Ayer apareció en el suplemento El Dominical de El Comercio, una entrevista a Josué Méndez, director de Dioses, la muy esperada película nacional que se exhibiera por primera vez el viernes pasado en el Festival de Lima. En la nota, el director peruano responde inquietudes respecto a la asesoría brindada por el afamado Stephen Frears; al trabajo con los actores; así como el tratamiento visual del filme, entre otros aspectos. Aquí los dejamos con un extracto de la nota realizada por José Carlos Cabrejo:

Ahora que la película está terminada, ¿cómo sopesas la orientación que ha tenido el director Stephen Frears en la realización de tu filme Dioses?
Eso es algo que lo notas más en el proceso de realización de la película que en ella como producto final. Fue un gran apoyo en la búsqueda por contar lo que yo quería de la mejor manera. Ahí es donde sentí el apoyo de Frears. Pienso que sin sus consejos nos habríamos tardado más en lograr relatar lo que queríamos. Es un director, como sabemos, muy experimentado, y ayudó a encontrar el camino para hacer la película tal como la habíamos imaginado.

Para realizar una película, muchas veces se pasa por un proceso arduo de recopilación de información, ¿cómo ha sido ese proceso en el caso de Dioses?
Lo que me empuja a hacer una película es un sentimiento, una emoción profunda. Casi siempre un sentimiento de contradicción. Algo que no logro entender y que trato de clarificar. En el caso de Días de Santiago la contradicción que encontraba era ver a un militar que había llegado a matar personas pero que a la vez despierta cierta ternura. La película me parece que permitía entender esa paradoja. A diferencia, en Dioses la contradicción se encuentra en las clases sociales más privilegiadas. Seduce el hecho de ver personas que viven en un estado de relax y lujo. La contradicción que hay en Dioses es que retrata un mundo de grandes apariencias, en el que todo está muy bien cuidado y sigue un orden muy rígido; sin embargo, si ingresas con una mayor profundidad a ese mundo descubres un caos, algo terrible, lo que te hace dar cuenta que eso subyace no solo en el mundo de la miseria o de la más extrema pobreza (…)

Lee el resto de la entrevista, en la web de El Comercio »