El mexicano Alfonso Cuarón, luego de su incursión en el mundo de Harry Potter, regresa a sus fueros con una historia apocalíptica. Basado en una novela de P.D. James, Niños del hombre (o «Los niños de los hombres». Vamos, pónganse de acuerdo con el título en castellano), nos sitúa en un futuro no muy lejano. Es el año 2027 y el mundo vive en completo caos. En Londres, Theo (Clive Owen) volverá a sus años de activista, cuando Julian (Julianne Moore) lo contacte. De pronto él se verá envuelto en un cruzada por salvar a la única capaz de procrear en un mundo estéril y rumbo a la inexorable extinción.
El filme destila espectacularidad en la mayoría de su metraje, gracias a un manejo de cámara al hombro que linda con el de reportaje de guerra. Incluye unos travellings coreografiados a la perfección, en medio de explosiones y un gentío desbocado. En contraparte los actores logran en su mayoría dar el grado de humanidad que sus personajes requieren, viviendo una situación extrema como esta. En esto destaca nítidamente Clive Owen, el protagonista, y Michael Caine, su compañero de mil batallas. La historia toma por momentos visos tan dramáticos que me hizo recordar a 28 Days Later…, sobretodo en todo el tramo de escape por la carretera. Asimismo, comparte con aquella cinta, un exquisito soundtrack, que incluye artistas como Jarvis Cocker, Radiohead, King Crimson, John Lennon, Aphex Twin, The Libertines, entre otros.
El tráiler no se queda atrás. En su parte final podemos escuchar a Sigur Rós interpretando el tema “Hoppípolla». Veán Niños del hombre, es de lo mejor que podemos encontrar en cartelera por estos días.
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