Los papas en el cine. En memoria del papa Francisco, Jorge Bergoglio


La muerte del sumo pontífice Francisco, el primer papa latinoamericano y jesuita de la historia, ha reavivado el interés por esta figura, la más importante de la jerarquía eclesiástica católica, y nos da pie para revisitar algunas películas que han tenido como personaje a un sacerdote, elegido en una asamblea de obispos, ungido al más alto sillón de la Iglesia, así como sus poderes (políticos, económicos, diplomáticos), sus conflictos con la fe, y sus obras.

Poco antes de la ceremonia del Óscar este año se estrenó en las salas de cine una película bastante premonitoria, Cónclave, dirigida por el alemán Edward Berger, que narraba las peripecias de un cardenal para articular el rito de elección de un nuevo santo padre, a la muerte del precedente. En esa cinta, Ralph Fiennes, como el cardenal decano encargado de coordinar la votación de un nuevo sucesor de San Pedro, hacía frente a sus dudas sobre el papel del catolicismo en el mundo, así como a una serie de intrigas entre los obispos asistentes al cónclave en el Vaticano para ponerse zancadillas unos a otros y ganar la elección.

Ralph Fiennes como el cardenal decano en Cónclave (2024).

El líder espiritual de millones de personas en el mundo es un personaje rico para un biopic, y así lo han entendido decenas de cineastas que lo han retratado desde diversos ángulos a lo largo de décadas. Algunas veces se le ha presentado como un prócer o un mártir, en otras ocasiones se ha incidido en su poder como jefe de un Estado que, aunque pequeño, tiene capital influencia en la política mundial; y también ha habido algunas historias que lo han mostrado en tono jocoso.

El recientemente fallecido papa Francisco ha sido representado no pocas veces. Desde Llámame Francisco, la vida de un papa (2015), realizada por el italiano Daniel Luchetti, con el argentino Rodrigo de la Serna como un cardenal Bergoglio joven y el chileno Sergio Hernández interpretándolo ya como sumo pontífice; hasta Los dos papas (2019) del brasileño Fernando Meirelles, con Jonathan Pryce como el santo padre argentino, elegido tras la abdicación del papa alemán Joseph Ratzinger (conocido como Benedicto XIV), interpretado por el gran Anthony Hopkins; pasando por Francisco, el padre Jorge (2015) del español Beda Docampo Feijóo, protagonizado por el argentino Darío Grandinetti. Hubo también varios documentales, uno de ellos realizado por Wim Wenders: El papa Francisco: un hombre de palabra (2018) [ver foto de portada].

Y si de cónclaves hablamos, varios films de ficción han transitado por mostrarnos pontífices heroicos como vulnerables a los avatares mundanos. Entre ellos, Las sandalias del pescador (1968), dirigida por Michael Anderson, con Anthony Quinn, un ex cura ruso convicto en Siberia por su enfrentamiento contra las atrocidades de la KGB, quien luego de ser liberado es sorpresivamente elegido como líder de la Iglesia a la muerte del anterior papa, interpretado por Sir John Gielgud.

Nanni Moretti y Michel Piccoli en la comedia italiana Habeums Papam.

Asimismo Ángeles y demonios (2009) de Ron Howard, basada en una novela de Dan Brown, en la cual, al fallecimiento del sumo pontífice, se desarrollan una serie de sub historias truculentas para sacar de carrera a los “preferiti” y ungir al camarlengo. Tom Hanks, como el ya célebre simbologista Robert Langdon, deberá desentrañar los secretos mejor guardados del Vaticano, amenazado con una bomba nuclear.

Habemus Papam (2011) de Nanni Moretti, es un film que explora, en tono irónico, sobre las complejidades del papado, sus responsabilidades, y el enorme peso que se carga sobre los hombros de un ser humano al ser elegido para el cargo. La cinta cuenta con una excelente actuación de Michel Piccoli. También con pinceladas sarcásticas, Saving Grace (1986) de Robert M. Young, narra las aventuras de un pontífice que escapa del Vaticano y se integra a un pueblo italiano arruinado y sin fe.

A lo largo de la historia hemos ido conociendo todo de tipo de papas, como Rex Harrison en el papel de Julio II y sus conflictos con el artista Miguel Angel (Charlton Heston) durante la creación de la Capilla Sixtina en La agonía y el éxtasis (Carol Reed, 1965); Robbie Coltrane en El papa debe morir (Peter Richardson, 1991); el ya mencionado John Gielgud en Escarlata y negro (Jerry London, 1983) un telefilm protagonizado por Gregory Peck y Christopher Plummer; Salvo Randone en En nombre del papa rey (Luigi Magni, 1977), Franco Nero en El exorcista del papa (Julius Avery, 2023) con Russell Crowe; Mark Margolis en El fin de los días (Peter Hyams, 1999) con Arnold Schwarzenegger; y, entre otras, Un hombre llamado Juan (Ermanno Olmi, 1965) basada en los diarios del papa Juan XXIII, con Rod Steiger.

Jude Law, el ficticio papa en The Young Pope, compartió roles con nuestro Ramón García.

En la pantalla chica, las miniseries El joven papa (2016) y El nuevo papa (2019), ambas dirigidas por Paolo Sorrentino, nos mostraron a un sumo pontífice estadounidense, decidido a revolucionar la Iglesia. Ahí el ficticio papa Pio XIII fue interpretado por Jude Law.

El papa Francisco decía que el cine es una gran herramienta para unir a la gente. Era, sin duda, un apasionado del séptimo arte, amigo de realizadores como Martin Scorsese, y un convencido que la cultura no debe estar sujeta a cortapisas ni censuras. Ojalá ese, y otros mensajes suyos, lleguen a buen puerto, y que tras el próximo cónclave, la iglesia no retroceda a las épocas del oscurantismo.

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