[Crítica] «Aves de presa», el spin-off de «Escuadrón suicida»


Uno de los pocos personajes que resaltó (positivamente) en la nefasta “Escuadrón suicida”, de David Ayer, fue la Harley Quinn de Margot Robbie. Con su caracterización imprevisible, personalidad carismática y actitudes violentas, Harley se convirtió en el personaje con más potencial de ser explotado en otras películas de DC Comics, y la mismísima Margot Robbie se dio cuenta; razón por la que decidió hacer de productora —además de protagonista— en “Aves de Presa (y la fantástica emancipación de una Harley Quinn)”, escrita por Christina Hodson (la infravalorada “Bumblebee”) y dirigida por Cathy Yan (“Dead Pigs”). Considerando lo caótica e insufrible que terminó siendo “Escuadrón suicida”, no había forma de que este nuevo spin-off fuese peor que dicha producción.

Y ese es precisamente el caso. “Aves de presa” es una cinta que, a diferencia de la propuesta de David Ayer, se siente desordenada y excéntrica a propósito; al igual que la mente de su protagonista, la narrativa de la cinta suele irse por las ramas, metiendo al espectador en el mundo de Harley y los personajes que va conociendo en el camino. Porque a pesar de que el título original hacía énfasis en las “Aves de presa”, la película, en realidad, se centra en el personaje de Robbie: en la manera en que va superando, poco a poco, su ruptura con el Guasón (un ausente Jared Leto), y alcanzando su emancipación. Enérgica y constantemente violenta, dudo que la película vaya a ganarle nuevos adeptos al personaje, pero ciertamente dejará satisfechos a los fanáticos y fanáticas que salieron decepcionados luego de ver “Escuadrón Suicida” (como yo).

El filme comienza con un prólogo animado colorido y divertido, para luego pasar al detonante del conflicto central de la historia: la ruptura entre el Guasón y Harley. Luego de que nuestra protagonista decide destruir la fábrica de químicos en donde su tortuosa relación “nació”, la mitad de la mafia de Ciudad Gótica decide perseguirla, muchos de ellos bajo las órdenes del sanguinario Roman Sionis (un exagerado Ewan McGregor). Es así que Harley se ve involucrada en el intento de Roman por conseguir un valioso diamante, el cual, luego de una serie de eventos que no pienso spoilear, termina en las manos de una pequeña ladrona llamada Cassandra Cain (Ella Jay Basco). Con un grupo enorme de asesinos y cazarrecompensas tras ellas, Harley y Cassandra tendrán que formar un improbable grupo de antiheroínas, junto a Renee Montoya (Rosie Perez), una policía discriminada por sus compañeros y caída en desgracia; la Cazadora (Mary Elisabeth Winstead), una asesina en busca de venganza, y Black Canary (Jurnee Smollett-Bell), una cantante con poderes ocultos, para poder salir con vida de este embrollo.

A pesar de contar con un par de referencias a “Escuadrón Suicida”, Yan y Hodson deciden desarrollar la trama de la película de manera independiente, sin tratar, como muchos de sus predecesores, de crear un universo interconectado e innecesariamente complicado. Es la mejor decisión que pudieron haber tomado. Sin necesidad de estar haciendo referencia a otros héroes y villanos, “Aves de presa” logra obtener una identidad propia, ligada enteramente a la personalidad —alocada y colorida— de su protagonista. Esto se hace evidente, más que nada, en el ritmo frenético de la película, y en las diferentes sobreimpresiones y freeze-frames que Yan decide incluir. A diferencia de la cinta de David Ayer, estas decisiones estilísticas no se sienten como un intento por hacer que la película sea más “cool”; más bien, y junto a la narración en off de Harley (a veces algo excesiva), hacen que la experiencia en general se diferencie de lo intentado por DC Comics en el pasado.

Lo mismo se podría decir sobre la calificación para mayores de 18 años de la película. “Aves de presa” no es un filme para niños o adolescentes; de hecho, se podría considerar como una mezcla entre “Deadpool 2” (por su sentido del humor y referencias meta), “Snatch” (debido a algunos detalles relacionados al diamante que todos buscan), y las mejores partes de “Escuadrón Suicida”. Los personajes dicen groserías con frecuencia, y las escenas de pelea no tienen miedo de mostrar sangre, extremidades rotas, o en el caso de Roman Sionis, métodos de tortura bastante sádicos. A diferencia de otras propuestas basadas en cómics, “Aves de presa” presenta la violencia de manera realista, cruda y ligeramente estilizada —de hecho, se nota la mano del director de segunda unidad Chad Stahelski (director de la trilogía “John Wick”), quien junto a Yan, convierte a las secuencias de puñetes y patadas en momentos verdaderamente emocionantes y bien coreografiados. Nada de cortes rápidos y cámaras innecesariamente nerviosas, por favor.

Como Harley, la talentosísima Margot Robbie nos entrega una protagonista imprevisible y a veces vengativa. En cualquiera otra película de cómics, sería la villana, pero acá, es más bien presentada como una antiheroína compleja, como alguien que está buscando su rol en el mundo ahora que no se encuentra en una relación tóxica y codependiente. Su arco de personaje es creíble sin llegar a contradecir la caracterización que uno esperaría del personaje. 

El resto de las “Aves de presa” no están igual de bien desarrolladas, pero igual destacan gracias al trabajo de sus respectivas actrices. Rosie Perez convierte a Renee Montoya en alguien con la que resulta fácil identificarse; una mujer inteligente y competente que es constantemente subestimada por su compañeros hombres; Jurnee Smollett-Bell está genial como Black Canary, una mujer que se encuentra en una constante lucha entre hacer el bien para otras personas, o pensar únicamente en sí misma; Ella Jay Basco es tanto adorable como ruda en el rol de Cassandra Cain; Mary Elisabeth Winstead, desgraciadamente, no tiene mucho qué hacer como la Cazadora (la motivación de su personaje es creíble, pero es presentada más que nada a través de breves flashbacks), y Ewan McGregor es entretenido pero poco intimidante como Black Mask. Se nota que la pasó de lo lindo en el rodaje; lamentablemente, eso no resulta en un antagonista particularmente interesante o amenazador.

“Aves de Presa” es otro éxito para DC. Luego del fiasco de “Liga de la Justicia”, parece que por fin se han dado cuenta que tratar de desarrollar una universo cinematográfico a la apurada no era la respuesta. Cintas como “Mujer Maravilla” (inspiradora y épica), “Shazam” (ligera y divertida), “Guasón” (ganadora de una infinidad de premios, y alejada del resto del catálogo de la productora), y ahora, “Aves de presa” (sangrienta, violenta y estilizada) demuestran que se puede hacer mucho con los personajes de esta editorial de cómics. Y Cathy Yan, junto a Christina Hodson y Margot Robbie, nos enseñan que merecíamos tener un filme centrado en un equipo de superheroínas (¿o súper antiheroínas?) desde hace rato. Puede que “Aves de presa” no esté al mismo nivel que algunas de las películas anteriormente mencionadas, pero igual se trata de una de las propuestas más originales y puramente divertidas de DC. ¡Ahora solo queda esperar a ver cuál será el rol de Harley en “EL Escuadrón Suicida”, de James Gunn!

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