Mario Rivas, sonidista de larga trayectoria en el audiovisual, tanto en su vertiente cinematográfica como en la publicitaria, y dueño de la sala El Cinematógrafo de Barranco, ocupó el año pasado la vicepresidencia del Conacine. Desde fines de julio lo presidió interinamente y el 31 de enero culminó su periodo. Hace dos semanas, en Panamá, participó en la segunda negociación de Ibermedia correspondiente al año 2006, en la que se ha cerrado con apreciable éxito un proceso muy accidentado para el Perú. Sobre esta reunión internacional, el balance de su gestión, la herencia para el nuevo Consejo Directivo y otros temas dialogó con Cinencuentro, y anunció un acto público este miércoles 7 de febrero, a las 7 p.m., en el Centro Cultural de la Universidad Católica, en el cual los directivos salientes ofrecerán un informe a la comunidad cinematográfica.
En Panamá terminó el proceso de Ibermedia 2006, que tuvo en vilo a la comunidad cinematográfica peruana por mucho tiempo. ¿Qué puedes contarnos del desenlace y de la reunión en sí?
Como marco general, hay que decir que Ibermedia es nuestra comunidad matriz, es el espacio de interlocución de la cinematografía, porque en ella se encuentran todos los Conacines iberoamericanos, unos más logrados que otros. Nosotros estamos en un término medio, porque existen los que recién se están iniciando, como Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador.
Son países con muy poca tradición cinematográfica.
Sí, además, carecen de ley, Ecuador recién la tiene desde el año pasado. Nosotros estamos en un término medio porque sí tenemos ley, que funciona mal, porque el Estado permanentemente ningunea a la cinematografía peruana, negándole lo que debería darle por ley. Junto con el Perú, hay otros países en situaciones similares. Y en el otro polo, tenemos las cinematografías logradas, como la brasileña, la argentina y la mexicana, que está sacándose el clavo del daño causado por la firma del Tratado de Libre Comercio. Los mexicanos fueron los conejillos de Indias en América Latina, cuando ya estaba firmado el TLC recién se percataron de que habían sido heridos mortalmente. Pero ahora están tomando una serie de medidas de apoyo, a través de INCINE, y han logrado remontar la producción hasta un nivel de cincuenta y seis largometrajes en el 2006.
Hace unos años eran diez largos anuales.
Sí, y antes del TLC eran ochenta. Entonces, nos encontramos en una cumbre de autoridades donde uno tiene su letrero que dice “Perú” y porta una banderita, hablamos con los representantes de dieciséis países, que todos compartimos el mismo idioma, nos entendemos perfectamente, nos damos cuenta de cuáles son nuestras limitaciones. Los países más fuertes ayudan a los más débiles en cinematografía. Para mí, estar en un espacio como Ibermedia ha sido una experiencia muy, muy grata.
En segundo lugar se ha cerrado un capítulo muy doloroso para los cineastas, que fue nuestra frustrada participación en la reunión del 2005. Hemos planteado firmemente nuestra posición, porque expresamos la disconformidad con un trato diferencial, que fue la negativa de la conferencia telefónica que pedimos en el 2005, y en el 2006 la Secretaría Técnica planteaba la misma alternativa para resolver el conflicto de la no obtención de visa del delegado cubano que iba a impedirle estar presente en la cita en Puerto Rico. Ibermedia planteó lo que al Perú le fue negado, y eso para nosotros fue un sentimiento de trato desigual. La tercera intervención en la mesa fue la mía. Di lectura a una carta, muy diplomática por supuesto, solidarizándonos primero con Puerto Rico, que se había ofrecido a brindar hospedaje en su casa a los países iberoamericanos, y no pudieron concretar la presencia de Cuba pues no contaron con que no tenían poder de decisión sobre a quién podían invitar a su casa, y eso es más doloroso, pues los cubanos están acostumbrados a que los norteamericanos no quieran colaborar con ellos, que forma parte de este injusto orden generado por Estados Unidos. Luego felicitamos a los panameños por haber organizado el evento en menos de dos meses, con altos costos financieros, porque había que recibir a 41 representantes de América Latina, conseguir hoteles y espacios para las conferencias, hacer la traducción simultánea, ofrecer desayuno, almuerzo y comida durante cinco días, y aprovecharon muy bien la ocasión para estar al día en sus cuotas, ganar algunos premios para la cinematografía panameña, y siendo ésta muy chiquita prepararon su material en DVD, con la historia del cine panameño, nos llevaron a ver un magnífico documental, Los puños de una nación, una historia muy interesante en paralelo de Panamá y de Roberto “Mano de Piedra” Durán, el cinco veces campeón mundial de boxeo. El documental, de aproximadamente una hora de duración, hace un paralelismo entre las subidas y bajadas de la historia panameña con las subidas y bajadas de Durán, un símbolo de los panameños. Ser sede de una reunión de Ibermedia apuntala la cinematografía del país, y Panamá estuvo a la altura.
¿Cuál es la estructura de Ibermedia?
Ibermedia está dividido en dos: la reunión que esencialmente tiene que ver con el Programa de Fondo de Ayudas, que presenta las categorías de Coproducción, Desarrollo de proyectos, Formación y Distribución, y por otro lado la Reunión de Autoridades Audiovisuales y Cinematográficas de Iberoamérica (CAACI), en la cual se plantean los temas de política iberoamericana, como la homologación de las legislaciones, contención de procesos de empresas que no cumplen, las aportaciones, los temas técnicos de las formas de distribución de las ayudas, de dónde sale el dinero, dónde están las cuentas, todo lo administrativo. Son dos instancias diferentes. Ecuador, que este año se presentó y va a dar su primera cuota de cien mil dólares, sugirió que la próxima reunión de Ibermedia fuera en su país, lo que me pareció muy inteligente. Lo único que tal vez sea muy pronto para que Ecuador lo haga, así que probablemente sea en el 2008. Nosotros no quisimos quedarnos atrás, pero por otro lado sabemos las severas limitaciones que tenemos. Obviamente, sería un espaldarazo para los cineastas peruanos organizar la reunión, en ese sentido estoy planteando que para noviembre del 2008, que va a haber en Lima una cumbre de la APEC, podamos sincronizarla con la reunión de Ibermedia. Entonces, la idea sería trabajar este año una reforma de la ley o la creación de una ley nueva de cinematografía, y así poder dar el batacazo en noviembre del 2008. Creo que debemos plantearnos fechas, metas, porque no podemos seguir con los temas de corto plazo, tenemos que ponernos a trabajar y conseguirlo.
¿Hace unos años el Perú fue sede de Ibermedia, no es cierto?
Sí, creo que a inicios de esta década, cuando empezábamos a cotizar y participar de Ibermedia, el Perú fue sede de una cumbre de presidentes iberoamericanos, y la Universidad Católica tuvo la claridad y la decisión de financiar la reunión de Ibermedia.
¿Qué puedes contarnos de la negociación peruana en el 2006?
La negociación peruana comenzó en julio, en Bogotá, en la primera reunión del 2006 –desde este año, existen dos convocatorias y dos reuniones de negociación–, con Javier Protzel, que tuvo una posición muy clara y decidida para recuperar el tiempo y el dinero perdidos. El papel que tenía que jugar yo, en realidad, era de continuidad, no generar una ruptura ni mucho menos, basarnos esencialmente en que el Perú había aportado las dos cuotas en un solo año y recuperar los proyectos que habíamos perdido. Creo que ha sido muy fructífero, debido a que el Perú ha obtenido más del doble de lo que ha puesto. Tenemos cuatro largometrajes en coproducción y cinco proyectos en desarrollo, que suman una cantidad muy importante, un total de cuatrocientos sesenta mil dólares, con un aporte de doscientos mil. Constantemente en Ibermedia, al momento de la negociación, muestran en una pantalla grande, cuál es el monto que destina el país y cuál el que obtiene del fondo. Y en el caso peruano, estábamos superando en el porcentaje al resto de países.
¿Cómo se realiza la negociación?
Básicamente, cada productor y cada país ponen lo que en esencia consideran que necesitan para realizar la coproducción. Por ejemplo, si preguntamos con cuánto dinero quieres hacer tu película, me dices con un millón de dólares, no significa que Ibermedia te va a dar un millón de dólares, sino lo que pueda negociarse para que todos los países puedan hacer sus proyectos, es decir, hay que compartir con el resto, porque es un foro de cooperación. Entonces, se comparan el monto solicitado por todos los países con el monto real que cada país da, y luego se empieza a hacer disminuciones en cada proyecto, inclusive hay proyectos que son desechados o postergados, y hay una cuota de sacrificio de parte de los países grandes. Por ejemplo, Brasil aporta seiscientos mil dólares y sólo obtiene cuatrocientos cincuenta mil, deja ciento cincuenta mil para que otros países puedan emplearlo en sus proyectos. España, México, Argentina hacen lo mismo.
Prácticamente están a pérdida.
Sí, efectivamente, están a pérdida. Y el resto de los países estamos sacando el doble o más del doble de lo que ponemos. Es una forma de apoyar a las cinematografías. Yo me pregunto qué dirían en nuestro país, tal vez “cómo vamos a tolerar eso, cómo es posible”. Es decir, nosotros estamos en un país rico, pero muy mal administrado, con una distribución de riqueza errática, con una ausencia del Estado en aspectos tan importantes como la cultura. ¿Qué solicitaría el gobierno? ¿Que nos retiremos de Ibermedia porque sacamos menos, sin darnos cuenta de que es un foro de cooperación? Creo que, en algún momento, el Perú debe dejar de ser la gente que pide para empezar a ser la gente que da, y ser generosos como lo han sido con nuestra cinematografía. Es importante que haya una vuelta, un cambio, tiene que haber un momento en que seamos capaces de decir vamos a aportar para que las cinematografías de Guatemala o Nicaragua surjan. Y así como colaboraron con nosotros para salir adelante, ahora que tenemos –ejercicio futurista– una buena ley, un Ministerio de Cultura, que se recaban los fondos de donde se debe, que tenemos dinero propio y dinero que aportamos, apoyemos a quienes nos apoyaron en algún momento.
Ojalá Mario, es un sueño. Sobre la estructura de Ibermedia, las categorías más conocidas son la coproducción y el desarrollo de proyectos, pero hay otras que por lo general pasan desapercibidas, como la formación y la distribución. ¿Puedes explicarnos cómo funcionan?
Hay una que en realidad no debería pasar desapercibida y que deberíamos aplicar, la de formación, un tema trascendental en el que muchos países lo hacen. Sería muy importante para el desarrollo de guión y narrativa que por Ibermedia pudiéramos traer invitados internacionales, totalmente financiados, y que nos permitan fortalecer algunos aspectos un poco descuidados.
En los primeros tiempos del Perú en Ibermedia sí se aplicó en formación, pero desde hace años la categoría ha quedado prácticamente sepultada en el olvido, junto con la de distribución.
Sí, y ahora hay una categoría más: delivery, si no me equivoco desde el 2006, que facilita dinero para copias y ventas para la TV. Sobre la categoría de formación, los criterios se modificaron. Inicialmente se daban becas individuales, pero los becarios abandonaban la carrera o se quedaban trabajando en España, Cuba, Brasil o donde fuera. Dramático. No había un retorno de la inversión hacia el país solicitante. Ahora se brinda la formación a institutos, esencialmente para poder enviar especialistas a ese país y compartir su experiencia. Sería una gran cosa traer profesores españoles, brasileños o mexicanos. La distribución también es un tema sensible en Ibermedia, porque siempre hay un porcentaje de lo que aporta este foro que debe devolverse. Por ejemplo, cuando una distribuidora aplica y recibe una ayuda para comercializar una determinada película y no tiene la suficiente solvencia económica ni la fuerza para colocarla en el circuito, significa que vas a tener dificultades en el momento de la devolución. Ibermedia llama a eso “incidencias”. Ibermedia es también un espacio de autoevaluación permanente, las reuniones sirven para ver las dificultades en las diversas categorías y la manera de que funcionen correctamente. De diversas maneras, Ibermedia ha participado en todos estos años en unas trescientas producciones, son trescientas películas iberoamericanas. Tiene una importancia muy grande, nos permite sostener nuestra expresión como cultura, estar presente en el mercado y no ser avasallado, existe la conciencia muy clara acerca del monopolio que imponen las empresas transnacionales, y la posición firme de mantener el programa de apoyo al desarrollo cinematográfico y de enfrentar a través de la exhibición y la distribución ese monopolio.
¿Por qué crees que los peruanos no estamos aprovechando estas categorías?
Creo que tiene que ver con una cierta confusión de roles. Hay casi un 60% ó 70% de producciones peruanas relativamente grandes que son distribuidas por empresas norteamericanas, como UIP o Warner–Fox. Ninguna de ellas va a solicitar fondos a Ibermedia. ¿Y qué pasa con los distribuidores locales, los no transnacionales? Si los mismos productores nacionales escogen a una transnacional para exhibir su película, entonces se debilita aún más a los distribuidores locales. Hay un conflicto, evidentemente, por el deseo del productor peruano de que su obra la maneje un distribuidor fuerte. Piensa si me distribuye UIP tengo asegurados los circuitos, en cambio si lo hace una empresa pequeña no tengo garantía de que se vaya a mantener.
Lo que planteas sólo es viable si los productores y los distribuidores locales se reúnen y ven cuáles son sus intereses comunes.
Sí, justamente uno de los planteamientos que llevé a Ibermedia fue que se hiciera una suerte de licitación que nos permitiera identificar un distribuidor de buena solvencia económica para competir con los distribuidores transnacionales. La mención que haces es interesante en el sentido que en el Perú no hay alguien de esa solvencia, entonces no es mala idea que Eurofilms, Delta, Gateño y Casablanca, los cuatro, se reúnan y hagan una especie de empresa fuerte que le haga frente a las majors. El problema también es que los recursos que se obtienen de las películas hacen difícil que el poco dinero se tenga que repartir entre los cuatro. Entonces una alternativa sería que los distribuidores no sólo sean locales, sino que igualmente la vendan a la TV, al cable, que las coloquen en mercados internacionales, en realidad en eso radica el fortalecimiento de la distribución.
Más bien, respecto de algunos cineastas que distribuyen sus propias obras, pienso que zapatero a tus zapatos. La gente que hace cine no conoce el mundo de la distribución, un espacio de marketeo, presiones políticas, agresiones, mandadas al diablo y al día siguiente un abrazo y te amistas. Creo que la incursión de un productor en ese campo es un gasto enorme de energía y una gran distracción, porque requieren controladores, cobradores que vayan a sacarle la plata a los exhibidores, que la cinta no la pirateen, en general estás utilizando parte de los escasos recursos disponibles, que deberían ir a la producción misma, en montar una distribuidora. O eres distribuidor o eres productor, no ambas cosas a la vez. Soy una persona muy abierta, pero tengo la experiencia de El Cinematógrafo, que ya son diecinueve años, y realmente no creo que un productor persista en la tarea de la distribución por mucho tiempo. En cambio, los distribuidores antes mencionados tienen años en el rubro y poseen un know how muy específico, muy concreto. Lo que sí creo importante es que se debe tratar de manera responsable el tema de la distribución por parte de los productores, involucrando a las empresas que distribuyen, y encontrando fórmulas creativas que fortalezcan la distribución en el Perú para cine peruano. Creo que ese es el camino.
Aparte de las negociaciones, Ibermedia tiene otras reuniones a lo largo del año. ¿Qué puedes contarnos al respecto?
Sí, a lo largo del año se realizan más reuniones donde se crean comités de trabajo. Por ejemplo, una de las problemáticas actuales de Ibermedia es que hay más comensales para alimentar con la misma olla. La capacidad de la olla es la misma pero hay más invitados, hay que agregarle agua a la sopa. ¿De dónde sacarán los fondos si algunos invitados son pequeños países que a veces no tienen ni legislación? Entonces se han creado comités de búsqueda de fondos en la banca privada, internacional, a través de fundaciones. Otro comité ve los temas contenciosos, de legislación, lo que se llama el laudo arbitral, a propósito de los casos de coproductores que no cumplen con su contraparte, o desaparecen o quiebran en medio del camino. Otro ve el desarrollo de nuevas tecnologías de exhibición, se necesita crear un sistema independiente de las majors para distribuir cine iberoamericano, crear un circuito propio, con salas propias y equipos propios. ¿Qué tecnología se va a usar? ¿Celuloide o vamos a pasar a 2K? ¿O será digital? También está la RECAM, el Observatorio de Industrias Audiovisuales, financiado por Ibermedia, y el Perú debería participar, pero si el Estado no puede pagar ni siquiera el pasaje para asistir a la negociación de las ayudas, menos nos dan para ir a las reuniones en Mendoza, Brasilia, Quito, Córdova (España) y formar parte de la discusión de estos temas. Creo que en la comunidad cinematográfica debemos entender que nuestra actividad es netamente internacional, el cine es internacional. Por lo tanto, si permanecemos en nuestro país, vamos a estar excluidos, retrasados, con relación a los procesos que se van llevando a nivel mundial. Necesitamos una representación en esos foros, donde se están definiendo las nuevas políticas de producción, distribución, formación. En el Perú si hacemos trescientos mil espectadores para un filme nos parece una maravilla, en realidad es una cantidad absolutamente ridícula. Todo productor sabe que debe colocar su película a nivel internacional para recuperar la inversión. Por lo tanto, no sólo en producción hay que ser internacionales, sino también en formación, distribución y exhibición. Brasil, por ejemplo, tiene para cada sala un fondo de 25 mil dólares en renovación de equipos de proyección, y Brasil posee ¡miles de salas! Yo me quedé boquiabierto. Y acaba de reformar su legislación de cinematografía, igual que España. Y Ecuador acaba de crearla, con un representante del Ministerio de Comercio Exterior en su Consejo Directivo. Entonces, es otra visión, y tenemos que incorporarla.
¿Qué balance haces de la gestión de Conacine en el 2006? ¿Cuáles son los retos para el cine peruano de ahora en adelante?
Definitivamente la gestión 2006 ha sido, creo, la más difícil de todas, debido a ciertas debilidades que tuvimos y que pusieron en el ojo de la tormenta de la comunidad la forma en que Conacine funcionaba, lo que generó una serie de situaciones incómodas para el gremio. El objetivo ha sido básicamente recuperar el cauce y encaminarnos nuevamente a metas y objetivos comunes. Pero creo que también es importante que haya conflictos, porque de una crisis puede un gremio salir fortalecido y pueden salir nuevas formas de llevar adelante la política cinematográfica, porque también de alguna manera había un anquilosamiento en la manera de trabajar. Soy incapaz de culpar a los Consejos Directivos anteriores, porque las condiciones en las que se trabaja son de una precariedad grave, y de algún modo se han tenido que adaptar a las severas limitaciones, las fiscalizaciones que lleva a cabo el Ministerio de Educación. El hecho de plantear nuevas fórmulas, plantear una presencia más intensa por parte de los gremios en el Consejo Directivo ha sido, desde mi punto de vista, positivo, en el sentido de que la confrontación también nos ha ayudado a darnos cuenta de que hace falta un cambio, y de lo que estoy muy consciente es que nuestra ley actual no da para más. Debe haber una nueva ley que no sea mendiga, que no esté basada en una subvención, sino en la obtención legal de fondos de la actividad cinematográfica y audiovisual, que incluye la TV por cable, la publicidad en medios televisivos, una derivación del impuesto de cada ticket para el fondo de cinematografía. Creo que es la meta que debemos ponernos, y por supuesto con las nuevas visiones que se generan en un país que está tratando de serlo, es decir, mirando a las regiones, la cinematografía que se produce ahí, hacerla totalmente propia y partícipe de los beneficios de la ley, y tener, además, un Conacine que mantenga una gran comunicación con sus bases y una gran apertura a todo lo creativo y lo nuevo que va a redundar a una mejora del cine en su totalidad. Creo que el cine peruano está en condiciones, y necesita por ellas mismas, generar un cambio, que beneficiará a los cineastas y al país.
¿En qué estado deja la gestión 2006 de Conacine, la creación de la Film Commission y la Cinemateca Nacional?
Estos temas, que vienen de atrás, tienen ya las resoluciones listas para que las firme el Presidente de la República. Pero en realidad son una parte de lo que necesita Conacine. Lo que más urge es una nueva ley, cada Consejo Directivo va a ver frustrada sus agendas, sus metas, mientras sigamos con un presupuesto paupérrimo basado esencialmente en el ánimo del Estado. Creo que no habrá Consejo Directivo, por más juvenil o experimentado, o bienintencionado, que pueda plantear metas maravillosas, si los cineastas no cumplimos con producir nuestra nueva ley y si el Estado no cumple con lo que esa ley exige.
¿Qué posibilidades existen de que se consiga en marzo el crédito suplementario para aumentar el presupuesto de Conacine?
Creo que debe haber tres metas muy concretas. Una, conseguir el crédito suplementario, con una lucha sin cuartel, fortísima, a todos los niveles, gremial, los gremios y Perú en pantalla tienen que entrar con toda la mecha del mundo. Dos, una vez con el crédito, apoyar recién la creación del Ministerio de Cultura, porque si se crea y nosotros tenemos un presupuesto de 800 mil soles, vamos a entrar al organigrama con esa cantidad para todo el año, y vamos a estar amarrados y repartiendo migajas. Tres, fijarnos como meta la creación de la nueva ley del audiovisual, que evidentemente debe contemplar lo que ya hemos ganado en cine e incorporar los nuevos espacios del audiovisual que forman parte de toda la creatividad que se está generando por las nuevas tecnologías y el acceso de nuevos actores.
Y los gremios APCP y SPIA tienen que convivir mejor.
Ah, definitivamente. Juntos somos más. Debe haber más ideas, creo que debe fomentarse la formación de un Sindicato de Técnicos, sociedades de cortometrajistas, documentalistas, guionistas, como hay en otros países. Así como ustedes han formado la APRECI, de prensa cinematográfica. Me parece excelente, ya era hora de que hubiera una asociación que agremie a los críticos, porque eso fortalece la institucionalidad, y hace falta, porque solidez institucional es algo que no es percibido por los responsables de la política en el país.
En general, después de tres décadas de trayectoria como uno de los técnicos peruanos más prestigiados, ¿qué significa para ti la experiencia de representar internacionalmente a nuestro cine y de conducir provisionalmente el órgano oficial de cinematografía?
Me he sentido muy contento y orgulloso de representar al Perú. El foro de Ibermedia ha sido muy interesante, encontrarse con personas de dieciséis países que compartimos el mismo idioma técnico, con los mismos intereses, ha sido muy gratificante, y me ha inspirado para transmitir lo que he aprendido.
¿Sientes que se ha ampliado tu horizonte?
Completamente. Después de treinta años, he visto la luz (risas). En pocas palabras, creo que la cinematografía iberoamericana va para delante. Entonces, invitamos a todo el gremio para el miércoles 7 de febrero, a las 7 p.m., en el Centro Cultural de la Universidad Católica, vamos a transmitir la experiencia que hemos tenido y plantear humildemente lo que pensamos deben ser las líneas para que el cine peruano crezca como debe ser. Es un acto público, con los directivos salientes y los nuevos, para que vaya la gente, agremiada y no agremiada, que ame el cine.
Entrevista y transcripción: Gabriel Quispe
Fotos: Mary Panta
Edición: Luis Ramos
29 de enero de 2007
5 respuestas a “Conacine e Ibermedia: Entrevista a Mario Rivas”
Es buena la informacion
esta super chevere
[…] Lee la entrevista a continuación » Compártelo […]
ESta problematica es muy similar en la mayoria de los paises latinos (unos mas otros menos), lo importante es lograr la union definitiva de los gremios, asi como incentivar un poco mas la industria….
Me parece genial todo lo logrado x el Conacine x los beneficios q trae a la industria cinematografica peruana pero hay una rama de esta cinematografia q es la publicidad. Soy un tecnico cinematografico q ha trabajado en diferentes largometrages nacionales e internacionales y tambien uno de los mas creyentes en q las cosas cambian dando soluciones y no creando mas problemas. hace un tiempo atars estoy empecinado en la formacion de un sindicato para los tecnicos cinematograficos ya q este es un rubro toalmente desamparado ya q no firmamos ningun contrato al momento de realizar un proyecto ya sea publicitario y/o cinematografico, no hay nada q diga cuantas horas debemos trabajar,cuanto es el tiempo de descanso q debe de haber entre una jornada y la del dia sgte, tampoco contamos con seguro contra accidentes ni de invalidez permanente, tampoco se sabe cuando nos van a pagar un determinado proyecto, etc es decir todo esto pasa xq no estamos debidamente organizados ni hay hay una institucion legalmente establecida q nos ampare.De hecho esta problematica la deben de tener muchos trabajadores peruanos independientes como es nuestro caso, pero lo q no logro entender es como siendo un grupo relativamente pequeño(comparado con otros como el de construccion civil q son miles)no nos podamos organizar para buscar nuestro beneficio.He llegado a la conclusion de q esto nos pasa x un problema cultural q es el del conformismo criollamente dicho el de «comechado» es decir esperar q otros se den el trabajo de hacer lo q ha uno le da flojera hacer.
Hace un tiempo atras logramos conseguir tener reuniones con algunos tecnicos en su mayoria publicitarios donde discutimos diferentes puntos de vista sobre q hacer en diferentes situaciones tomando como referencia las bases del sindicato chileno y llegamos luego de mas de 8 horas a tener un documento q seria supuestamente la base para la creacion de nuestra asociacion,gremio,sindicato como deberia llamarse; luego de eso me junte con un abogado para q me dijera q es lo q teniamos q hacer en el marco legal luego cuando tuve los alcances convoque a una reunion q se postergo xq tuve q viajar a filmar un proyecto, a mi retorno propuse una nueva fech peor hasta el momento nada lo peor de todo es q las cosas son mas faciles de lo q parecen pero al parecer solo yo soy el mas interesado, al menos eso parece.
Escribo esto xq quisiera saber si hay alguna persona interesada en este proyecto q me ayude a llevarlo a cabo xq si sigo esperando voy a tener q hacerlo sentado.
Saludos,
DENNIS RAMIREZ B.
PRODUCTOR TECNICO
TECNICO CINEMATOGRAFICO
NEX 826*7854