazas constantes a la democracia?

Estos discursos de politización acelerada están presentes en la película sin forzar un panfleto ideológico. Se sienten naturales en una generación que creció consumiendo información en exceso, y la interpretación de Emmanuelle Mattana y Melissa Gan encapsula esta realidad con una química en pantalla tan auténtica que es difícil pensar que no han sido amigas toda la vida.

Tras su estreno en Berlín, tuve la suerte de asistir al Q&A con la directora y las protagonistas. Una de las grandes claves que compartieron sobre el guion fue la importancia de la flexibilidad. Somerville enfatizó que el cine es un medio orgánico y vivo, y para mantener esa naturalidad permitió que sus actrices adaptaran diálogos y movimientos según lo que percibían que sus personajes harían o sentirían. «No ser 100% estricto con el guion», explicó, fue fundamental para lograr una narración fluida y auténtica.

Otro acierto del film es su uso del espacio y el movimiento. La película transcurre casi en su totalidad en exteriores, con una puesta en escena que transmite tanto la vulnerabilidad como la calidez de las protagonistas. Aunque los escenarios parecen cuidadosamente seleccionados, la directora reveló que gran parte de la historia surgió de la improvisación. Este proceso permitió que el film capturara no solo la experiencia de ser mujer en esta era, sino también la paranoia colectiva ante las crisis globales que nos ha tocado vivir. A la vez, muestra la manera en que esta generación encuentra refugio en memes, TikToks y pequeñas dosis de humor digital, sin perder la capacidad de percibir el presente con una dulzura casi infantil.

Las realidades coexisten de una manera hermosa, y el resultado es una película que merece todo el reconocimiento que pueda obtener. Lamentablemente, aún no tiene una fecha de estreno internacional, pero no tengo dudas de que Fwends logrará distribución en plataformas y, con suerte, podrá verse en todo el mundo.