[Crítica] «Autorretrato de Siria», filme inaugural del Festival Transcinema 2015


Homo snuff selfie

Desde la digitalidad híbrida y fragmentaria, que comparte imágenes en movimiento por el ciberespacio y transmite horror insólito convertido en cotidianidad, Autorretrato de Siria, filme inaugural del Festival Internacional Transcinema, me hizo evocar, con distancia de casi 90 años, Un perro andaluz de Luis Buñuel y Salvador Dalí, hecha con pureza de celuloide y semimudez, provocación onírica y actuación alegórica. Como si en el desgarro siriaco, donde los gatos malheridos y gimientes parecen pinturas expresionistas, Wiam Bedirxan y Ossama Mohammed reinterpretaran el corte ocular que simuló Buñuel para herirnos la vista y así agudizar y revitalizar ese sentido hoy hipertrofiado.

La experiencia del horror visto desde la serena niñez.
La experiencia del horror visto desde la serena niñez.

La guerra civil de Siria, que ahora ya lleva cinco atroces años y ha colapsado al país y trascendido sus fronteras, suele ser expuesta verbalmente por expertos internacionalistas en medios masivos de aquí y de allá pero no es precisamente pródigo en narraciones audiovisuales, más allá de pastillas noticiosas de grandes planos generales, especialmente nocturnos, que difunden las cadenas informativas occidentales.

Sin mayor explicación de las causas del conflicto, Autorretrato de Siria asume llenar ese vacío, con sucesión de videos “imperfectos”, de resolución baja, cámara desfalleciente y encuadre inestable y muchas veces estrellado en planos detalle adheridos al lente, que muestran los escombros de la sociedad siria, pero sobre todo, en el fondo, de la humanidad. En habitaciones, calles y carreteras vemos torturas, asesinatos a quemarropa, bombardeos, persecuciones, tiroteos, mutilaciones, desangramientos. Además de crónica descarnada de la especie humana, también es vibrante alegato audiovisual, cuyo registro, perteneciente a Bedirxan, habitantes de Siria en general y algunos victimarios incluso, que Mohammed acopia y ordena narrativamente en París, en gran parte no cumple con estándares “profesionales” de nitidez de imagen. Queda perfectamente pertinente y natural, como testimonio de una decisión política, deconstruyendo soberanamente la barbarie con cámara en mano y mucho corazón.

Título original: Ma’a al–Fidda.
Siria–Francia, 2014.
92 minutos.
Dirección, guión, edición, fotografía: la debutante Wiam Bedirxan y el veterano Ossama Mohammed.
Mejor película en el festival documentalista de Yamagata (Japón, 2015) y Mejor documental en Festival de Londres (2014).

(Versión ligeramente modificada del texto publicado originalmente el 7 de diciembre en el Diario El Peruano).


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