[Crítica] Festival de Sundance: Living – Good Luck to You, Leo Grande

Living-still

Siguiendo mi cobertura del Festival de Sundance 2022, comparto mis críticas de Living y Good Luck to You, Leo Grande, dos excelentes películas británicas comandadas por estupendas actuaciones de Bill Nighy y Emma Thompson, respectivamente.

Living

Living (Reino Unido, 2022) es una adaptación elegante y emotiva de Ikiru (1952), el clásico de Akira Kurosawa. Ambientada en Londres, en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, narra la historia de un burócrata, el señor Williams, que enfrenta repentinamente el diagnóstico de una enfermedad terminal. Su existencia lánguida y rutinaria adquiere un nuevo significado y, paradójicamente, se recarga de una vitalidad hasta entonces desconocida. Cuando el reloj amenaza con detenerse, cada minuto cuenta.

El cineasta sudafricano Oliver Hermanus (Beauty, Moffie) y el guionista japonés Kazuo Ishiguro (Premio Nobel de Literatura, autor de The Remains of the Day) conservan la misma época de la película de Kurosawa: la tumultuosa década de 1950, en la cual las heridas de la posguerra tardan en cicatrizar. Pero al trasladar el relato a Inglaterra, configuran con inteligencia y perspicacia el retrato de un hombre y una sociedad que han hecho de la represión de sus emociones, su sello característico.

Bill Nighy se ha caracterizado por encarnar personajes que ostentan un humor mordaz típicamente británico, como en las comedias Love Actually, The Best Exotic Marigold Hotel y About Time. Pero en Living su talento brilla con mayor intensidad que nunca. Así como el señor Williams deja su mejor legado en el ocaso de su vida, Nighy deja como testamento una actuación magistral, que transita de la apatía inicial al descubrimiento paulatino de sensaciones que sacuden las telarañas de su rutina y lo hacen sentirse vivo, tal vez por primera vez. Irónicamente, también por última vez.

Como parte de su trabajo como servidor público, el señor Williams es una pieza clave en la pesada maquinara burocrática que aprueba y ejecuta obras para el beneficio de la comunidad. El pedido de unas madres de familia de construir un patio de juegos para niños se dilata y pasa de oficina en oficina, de una ruma de papeles a otra. Hasta que el señor Williams decide destrabar ese trámite para hacerlo realidad, volviéndose su última gran contribución a los demás. En una sutil pero poderosa metáfora, ese patio de juegos y sus columpios nos recuerdan la diferencia entre una vida estancada por la inercia y una existencia vibrante, en la que cada instante merece ser disfrutado.

Good Luck to You, Leo Grande

Good Luck to You, Leo Grande (Reino Unido, 2022) aborda frontalmente y sin tabúes el tardío despertar sexual de una mujer sexagenaria jubilada que decide contratar los servicios de un trabajador sexual. Despojada de excesos de morbo y sentimentalismo, esta comedia cálida y entrañable desnuda no solo el cuerpo de su protagonista, sino también sus temores, prejuicios y complejos con respecto a la sexualidad, el placer y la belleza.

A lo largo de cuatro encuentros que se producen en la habitación de un hotel londinense, Leo Grande (Daryl McCormack) intenta desbaratar la armadura de inseguridades con la que Nancy Stokes (Emma Thompson) se protege. Ansiosa y temerosa, ella le confiesa que durante su vida solo tuvo sexo con un hombre: su difunto esposo, con quien jamás experimentó un solo orgasmo. Sus relaciones eran un acto mecánico, en el que solo importaba la satisfacción de él.

Con mucha sensibilidad y franqueza, la directora Sophie Hyde (Animals) y la guionista Katy Brand logran que, a través de punzantes e ingeniosos diálogos, afloren temas como las expectativas y prejuicios con respecto a la prostitución, la sensación de culpa que tiene que superar una mujer mayor para explorar distintas facetas de la sexualidad, los traumas y conflictos internos que se vuelven obstáculos para poder aceptarse y quererse a uno mismo, como paso previo para disfrutar la compañía de otra persona.

Lo que comienza como una simple transacción de placer a cambio de dinero, se va convirtiendo en una conexión emocional más profunda, que tiene tanto de terapia psicológica como de curso avanzando de sexualidad. En el rol de Leo, Daryl McCormack emana carisma y afabilidad, mientras revela que debajo de su cascarón de hombre perfecto se esconde alguien tan vulnerable como su cliente. Y Emma Thompson está sensacional en cada frase sarcástica y cada gesto de ansiedad, encontrando siempre el tono preciso para transmitir el torbellino de sensaciones que experimenta Nancy. Es una actuación valiente e inolvidable, que debería ser reconocida en la temporada de premios del próximo año.


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