Queriendo coincidir con los cincuenta años de carrera del famoso diseñador italiano, se acaba de estrenar esta película dedicada a su vida y obra. Y para ser un documental, género nunca bien ponderado por el showbiz, la premier ha sido realizada a todo lujo en Nueva York y con la asistencia de numerosas celebridades del mundo de la moda y del cine. Dirigida por Matt Tyrnauer, Valentino: el último emperador (se pasó de pomposo el título), muestra el día a día del diseñador italiano, su entorno familiar y sus amigos. «Cuando conocí a Valentino, conocí a dos personas, a Valentino y a Giancarlo Giammetti, su socio durante más de 50 años. Es la relación más increíble que nunca he visto en mi vida», dijo el director del documental.

Aunque todo esto luce la marca del encargo propagandístico, habría que citar el hecho de que el documental ya ha participado en algunos festivales importantes como los de Venecia, Toronto, y Chicago, siendo premiado en este último. Tyrnauer destacó que la película que el rodaje se extendió por dos años, desde junio de 2005 a julio de 2007, filmando más de 250 horas de material con acceso exclusivo al diseñador. Se refirió también a cierta observación que la cinta hace sobre el fin de la era de la alta costura: «pues con vestidos que pueden costar hasta US$100 mil, todos cosidos a mano y con la economía tal como está ahora, se puede decir que Valentino es el último emperador» de ese mundo.

Al estreno mundial, celebrado en el Museo de Arte Moderno (Moma) de Manhattan, acudieron diversas celebridades como las actrices Anne Hathaway, Gwyneth Paltrow y su madre Blythe Danner o Clare Danes, modelos como Karolina Kurkova o Natalia Vodianova, y diseñadores como Erin Fetherston, entre otros. Desde que a los 17 años se trasladó a París y fue aprendiz junto a otros que con el tiempo han sido igualmente grandes de la moda como Yves SaintLaurent y Karl Lagerfeld, las creaciones de Valentino Garavani han vestido a reinas, emperatrices, primeras damas y actrices, entre otras.

A continuación los dejamos con el avance de este trabajo que tal vez tenga una temática demasiado cool como para ser considera en los oscares, pero que no deja de ser llamativa respecto a la formación y los entretelones de un mundo siempre etiquetado o estigmatizado por la frivolidad.

(Vía La Tercera)