Y se acabó el 2020, uno de los años más tormentosos y difíciles que hayamos tenido en un buen tiempo. Un año que no hizo más que ilustrar las claras diferencias que existen entre las diferentes clases sociales y países del mundo, y que puso en aprietos tanto a los pequeños empresarios, como a las grandes industrias, incluyendo a la del cine. Después de todo, la mayoría de grandes cadenas de cine se tuvieron que mantener cerradas por meses —y en el caso de muchas de ellas, siguen cerradas—, y muchos de los estrenos que se supone íbamos a ver en la pantalla grande, tuvieron que ser estrenados en plataformas de streaming, o atrasados para el próximo año.
Lo cual no quiere decir, claro está, que no hayamos podido disfrutar de buenas películas en el 2020. De hecho, la falta de enormes blockbusters sobre los que la mayoría de cinéfilos se dedica a hablar, hizo que muchas otras películas, más pequeñas y de bajo presupuesto, destacaran más de lo esperado. Tanto así, que todavía me quedan algunas por ver (como la notable “Saint Maud”, que espero poder ver en la pantalla grande en enero, en Londres donde resido actualmente… si es que las cosas comienzan a mejorar). No carecimos de buen cine en la pantalla chica, cosa que quiero destacar en mi lista de las 10 mejores películas del año.
Como siempre, tengan en cuenta que se trata de una lista completamente subjetiva; es mi gusto personal, por lo que si hay películas que no encuentran o que consideran no deberían formar parte de la lista, no se lo debería tomar de manera personal. Lo que sí notarán es la presencia de varias menciones honrosas, lo cual debería demostrar que tuve el privilegio de ver muchísimas buenas películas en el 2020. Espero que hayan disfrutado también de ellas, y que incluso, encuentren una que otra que todavía no hayan podido ver.
No obstante, me gustaría comenzar con algunas de las mejores películas de años pasados que recién terminé viendo este año. ¡De repente encuentran algo que, al igual que yo, todavía no se habían animado a ver!
«The Farewell” – estaba en cartelera cuando llegué a Londres el año pasado, pero recién la vi en casa este 2020. Excelente y honesto drama con bastante qué decir sobre diferencias culturales y la experiencia de varios jóvenes asiáticos viviendo en los Estados Unidos.
“Dolemite is My Name” – hilarante comedia basada en hechos reales, que significó el verdadero retorno de Eddie Murphy a nuestras pantallas. El próximo año continuará la buena racha (esperemos) con la secuela de “Coming to America”.
“Straight Outta Compton” – enérgico y catártico biopic sobre la N.W.A.; la banda sonora es previsiblemente genial, pero también lo son las actuaciones.
“Booksmart” – una comedia adolescente poco tradicional, llena de personajes tridimensionales y elementos dramáticos potentes.
“Midsommar” – una de las cintas más pertubadoras que vi este año, protagonizada por la siempre excepcional Florence Pugh.
Menciones honrosas: «Hamilton» (porque técnicamente no es una película), «Bill and Ted Face the Music«, «Si supieras«, «Jojo Rabbit«, «Little Joe«, «True History of the Kelly Gang«, «El juicio de los 7 de Chicago», «Diamantes en bruto«, «Da 5 Bloods”, “Manco Capac«, “Palm Springs«.
10. Tenet
Visualmente espectacular, impecablemente actuada y temáticamente ambiciosa, “Tenet” es todo lo que esperaba de una nueva película de Christopher Nolan. Sí, tiene problemas de ritmo; sí, se toma muy en serio a sí misma, y sí, Nolan abusa un poco de las cámaras nerviosas durante sus escenas de pelea cuerpo a cuerpo, pero nada de eso logra arruinar un filme tan original y gigante como este. El haber podido ver “Tenet” en una pantalla IMAX, con proyección de 70mm, fue un absoluto privilegio. Son películas como esta las que me recuerdan lo hermoso que es tener este tipo de experiencias, infinitamente más cautivantes e hipnotizantes que cualquier torrent o servicio de streaming. Mientras tanto —y mientras la mayoría de gente ve “Tenet” en casa—, solo espero que todo el planeta sea capaz de regresar al cine muy pronto; de verdad que se hace extrañar.
9. The Vast of Night
“The Vast of Night” es el tipo de película que, a pesar de no contar con actores de renombre o secuencias de destrucción masiva, logra generar una reacción emocional muy fuerte en el espectador. Mezclando elementos vintage y homenajes a la obsesión con los aliens de los años 50, con una historia que hemos visto ya varias veces, pero contada de maneras más tradicionales, “The Vast of Night” es un filme de ciencia ficción como pocos; minimalista, pero perturbador y misterioso. El poco comentario social con el que cuenta está bien manejado, y aunque el desenlace no es el más feliz del mundo, es satisfactorio y coherente. Puede que “The Vast of Night” haya pasado desapercibida en algunos círculos, pero ahora que está disponible en Amazon Prime, vale la pena que le den una oportunidad. Dudo que vayan a ver alguna película similar en el futuro cercano.
8. 1917
“1917” es una clase maestría de dirección, cinematografía, actuaciones, diseño de sonido y música. Es un filme que justifica su tan peculiar estilo visual, demostrando que los planos secuencia, más allá de ser un intento de hacer las cosas de manera “difícil” o “artística”, son un componente vital para esta historia en particular, y para las emociones que su director, Sam Mendes, quería desatar en su público. Se trata de un filme de guerra muy diferente al resto, absolutamente visceral y visualmente fabuloso —el diseño de producción es prácticamente perfecto, y el trabajo de Roger Deakins es, como siempre, magistral. “1917” es de las películas de guerra que más he disfrutado en los últimos años, y una que he podido volver a visitar más de una vez en casa durante la cuarentena.
7. Soul
“Soul” es la mejor película animada del año; de eso no hay dudas. El hecho de que el director Pete Docter y su equipo haya sido capaz de contar una historia que tiene harto qué decir sobre la naturaleza humana, la muerte y la pasión que mucha gente le tiene al arte y la música, a través de una aventura animada para toda la familia, ciertamente es digno de admirarse. Me da pena que no haya podido ver “Soul” en el cine, de hecho; considerando lo emotiva y visualmente espectacular que es, estoy seguro que verla en la pantalla grande se hubiese sentido como una experiencia totalmente diferente. Pero incluso viéndose en casa, “Soul” se termina por convertir en una de las producciones más originales de Pixar; de repente no tan redonda como “Intensa-mente” o “Coco”, pero muy superior a la producción animada promedio.
6. Ma Rainey’s Black Bottom
“Ma Rainey’s Black Bottom” es un filme verdaderamente potente, que desarrolla sus temas centrales eficientemente, y nos presenta un par de actuaciones principales de altísimo nivel. Me animaría a decir, de hecho, que me gustó más que “Fences”, la adaptación anterior de una obra de teatro de August Wilson, dirigida por Denzel Washington (en esta ocasión, Washington solo cumple el rol de productor). Si continúa manteniendo este nivel de calidad, tanto en lo que se refiere a los guiones adaptados como al trabajo de dirección, y por supuesto, las actuaciones, estoy seguro que Washington será capaz de adaptar todas las obras de Wilson con las que cuenta de manera memorable y, más importante, socialmente relevante.
5. El hombre invisible
Se podría argumentar que los últimos diez minutos de metraje de “El hombre invisible” se sienten algo innecesarios. O que la película se desinfla ligeramente durante el tercer acto, pidiéndole al público que se trague ciertas contorciones narrativas algo inverosímiles. Pero el director-guionista Leigh Whanell hace las cosas tan bien durante los dos primeros actos, que esto último no me terminó fastidiando demasiado. “El hombre invisible” es el reboot que no sabíamos que necesitábamos: una película minimalista de terror, que confía en su público, y que a diferencia de “La Momia”, no trata de construir un Universo Cinematográfico sin siquiera tratar de desarrollar una buena historia primero. Nuevamente: lo que necesitan estos personajes de terror, son películas de terror. ¡Ojalá se animen a hacer lo mismo con los otros monstruos!
4. El faro
“El faro” es una de las varias películas que, desgraciadamente, fueron prácticamente ignoradas por premiaciones como las del Oscar. Sí, su nominación a Mejor Dirección de Fotografía estaba muy bien merecida, pero también debió ser nominada, al menos, a Mejor Director, y Mejor Actor (para Dafoe, Pattinson, o ambos). Se trata de un filme hecho con dedicación, en el que ningún plano falta ni sobra, y en donde Eggers demuestra ser un maestro de la verosimilitud, la tensión y el simbolismo. “El faro” es una película que, de haberse estrenado en cines peruanos antes de la pandemia, hubiese atraído a un público muy apasionado, y que de todas maneras merece ser vista ahora en casa. Tiene demasiadas imágenes —potentes, inquietantes— que se quedarán grabadas en mi mente por un buen tiempo.
3. Mank
Es cierto que “Mank” no es la película más emotiva que haya visto —David Fincher suele ser un director más bien frío, que mantiene al espectador algo alejado de sus personajes. Por ende, el desenlace de la película no resuena de manera tan potente como uno hubiese esperado. Sin embargo, no se puede dejar de admitir que, fuera de un potencial emocional desperdiciado, “Mank” es un filme magistral, un recuento intelectualmente fascinante y visualmente espectacular de un período importante en la historia del cine estadounidense. El filme, además, sirve como la máxima demostración de los talentos de sus protagonistas; todos, desde Gary Oldman (como era de esperarse) hasta Amanda Seyfried y Tom Burke (gratas sorpresas) dan actuaciones magistrales. Puede que el 99% de mis lectores vayan a ver “Mank” en Netflix, pero debo admitir que no me arrepiento en lo absoluto de haberla visto en la pantalla grande. Solo espero que, eventualmente, más gente lo pueda hacer también.
2. Parásitos
“Parásitos” es, como ya mucha gente ha declarado a lo largo del año, una obra maestra: un producto hecho por un cineasta que tiene muy claro lo que quiere decir a través de su arte, y cómo quiere decirlo. Es un filme que logra transmitir mensajes muy claros sobre clasismo, discriminación, y los problemas inherentes al sistema capitalista de hoy en día, pero que tampoco tiene miedo de hacerlo a través de una historia entretenida y visualmente espectacular. No sorprende, entonces, el que “Parásitos” haya ganado tanto el Óscar a Mejor Película, como el de Mejor Película Extranjera este 2020; se trata de la mejor cinta (de cualquier país) que haya visto en mucho tiempo, y de la máxima prueba de que Bong Joon-Ho es uno de los mejores directores de su generación. (La incluyo en la lista porque la vi recién a inicios del 2020).
1. Retrato de una mujer en llamas
“Retrato de una mujer en llamas” es un drama romántico excepcional; una mirada muy específica hacia el desarrollo de una relación condenada al fracaso, a través de la perspectiva de sus dos protagonistas, pero también de una directora que toma decisiones muy particulares —y para algunos, poco convencionales— para otorgarle una estética y una resonancia emocional muy potentes a su historia. Tanto Adèle Haenel como Noémie Merlant están excelentes, y la película utiliza un ritmo lento pero seductor, imágenes innegablemente memorables —como la aparición que Marianne ve de cuando en cuando; de lo más perturbador que he visto en mucho tiempo— y una comparación altamente simbólica con el mito de Orfeo y Eurídice, para que uno logre entender el amor que sienten la una por la otra. “Retrato de una mujer en llamas” es, por ende, la mejor película que vi este 2020, y una que no me canso de ver una y otra vez en casa.
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